Los días siguieron su curso, al igual que ella debía continuar con su deber como pilar, los futuros cazadores volvían agotados, unos que otros simplemente adoloridos y algunos más aterrados por la manera en cómo ella los entrenaba, simplemente ella aplicaba la psicología inversa, algo que sabía que les sería de ayuda, aunque saber que ellos serían una carnada, se sorprendía al ver su valentía.
—-.Mañana quiero que estén aquí al anochecer, ¿Creen que ser un cazador es sencillo?, un demonio no tendrá compasión por ustedes, si se encuentran a una luna creciente, estás disfrutarán primero de torturarlos y luego divertirse con su agonía, deben estar preparados física y mentalmente contra el enemigo.—- Era un poco menos de la media noche cuando varios cazadores iban a sus hogares a descansar, sus semblantes aterrados y cansados delataban que a pesar de verse tan pequeña y femenina, resultó ser más ruda y estricta que todos los pilares juntos.
——¡Señorita Hanako!.—- Una voz reconocida le llamo desde la lejanía, al girar su rostro para ver a esa persona, su corazón dio un hueco, era el quien amargaba sus días sin tener culpa de ello.
—-Creí que estarías entrenando con algún otro pilar, mis entrenamientos son en la noche y por ahora han terminado, tampoco puedo ser un monstruo y dejarlos a su suerte en un lugar tan lúgubre y recóndito.—-Su tono de voz era notoriamente distinto, pero la pureza de Tanjiro no lo dejaba ver, por parte de él, el chico estaba emocionado.
—-Tomioka dijo que estarías aquí, ¿Puedo tomar el entrenamiento?, se que es algo tarde pero me encantaría aprender de usted.—-.Si que era demasiado noble, la chica siquiera se atrevió a mirarlo, en su cabeza giraban miles de pensamientos nada buenos, unos de los que en el fondo sentía culpa.
—-No es algo más como los entrenamientos de Urokodaki, solo que son mil veces más difíciles, tu ya has derrotado dos lunas crecientes, para ti esto no es más que un tonto juego de niños.
No importaba cuán fría era ella con el, a Tanjiro no le importaba, sabía bien que ella era de carácter fuerte cuando se trataba de entrenamientos serios, por lo que pensó que esa era su actitud normal.
—-Se que puedo superar sus entrenamientos, además, Giyu me pidió que le hiciera un poco de compañía, a él no le gusta dejar a su prometida sola porque le recuerda el peligro en el que está cor...
—-Se cuidarme sola, ese demonio bastardo morirá si se atreve siquiera a ponerme sus manos encima de nuevo, no necesito protección de nadie.—-Era dificil para ella mantener la calma, verlo con esos aretes le causaba un dolor que no sabía describir.
—-Ambos sabemos que puedes defenderte sola, es la chica más ruda y fuerte que he conocido, la he admirado desde hace tiempo y nada me haría más feliz que protegerla, sobre todo porque Rengoku me pidió que la cuidara también, para el usted era importante.—-Hanako miró con asombro al menor, aquel chico transmitía una vibra dulce y contagiosa, provocando que levemente derritiera su helado pensar hacia el.
—-No te preocupes por mi, ¿Sabes? A veces es bueno preocuparse por sí mismo y no pensar en los demás, no todos son agradecidos con ese gesto.— La pilar le lanzó una mirada nada agradable, pero intentaba al menos ser un poco amable con él, por más que lo intentaba, era demasiado difícil.
—-Entrenaremos tu y yo, me haré pasar por demonio que intenta cazarte, aunque se que esto será fácil para ti, no tengo otra opción, ya que tú lo pediste, te entrenaré.—-.Durante el camino hacia el lugar, Tanjiro prestó con más atención la apariencia física de la muchacha, el color escarlata de sus ojos, el cabello largo Borgoña que peinaba día a día, incluso el nuevo haori que tenía puesto. No pudo evitar emocionarse.
—-¡Es idéntica al cazador que se aparece en mis sueños!.—- Hanako detuvo sus pasos, se quedó rígida en su lugar al escuchar lo que el le había dicho, la pelirroja no sabía cómo reaccionar.
—-¿Qué te hace creer eso?—- La chica bufó con molestia, aquella chica apretó los puños con fuerza a tal punto que provocó sangre sobre sus palmas, ella se estaba conteniendo.
——El color de su cabello, de sus ojos, tiene rasgos muy similares a ese cazador, ¿Era el tu abuelo?.—- Ella no tardó en suspirar, un par de lágrimas caían por sus mejillas, Hanako sentía esa impotencia y por más que lo intento, ya no podía ver a Tanjiro del mismo modo.
—-Si, era mi tatarabuelo, pero sospecho que tenía otra familia más, no soy la única que heredó tales genes, pero supongo que otros tienen mejor suerte que otros, no todos pueden heredar el talento natural de un Tsugikuni, creo que incluso el tuvo a sus favoritos, eso incluye si nunca compartieron sangre.
Tanjiro pudo notar la repentina actitud de la mujer que tenía delante, el clima del bosque era más frío de lo normal, notando que ella había dejado un camino de nieve sobre el suelo, el más joven se detuvo.
—-Puedo sentir un ligero aroma a odio, rencor, ira y envidia, debería tomarse un descanso, si usted lo desea, puede entrenarme mañana, pero no permita que esos sentimientos la corrompan, no quisiera perder a una amiga..—-.Tanjiro la abrazo por la espalda, haciendo que la chica detuviera su técnica demoniaca, al hacerle reaccionar paró el hielo que salía de sus palmas, no correspondió al abrazo, solo se quedó ahí sin decir nada.
—-Por cierto, ¿Recuerda que fui a la villa de los herreros? Obtuve una nueva katana, tiene la guarda de Rengoku y está katana la uso Yoriichi Tsugikuni cuando solía ser un cazador, ese hombre es el que se aparece en mis sueños, su abuelo.
—-Tengo algo importante que hacer.—.Ver que el era el dueño de dicha katana terminó por su paciencia, en un brusco forcejeo lo empujó haciéndolo a un lado, no podía siquiera seguir aguantando. —-.Hanako fue hábil, ignorando que Tanjiro le llamó, la chica huyó del bosque, no pudo evitar sentirse mal, una vez más el era dueño de algo que deseaba tener. Naoko le había contado de la katana, llevaba meses buscándola y todo ese tiempo ya la tenía tan lejos y tan cerca. Se sentía rota.
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𝐍𝐎𝐂𝐇𝐄𝐒 𝐁𝐋𝐀𝐍𝐂𝐀𝐒 (𝐃𝐞𝐦𝐨𝐧 𝐒𝐥𝐚𝐲𝐞𝐫)
Fanfic𝐇𝐚𝐧𝐚𝐤𝐨 𝐒𝐚𝐬𝐚𝐤𝐢 , 𝐮𝐧𝐚 𝐣𝐨𝐯𝐞𝐧 𝐜𝐮𝐲𝐨 𝐚𝐧𝐭𝐞𝐩𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨 𝐟𝐨𝐫𝐣𝐚 𝐬𝐮 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨, 𝐥𝐚 𝐡𝐞𝐫𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐬𝐮𝐬 𝐚𝐧𝐜𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨𝐬, 𝐮𝐧𝐚 𝐦𝐚𝐥𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐨 𝐝𝐨𝐧, 𝐥𝐚 𝐨𝐛𝐥𝐢𝐠𝐚𝐫𝐚𝐧 𝐚 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐢𝐫 𝐚𝐝𝐞𝐥�...