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—-.Perdóname.—- Giyu huyó antes de que ella pudiera reaccionar, la chica se tentó los labios, sonriendo tímidamente por ello, estaba emocionada, había besado al chico que le gustaba y aunque el beso fue corto, lo había disfrutado.

Camino a su finca, no se le podía borrar esa sonrisa y por el otro lado a él tampoco, Giyu estaba con el corazón acelerado, le dolía a cierto punto que creía que iba a morir por un ataque cardiaco, se quedó pasmado sobre una rama cuando intentó huir de Hanako, simplemente necesitaba un descanso.

—-¿Por qué no puedes ser sincero con ella?

Se preguntó una y mil veces, recordando los viejos tiempos en los que su maestro los presentó, el como la entrenaba como maestro sustituto cuando Urokodaki no podía, esos sentimientos que negó durante años al fin estaban saliendo a la luz y ese beso fue el inicio de lo que el siempre soñó, tenerla a su lado.

Fue difícil para ambos lograr dormir, ella no podía conciliar el sueño, sus ojos mirando el techo de su hogar, acostada sobre el futón recordó ese beso, recordarlo e imaginar que volvería a besarlo, imaginar un beso distinto, llevando su imaginación más allá y poco a poco empezó a sentirse acalorada, cerró sus ojos un momento para pensar en el.

—-Abre.—- Estaba a punto de dormirse cuando escuchó la voz de Giyu, preocupada se levantó de su futón, apenas deslizó el Shoji cuando se topó con el, se miraron apenas cuando el la tomó desprevenida, cortando distancia entre ellos para besarla en los labios, un beso poco inocente, Giyu la reclamaba como suya en un beso apasionado, empujándola con suavidad dentro de su propio hogar para cerrar el Shoji detrás de él, los besos aumentaron de intensidad mientras era guiada hacia la habitación, donde pronto se sintió liviana, cayendo lentamente de espaldas sobre el lugar donde dormía, el peso de Giyu sobre ella duró poco debido a que el se apoyó sobre uno de los codos para evitar dejar caer todo su peso sobre ella, aún sin separarse del beso, Giyu la fue guiando, las ásperas manos del mayor fueron directo al nudo del listón de su ropa, para empezar a despojarla de su kimono.

——Giyu....

Hanako gimio cuando se separaron del beso, sus labios estaba hinchados por la intensidad del beso, apenas le dio tiempo a reaccionar cuando pronto recibió tiernos besos sobre su mejilla hasta que de pronto bajaron directamente a un camino de besos sobre su mentón hasta bajar a su cuello, todo era perfecto para ambos, Hanako suspiro pesado, jadeando entre cortada mente, cayendo sumisa ante tal romance que estaba experimentando y no lo iba a desaprovechar.

—-Creí que tendrías una misión...

Hanako seguía jadeando pero aquella pregunta hizo a Tomioka detenerse, viéndose obligado a mirarla fijamente, ella pudo darse cuenta de la mirada en el, tenía una mirada sombría, llena de deseo, de lujuria.

—-Tengo la noche libre.—-Espetó sin filtro, Giyu deslizó sus manos por los muslos femeninos, aquellas caricias generaron que ella empezara a gemir, Giyu poco a poco empezaba a sentir como su libido subía de nivel, deseando ir más allá.

El mayor empezó a bajar sus besos por la clavícula de la mujer, haciendo un camino de besos mientras bajaba levemente hasta llegar a su abdomen, Hanako simplemente jadeaba, llevando las manos a su boca para evitar soltar un sonido vergonzoso.

——-¿¡Pero qué creen que están haciendo?!

Estaban perdidos en su encuentro que no lograron escuchar a los cuervos llegar, mucho menos que Naoko estuviese ahí, se le veía molesto, inmediatamente se separaron, generando que Giyu deseara morir de la vergüenza y Hanako por otra parte deseaba matar a su maestro.

—-¡Maestro Naoko, nosotros no estábamos haciendo nada malo, solo nos dejamos llevar por el momento..—-Hanako estaba titubeando, sintiendo su rostro demasiado caliente, no podía siquiera mirar a su maestro.

—-¡Ustedes dos no deberían hacer esto, no mientras sea fuera del matrimonio, conocen las reglas, primero deberían casarse.—- Naoko se estaba mofando con ambos, aunque como "humano" el tenía viejas costumbres, al final no le importaban esos prejuicios, solo quería que su aprendiz fuera feliz.

——Lo siento, se que no debí ser tan imprudente con Hanako.— Tomioka se disculpó con torpeza, ver esa reacción hizo a Naoko reírse, una parte de él lo hizo sentir culpable por interrumpir la felicidad y el momento íntimo que su alumna estaba por experimentar.

—-Yo lamento interrumpir, solo quería ver que ella estuviera bien, por lo que veo se la estaban pasando demasiado bien, mejor no interrumpo.

Naoko se fue a las risas, sobre todo ver a Tomioka ver cómo escondía su virilidad con una de las almohadas resultó mejor.

——Por cierto, quiero que se cuiden, no traigan criaturas en esta situación, sean responsables y sobre todo disfruten del momento, recuerden que esto debe ser mutuo.—-Naoko dejó unas notas sobre el tatami donde estaba para después levantarse del lugar, dejando a los jóvenes con el calor y la ansiedad interrumpidas.

Hanako se levantó para ir detrás de él, la chica estaba demasiado nerviosa, un poco avergonzada por lo que su maestro vio, se arrepentía de dejarle una llave extra, ahora no tendría privacidad.

——Mi pequeña, ya estás creciendo, al fin eres feliz con el chico que amas, disfruten de estos momentos, aprovecha cada segundo con el, recuerda que se acerca el momento de enfrentarse a Muzan, eres humana, deberías disfrutar tu vida con tu pareja.

Naoko se despidió dándole un beso en la cabeza , la chica no sabía que decir, simplemente asintió, cuando el demonio se fue, se dio la vuelta para ver a un Giyu ansioso, lleno de nerviosismo.

——¿Puedo tomar una ducha de agua fría.?—-Tomioka estaba desesperado, fue cuando miró a la chica, aún con una mirada llena de deseo, una mirada lujuriosa, pero al ser interrumpidos, ahora sentía demasiada vergüenza.

——Supongo que la necesitas.— Hanako resistió mofarse con el, miró su entrepierna, logrando ver de reojo un bulto prominente en el pantalón de su maestro, se levantó para ir por una toalla, dándosela al varón.

—-Yo, perdóname por lo que pasó hace unos segundos, me dejé llevar por mis impulsos, eres una dama y se que no debi....—-Fue interrumpido cuando Hanako puso un dedo sobre los labios del mayor, haciéndolo callar, ella aún podía sentir lo excitado que estaba.

——Ya no somos unos niños, además.. ¿Quieres que te ayude con eso?.—-La chica señaló a su entrepierna, Tomioka por otro lado suspiro nervioso, ambos tenían las mejillas rojas debido a la vergüenza que sentían, el miró a otro lado, no sabía qué responder.

——No quiero arrancar tan pronto tu inocencia, Hanako, además, creo que para llegar a estos extremos primero deberíamos ser pareja, no quiero faltarte al respeto, mucho menos ensuciar esa pureza tuya.—- Hanako sonrió para el, sus manos acariciaban las mejillas de su compañero, aquel toque suave hizo que el se sonrojara.

——¿Y por qué no avanzamos a nuestra relación? Podemos ser pareja si lo deseas, estar juntos, hacer cosas que los enamorados hacen, más allá del sexo, podemos salir juntos, demostrar el amor que nos tenemos, estoy cansada de ocultarlo, me gustas Tomioka, estoy enamorada de ti....

Hanako hablo, tenía las mejillas rojas por su confesión, cerró los ojos debido al miedo, sentía que posiblemente habría un rechazo, pero pronto sintió como era rodeada de la cintura, al abrir los ojos pudo sentir a Giyu tan cerca de ella, sus respiraciones chocaban, un beso tierno fue lo que ella recibió, aquel tierno beso era lento, como si Giyu quisiera explorar cada gota de su sabor, haciendo un momento romántico, cauteloso entre ambos, Giyu se separó del beso donde una vez más miró a la chica con amor, no pudo evitarlo, simplemente susurró sobre sus labios.

——Te amo, Hanako.

𝐍𝐎𝐂𝐇𝐄𝐒 𝐁𝐋𝐀𝐍𝐂𝐀𝐒 (𝐃𝐞𝐦𝐨𝐧 𝐒𝐥𝐚𝐲𝐞𝐫)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora