Diecinueve

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- Taehyungie — llama Yoongi; ambos se vuelven, mirándole — ¿Por qué no me he enterado de que has llegado? Mamá, explícate.

- Iba a salir a limpiar el rellano, y bueno, este bonito muchacho me ha dicho que venía a verte, y me ha dado esta caja de pasteles; ahora mismo le preguntaba qué edad tiene — Yoongi abre la boca desmesuradamente, sin poder creer lo que está pasando — ¿Es un amiguito del cole?

- Primero, voy a la facultad, no al cole — gruñe, acercándose a los dos — segundo, no es un amiguito — le dice, agarrando la muñeca de Taehyung — y tercero, es mi novio, y mucho menor que tú.

- Qué buen gusto tienes, bebé — dice su madre, retirándose una lágrima ficticia que hace a Taehyung reírse — voy a poner los ricos pasteles en una bandejita y os la subo con café para que merendéis — ambos asienten, y Yoongi, comienza a tirar de su agarre, arrastrando a Taehyung — ahora te veo, bonito.

- Gracias, señora Min — dice el menor, completamente satisfecho.

- Llámame mamá, por favor — guiña la madre de Yoongi, enfureciendo a su hijo, que casi se echa a correr escaleras arriba.

Taehyung va apretando los labios por no reírse, al ver al pelimenta maldiciendo en lo bajo, mientras suben las escaleras; debe reconocer que se ha emocionado un poquito por ver a Yoongi, tan lindo, y celoso.

- ¿Te has puesto celosito, bebé? — ronronea Taehyung, soltando el agarre para rodear su cintura — no te preocupes por mi suegra, yo solo tengo ojos para ti.

- Déjame, maldito enfermo, tonteando con mi madre — gruñe, apretando en los brazos de Taehyung, aun andando hacia su habitación — ¿A quién se le ocurre ponerse a tontear con su suegra? — la risa del menor se cuela directamente en su oído, proporcionándole un peligroso latido — ¿P-Para esto has venido?

- He venido a verte — dice, pegando los labios a su oreja — a estudiar, y a merendarnos esos pasteles ricos para los dos — el pelimenta deja de forcejear, andando con Taehyung agarrado a su cintura — que no te he visto en todo el día.

Es en ese momento en el que Yoongi recuerda que está Jungkook dentro de la habitación, pero este es más rápido y abre la puerta justo en el momento en el que el menor deja un beso en su oreja, el pelimenta se sonroja furiosamente y el castaño debe hacer acopio de cada parte de su ser, para no golpear a Taehyung.

- Yoongi hyung, ¿Qué hace Jeon ahí? — pregunta el pelinegro, reposando la barbilla en su hombro — ¿No teníamos tarde de novios que estudian?

- Sí, bueno, pero Jungkookie va a tu curso, y también me ha dicho que quería venir a estudiar — el agarre en su cintura se aprieta, sintiendo perfectamente la anatomía de Taehyung, absolutamente todo, pegada a su cuerpo — no pasa nada porque estemos los tres, porque prometisteis comportaros.

- Claro que sí, hyung — dice Jungkook, con la sonrisa más falsa en la historia del mundo — voy al cuarto de baño, ahora vuelvo.

Yoongi ve cómo el castaño se dirige a su destino, y se siente menos cálido cuando Taehyung le suelta el agarre, para entrar a la habitación, en silencio; nuevamente, se da cuenta de que no ha salido la mejor idea.

Yoongi ve cómo el castaño se dirige a su destino, y se siente menos cálido cuando Taehyung le suelta el agarre, para entrar a la habitación, en silencio; nuevamente, se da cuenta de que no ha salido la mejor idea

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Y en efecto, los tres hacen lo que han venido a hacer; se pasan una hora estudiando, más o menos, o al menos parece que los dos menores lo consiguen, pues Yoongi está incómodo, estrecho y agobiado.

En la mesa central, baja, en la que están los tres, teniendo cuatro huecos para que se sienten cada uno en uno de ellos, han decidido que es mucho mejor, que ambos, se pongan a cada lado de Yoongi; su pequeño cuerpo está opacado por las grandes anatomías de los dos chicos que le están quitando años de vida.

Y como un huracán que arrasa una ciudad, la madre de Yoongi entra al cuarto, sonriendo pícaramente cuando se encuentra a su hijo entre esos dos.

- Vengo a traeros la merienda, y a deciros que os quedéis a cenar si queréis, ¿Sí? — la madre de Yoongi, ve cristalino, que su hijo le ruegue con los ojos que se retracte, y solo sonríe más grande — prepararemos una pequeña barbacoa en el jardín, los amigos, y novio de mi niño, son lo primero.

- Jessi, muchas gracias — dice Jungkook, cogiendo un pastel en cuanto lo pone en la mesa.

- Oh, los ha traído Taehyung — comenta ella, dejando también los cafés.

El pelinegro ve con oscuro placer cómo Jungkook se aguanta las ganas de escupir el bocado que le había dado, y lo deja, convenientemente de donde lo obtuvo.

El móvil del castaño comienza a sonar, y lo descuelga; los tres ven cómo Jungkook pone un pequeño pucherito, haciéndole rodear los ojos a Taehyung, enternecer a la madre y encantar a Yoongi, que le parece que está demasiado adorable para los ojos de cualquier persona en el mundo.

- Debo irme, mi madre me reclama en casa — suspira, para ponerse de pie — muchas gracias por tu invitación, Jessi.

- Dile a Hwasa que iré a verla esta semana, ¿Sí? — la mayor le da un casto beso en la mejilla a Jungkook, que asiente — siento mucho que no puedas quedarte, cariño, solo seremos nosotros tres.

- A mí también me da pena no poder quedarme — dice en un hilo de voz, mirando a Yoongi.

Sus ojos se desvían a la mano que Taehyung desliza por su cintura, y su corazón duele, cuando ve con claridad cómo su mayor, se reclina un poco en el pecho del pelinegro; no tenía ni idea de lo que podía doler una imagen tan simple, como es una pareja que se da una pequeña muestra de cariño.

- Nos vemos mañana en clase, Jungkookie — sonríe Yoongi, enseñando sus encías — dale un beso a Hwasa noona de mi parte.

El castaño asiente, para recoger sus cosas y marcharse; conforme baja las escaleras, un gran pesar le llena el pecho, pues antes Yoongi le acompañaba hasta la misma puerta. Grande es su sorpresa cuando siente a alguien detrás de él, y no es ni más ni menos que su mayor, guiñándole el ojo.

En la habitación, viendo Jessi la gran cara de cabreo que ha puesto Taehyung ante la escapada de Yoongi, se le ocurre una fantástica idea, tanto como las que son las de su hijo.

- Cariño mío, quédate a dormir, ¿Sí? — dice, con una hermosa sonrisa.

Fake love ❣ TaeGi KookGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora