𝐍𝐎𝐂𝐇𝐄𝐒 𝐁𝐋𝐀𝐍𝐂𝐀𝐒 (𝐃𝐞𝐦𝐨𝐧 𝐒𝐥𝐚𝐲𝐞𝐫)

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Naoko había vuelto con Tamayo, el demonio parecía estar preocupado por Hanako, algo no andaba bien con ella.

—-¿Hanako estará bien?—- Naoko negó ante la pregunta que la mujer le dio, ella le miro con tristeza mientras se sentaba a su lado, no quería verle triste.

—-Quizá el medicamento que me pediste la ayude, la conocí hace unas semanas y se que ese antídoto podría calmarla, tranquilo, ella estará bien.—- Tamayo le dio unas palmadas en su espalda, el demonio solo sonrió para limpiarse las lágrimas.

——Pude sentirlo, no era hipotermia lo que tenía, ella se estaba transformando en demonio, enserio estoy tan preocupado por ella, confío en que ella podría controlarse pero me preocupa que, ellos vengan por ella y no pueda salvarla, no quiero perder lo mejor que he tenido en tantos años, después de ti claro.—Las mejillas de la mujer se sonrojaron, ella sonrió para tomarle de la mano a su amigo, dándole apoyo mejor que nadie, incluso Yoshiro intentaba no ponerse celoso aunque estuviera muriendo de celos.

—Ella sabrá que hacer, incluso Tanjiro hará lo posible por protegerla, dame tiempo para buscar un antídoto para Nezuko, aún me falta tiempo para buscar algo para Habako pero te prometo que ella no será un demonio, confía en mi.—— Naoko no pudo contener sus lágrimas, hace un par de horas pudo ver que ella podía ser feliz pero su maldicion la estaba condenando.

—-Solo quiero que sea feliz y tenga la vida que mi maestro no pudo tener, me dolerá no poder proteger a la última descendiente de Yoriichi y si le fallo a Hanako también le fallaré a mi maestro.—- Naoko estaba angustiado, a Tamayo le dolía ver su situación, usando discretamente el olor a sangre para calmarlo, no quería verle mal.

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No supo el porqué mintió, Giyu no era un mitómano, le había mentido a su amigo respectó a Hanako, había negado sus sentimientos y el amor hacia su compañera, de la cual el se había enamorado desde hace tiempo. Estaba inseguro. Ya era de día y la joven fue despertando poco a poco, escucharla quejarse debido a la luz del sol lo hizo despertar de sus pensamientos, incluyendo a Rengoku quien dormía en el otro futón.

——No te levantes aún, debes tomar tu medicamento.—- Giyu le sirvió el té con las gotas de medicina, agregando otras gotas más del medicamento que el demonio les entregó, no se tomó el tiempo de preguntar que era, habían confiado en el.

——Me duele el pecho.—- Solo alcanzó a decir, su voz aún sonaba ronca, Giyu le midió la temperatura de su cuerpo, por suerte la temperatura estaba controlada.

—-Lo se, volveremos inmediatamente a casa y te tomarás unos días de descanso, lograste vencer a un demonio de alto rango pero con ello sufriste uno de sus ataques, aún me cuesta creer que lograrás matarlo sin necesidad de una katana, eres increíble.

—De acuerdo.—-Giyu le dio su medicina, el joven simplemente le miro, pero ahora su mirada era distinta, miro a su compañero dormir y luego se levantó.

Hanako apenas podía recordar ciertas cosas, miro su piel la cual estaba más pálida que días antes, sus manos seguían frías, apenas había bebido de su té y el vaso estaba totalmente congelado.

—-Come algo y despierta a Rengoku, nos iremos en una hora.—- Giyu salió de la habitación cerrando la puerta de golpe, Hanako no entendió el porqué de su actitud, aunque se mostraba atento con ella, el tenía una actitud seria y distante. Algo malo le estaba pasando. Tomó el plato con udon para comerlo, apenas podía tolerarlo, no tenía hambre pero si no obedecía seguro recibiría un regaño.