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Giyu fue el primero en despertar, a su lado estaba Hanako, quien al parecer estaba en su quinto sueño, podía ver la tranquilidad en ella cuando estaba dormida, Giyu sonrió mientras se acomodaba solo para mirarla dormir tranquila, se veía sumamente preciosa, al parecer estaba tan atentó mirándola que se sobre salto cuando escucho que una voz les hablo sobre el otro lado de la habitación.

——Buenos dias, espero no molestar, les traje un desayuno, comida extra para su viaje y sus uniformes se han secado. ¡Gracias por la generosidad y por salvar a mi hija!.

El anciano entró a la habitación donde ellos se quedaron a dormir, Giyu se levantó del futón para tomar los uniformes, agradeciendo por el gesto de aquella pareja, se les veía más felices que la noche anterior.

——Es nuestro deber, le agradezco mucho su hospitalidad. ¿Como se encuentra su hija y su nieta?.

—-Ellas están a salvo, también el esposo de mi hija está bien, ahora se encuentran descansando, pero veo que su esposa también está bien, mi yerno comento que ella los salvo a todos.—- El hombre mayor estaba más que agradecido, pero cuando el mencionó la palabra "esposa", Giyu se sonrojó inmediatamente.

——Lo se, ella se volvió muy fuerte, realmente no se que hubiese hecho sin ella, pero al final la técnica de ese demonio nos afectó a ambos, por suerte no pasó a peores situaciones, gracias por darnos asilo mientras nos recuperamos, nos iremos en cuanto ella despierte.—- Giyu no protesto, no dijo nada en absoluto por lo que el mayor mencionó, sin embargo el anciano sonrió para ambos.

—-Hacen una bella pareja, espero sean felices y tengan una bella vida juntos.—- El mayor hizo una despedida y los dejó nuevamente solos, el ruido de las voces y la luz del sol hicieron que Hanako se despertaran poco a poco, la pelirroja miro a Giyu quien la miro de vuelta y ambos se sonrieron.

—-Nunca te había visto tan fuerte, peleaste con todo y lograste vencer a otro demonio, aunque estoy sorprendido, nunca había visto una técnica de respiración así, ¿Acaso ya no serás mi sucesora?.—-Ahora mas que nunca, el se mantenía cuidadoso con ella, sus gestos cariñosos la estaban cautivando, sonriendo cuando el le acarició su cabello para ayudarla a despertar aún mejor.

——No podía aceptar que esa maldita demonio te arrebatara de mi lado, debo admitir que estaba celosa, y sobre lo otro, hablare de esa técnica más tarde, por ahora deberíamos irnos a casa, cuando estemos allá te contaré sobre la respiración lunar.—- Hanako se levanto, ambos aún mantenían contacto visual mientras sonreían, fue en ese momento que ella cerró sus ojos al ver las intensiones de Tomioka.

——Debemos almorzar algo, luego nos iremos a casa.—- Susurro cerca de sus labios, los cuales se rozaron con los de ella, Giyu tenía su mano agarrada de su nuca y ella mantenía las manos sobre su pecho.

——De acuerdo, maestro Tomioka.—Giyu sonrió por primera vez, al menos sonrió para ella, la joven no tardo en sonrojarse, recordando los viejos tiempos en los que el la entrenó por un tiempo, en los cuales ella le decía "maestro" y a él le gustaba.

——Come algo y vístete, nos iremos en una hora, date prisa "copito".—-Giyu le devolvió el coqueteo, aún sin despejar sus labios de la contraria se alejó en cuanto vio que ella estaba a punto de besarlo, tomó su uniforme y fue inmediatamente al vestidor. Ella solo le miro, ahora le tenía un apodo y eso le había gustado.

Mientras el se vestía, ella comió un poco, recordando así lo que había pasado anoche, era la sensación más extraña que había vivido y por supuesto fue totalmente diferente, normalmente las técnicas de demonio siempre intentaban matarlos, pero esta vez, todo fue distinto.

No negaría que todo ese tiempo ambos empezaron a desearse, aunque ninguno lo diría cara a cara era bastante evidente que la tensión romántica y sexual se sentía a kilómetros, en cualquier momento aquella brecha se encendería y ambos terminarían en el fuego ardiente del amor que estaban reprimiendo, estaba casi segura que un simple beso sería el detonante para para explotar ese amor y terminarían devorándose uno al otro y a decir verdad a ella le encantaría vivirlo.

Tomioka por otra parte había aguantado todo ese tiempo, no quería cometer una tontería y debía admitir que esa misma noche deseaba a Hanako más que otras noches, la noche fue difícil para el, sobre todo cuando ella se acurrucó sobre su pecho, toda la noche su mente imagino miles de maneras de hacerle el amor y era claro que ya no podía aguantar más, pero no fue el lugar ni el momento, el cómo buen caballero preferiría esperar, esperar a un momento donde ellos pudieran disfrutarlo, enfocándose principalmente en ella. Ella era su prioridad.

—-Giyu, deberías comer algo también, está comida esta deliciosa, come algo mientras yo me visto ahora. ¿Puedes?.—- La chica paro de comer para tomar su uniforme seco, al acercarse al vestidor pudo ver que su compañero tenía la camisa semi abierta, dejándole ver su abdomen y haciendo que la imaginación de la joven comenzara a volar, discretamente bajo la mirada, algo que por supuesto Giyu se percató pero no dijo nada más.

——Bien, cuando termines de vestirte daremos las gracias y nos iremos.—- El rápidamente se termino de vestir, dando pasos para hacer a un lado a la joven y darle su privacidad, Hanako rio tímidamente para luego cerrar el vestidor y así cambiarse con más seguridad, ella recordó cada segundo de la batalla anterior y por su puesto estaba dispuesta a proteger a Giyu, aún si vida corría peligro, ella daría su vida por el. Mataría y moriría por el.

𝐍𝐎𝐂𝐇𝐄𝐒 𝐁𝐋𝐀𝐍𝐂𝐀𝐒 (𝐃𝐞𝐦𝐨𝐧 𝐒𝐥𝐚𝐲𝐞𝐫)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora