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La mañana siguiente fue complicada, Tanjiro seguía inconsciente debido al agotamiento físico que sufrió por la batalla, tomando en cuenta que la Tsuguko de Kanae lo golpeó con fuerza, el chico seguía dormido, en otra parte Hanako estaba pensativa, no sabía que hacer o decir.

——¡Otra demonio más! ¿Tu lo sabias todo y aún así no dijiste nada! ¡Espero los expulsen de la sede de cazadores!.—- Sanemi llegó detrás de ella para tomarla con fuerza de los brazos y acorralarla contra la pared.

——¿Cuál es tu maldito problema?. Si yo sabía de Nezuko, ambas somos demonios y poco me importa lo que digas o pase, si me lo expulsan de la sede no tendré otra opción que aceptar mi castigo pero a ella quiero que la dejes en paz. Si me entero que le hiciste daño yo misma vendré a golpearte.—- Hanako se separó de golpe, había logrado empujarlo con fuerza cuando escucharon que los pilares debían estar con su líder, el albino solo se burló de ella, mirándola con desprecio.

——-No puedo esperar al día en que un día el sol te mate, si no será el será mi katana.

Ella no dijo nada, solo lo miro mal para después caminar directo al jardín donde los esperaban, ver a sus compañeros ahora la dejaban nerviosa pues todos la miraron al mismo tiempo en cuanto estuvo a su lado, pero al parecer Tomioka no estaba, algo que la dejó aún más preocupada. Pues el había escuchando todo anoche y quizá de nuevo se alejaría.

——Ahora qué Hanako está presente podemos continuar con la reunión, es importante aclarar todo lo qué pasó anoche. ¿Alguna explicación que tengas para nosotros?. ——Obanai fue el primero en hablar, la joven por otro lado se acercó a Tanjiro para ver que estuviera bien, tenía la quijada rota y varias heridas preocupantes, incluso ignoró a todos por un momento.

——¿Explicación? Solo puedo decir que soy amiga de este chico, su hermana es como yo solo que totalmente distintas, si confían en mi confiaran en ella, Nezuko no devora humanos, todo lo contrario. Ella los ha protegido, la he visto y confío plenamente en ella.

Hanako dio sus mejores respuestas, aunque podía sentir que ninguno le creía, ella al menos ya había aclarado las cosas, todo había empeorado cuando la reunión había empezado, todo parecía ir bien hasta que Sanemi apareció y como si fuera al propósito con el fin de molestar, el había herido a Nezuko. Hanako le miraba con odio mientras apretaba los puños con fuerza, Kyojuro pudo verla con ansiedad por lo que no dudo en tomarla de la mano para apretarla.

—-Decías confiar en ella, quédate tranquila. Estoy seguro que podrás darle una golpiza a Sanemi después. Pero cálmate.—-Hanako respiro profundo, cuando pronto vio que Tanjiro se levantó de golpe, por suerte Nezuko no hizo nada y ella pudo sentirse tranquila, logrando demostrar que ella tenía razón.

——Quiero entrenar a Nezuko para enseñarle a controlar su poder, además quiero que también Tanjiro y los otros dos que venían con el sean mis Tsugukos, a partir de ellos serán mi responsabilidad y me encargaré de entrenarlos. Después de todo, Tanjiro no fue el único que se enfrentó a Muzan.—- Hanako miro a Tanjiro con tristeza, la chica le dio agua mientras veía como intentaba no llorar, por otro lado todos se llevaron una sorpresa al escuchar eso de ella, otro secreto que llevo por meses ocultando.

—-Confiamos en ti Hanako, se que llevarás a esos nuevos cazadores a un mejor camino, además de que puedes influenciar bien a la pequeña Nezuko, pongo toda mi confianza en ti, haremos una reunión privada en unas horas.—- La pelirroja hizo una reverencia en cuanto escucho las palabras del mayor, por otro lado vio cómo los Kakushi se llevaban a los hermanos, ya sabía que estarían en la finca mariposa para curar sus heridas. Sanemi solo se quedó callado mirando con culpa a al pelirroja quien solo le lanzó una mirada asesina para después retirarse, todo marchaba de maravilla, a decir verdad todo fue tranquilo cuando ella había ido a visitar a sus ahora Tsuguko, Hanako pasó tiempo con ellos hasta que su cuervo reportó que había una misión pendiente fue ahí cuando ella decidió partir.

——¿Te irás ahora?—-Giyu se cruzó en camino con Hanako, ella sonrió cuando lo vio todo parecía indicar que todo marcharía bien entre los dos, quizá había una esperanza de que empezaran de nuevo y su amistad siguiera como antes.

—-Un pilar nunca descansa, así que me iré ahora, hay una misión que cumplir.—- La chica solo se despidió de él como siempre lo hacía, acariciandole la mejilla como en los viejos tiempos.

—-Cuídate por favor.—-Mencionó con melancolía, como si no quisiera dejarla ir nunca más, el mayor la tomó de la mano para apretarla mientras le daba un beso sobre la palma.

——Igual tu.—-Las mejillas de la joven no tardaron en ruborizarse, Giyu lo noto y por primera vez en los años que tenían de conocerse, el la miro a los ojos de otra manera, manteniendo ese contacto visual que a ambos les gustaba.

Hanako se puso de puntillas para darle un beso, uno muy cerca de sus labios, dándole la espalda para irse ya, aún no era el momento pero sin duda deseaba un beso.

𝐍𝐎𝐂𝐇𝐄𝐒 𝐁𝐋𝐀𝐍𝐂𝐀𝐒 (𝐃𝐞𝐦𝐨𝐧 𝐒𝐥𝐚𝐲𝐞𝐫)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora