Giyu no paraba de besarla, después de que firmaran su acta de matrimonio, oficialmente eran marido y mujer, tenía a su esposa acorralada contra la pared de su hogar, mientras repartía caricias por sus piernas, los besos de su marido eran excitantes que despertaban el libido de su mujer. Giyu tenía la mente llena de ideas, repartía besos sobre su mejilla, bajando lentamente por su mentón donde lo mordisqueaba sin lastimarla, bajando lentamente por su cuello, segundos antes de girarla para pegar su rostro contra la pared.
——Mi amor, mi esposa.——Giyu lamió el lóbulo de su oreja dándole una ligera mordida, sus ásperas manos subían por todo su cuerpo hasta moldear sus glúteos, los apretaba, su esposa jadeo por la impresión haciendo que ella apretara los puños sobre la pared de madera que tenía delante de ella, a Giyu por su parte le excitaba tenerla pegada sobre la pared, sus besos descendían por su nuca hasta su espalda cuando de pronto tiro de su haori y la camisa de su uniforme.
—-Te estás convirtiendo un pervertido.—-La chica gimoteó cuando su esposo repartía mordidas sobre su nuca, bajando nuevamente por su cuello, recibiendo una nalgada que la hizo brincar.
—-Tu eres la culpable de esto, me estás haciendo un adicto al sexo y a ti.—- La ronca voz de su esposo la hacían jadear como nunca, una de las manos del pilar acuno uno de sus pechos, apretándolos sobre el sujetador, ocasionando que ella dejara salir los sonidos que él quería escuchar.
En los cinco años que tenían de conocerse, jamás imagino que Giyu tuviera un lado tan pervertido, quizá eran las hormonas que a su edad solían enloquecerlos, quizá era el libido que por naturaleza debía florecer, pero debía admitir que eso le estaba gustando, la manera en cómo tocaba cada zona erógena de la chica de igual manera despertaban su apetito sexual. Por su parte ella no sabía exactamente qué hacer, simplemente se dejaba llevar por sus instintos.
Un poco harto de la falta de atención, la tomó la cintura para ponerla cara a cara, tomó la mano de su mujer para guiarla a su entrepierna, Hanako entendió el mensaje, dando un apretón que lo ocasionó gemir, al notar que eso le había gustado, la chica siguió tocándolo, un ligero sonrojo tenía sus mejillas, pese a que no era la primera vez que lo hacían, esas acciones aún la ponían nerviosa.
—-Por favor, no te detengas.—-Gruñó al esconder su rostro sobre el cuello de su pareja, Hanako obedeció la orden y siguió, aunque quiso ir más allá, la chica no tardó en descender hasta el cinturón de su pantalón para retirarlo y meter la mano en su interior para un mejor disfrute, Hanako empezó a mover su mano de adelante y atrás, ocasionando roncos jadeos a su pareja, haciendo que el le mordiera el cuello.
——¿Estamos ansiosos?.—Su esposa sonrió orgullosa ante los movimientos que ella hacía, escucharlo gruñir de ese modo pudo hacerla entender que ella lo estaba haciendo bien. Solo pudo sentir como su pareja hacía un movimiento con la cabeza sin atreverse a mirarla, el mantenía los ojos cerrados mientras gruñía, que su pareja hiciera eso por el realmente le estaba gustando.
——Ven acá.—- Giyu la detuvo de pronto cuando empezó a sentir ese pequeño palpitar en su entrepierna, excitado por el momento, fue bastante hábil al quitarle el pantalón a su esposa, tomándola de las caderas para levantarla, ella por inercia enrolló sus piernas sobre el torso de su esposo al saber lo que seguía.
Sin darle tiempo a nada, su esposo se alineó a su feminidad para adentrarse en ella en un brusco movimiento que la hizo gemir, su esposo se veía ansioso, desesperado, sus empujes eran rudos y lentos, generando que ella se tensará debido al placer, las manos de la chica apretaban su cabello, tiraban de él por mero placer, sus embestidas poco a poco se volvieron más frenéticas que antes.
—-Shhh Shhh... no grites mi amor.——Giyu la hizo callar poniendo una mano sobre su boca para callarla sin dejar de moverse, Giyu se había vuelto un chico lleno de percepciones, la manera en cómo le hacía suya tenía un objetivo, hacerla ver las estrellas mejor que nunca, escuchar sus ahogados gemidos que se amortiguaban con su palma lo enloqueció, liberando su boca para bajar su mano y apretar ligeramente su cuello.
—-Giyu.....—- Titubeo debido al placer, sus piernas empezaron a temblar siéndole difícil mantenerlas sobre su cadera, su esposo por su parte no se detenía, sabía que estaban a punto de llegar a tan ansiado orgasmo, por lo que empezó a golpear su interior. El sonido de sus cuerpos chocar mezclándose con los sonidos que salían de sus labios hacían más lujurioso el momento, su esposa empezó a delirar, sintiendo como su interior lo estaba estrechando, no pudo más, su esposa dio un satisfactorio gemido al llegar al cielo, jurando ver las estrellas, sus piernas se debilitaron por completo.
—-¡Joder!.—-Un ronco gemido por parte de Giyu se escuchó cerca de su oído, de una sola estocada se quedó quieto mientras su miembro palpitaba hasta correrse dentro de ella.
Su esposo paró sus movimientos para quedarse quieto, mientras repartía tiernos besos sobre las mejillas de su esposa al notarla ansiosa, dando por último un beso en sus labios, uno tranquilo y sin dobles intenciones.
—-Te amo..—-.Susurro contra sus labios para calmarla, lentamente la fue bajando pero fue difícil, sus piernas estaban demasiado débiles para mantenerse de pie, Giyu lo pudo notar y la cargó para llevarla a la habitación donde la acostó sobre el futón, Hanako sonrió y en cuestión de segundos se quedó dormida entre sus brazos mientras ella decía algo, su esposo sonrió para ella.

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𝐍𝐎𝐂𝐇𝐄𝐒 𝐁𝐋𝐀𝐍𝐂𝐀𝐒 (𝐃𝐞𝐦𝐨𝐧 𝐒𝐥𝐚𝐲𝐞𝐫)
Fiksi Penggemar𝐇𝐚𝐧𝐚𝐤𝐨 𝐒𝐚𝐬𝐚𝐤𝐢 , 𝐮𝐧𝐚 𝐣𝐨𝐯𝐞𝐧 𝐜𝐮𝐲𝐨 𝐚𝐧𝐭𝐞𝐩𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨 𝐟𝐨𝐫𝐣𝐚 𝐬𝐮 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨, 𝐥𝐚 𝐡𝐞𝐫𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐬𝐮𝐬 𝐚𝐧𝐜𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨𝐬, 𝐮𝐧𝐚 𝐦𝐚𝐥𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐨 𝐝𝐨𝐧, 𝐥𝐚 𝐨𝐛𝐥𝐢𝐠𝐚𝐫𝐚𝐧 𝐚 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐢𝐫 𝐚𝐝𝐞𝐥�...