El pelimenta le quita la cadena a Jungkook, que no entiende nada, y desliza el anillo por ella, sorprendiéndole y se vuelve, para enseñársela.
- Así no se me perderá el anillo, porque lo tendré colgado, junto con la bonita cadena que me has regalado — la sonrisa llena de encías de Yoongi, ataca duramente el corazón de pollo de Jungkook, que asiente — podré llevaros a los dos conmigo siempre, es mucho mejor.
- Claro, hyung, cómo quieras — Jungkook asiente, y vuelve a coger la cadena.
El castaño pasa las manos por detrás de su cuello, y se levanta de la silla; Yoongi siente su respiración acelerarse por tener su nariz rozando con el pecho de Jungkook, mientras este le pone la cadena, aprovechando su diferencia de alturas.
Jungkook piensa que esto es una gran victoria, conoce lo suficiente a Taehyung para saber que puede molestarse si se encuentra el anillo colgado de su cadena, en vez de reinando en el dedo, dónde lo dejó puesto antes de irse; se separa un poco, colocando la cadena debidamente, y descubre el hermoso rostro sonrojado de su mayor.
El silencio reina entre los dos, y no puede evitar subir su mano a acariciar esa mejilla teñida de rosáceo de su mayor; piensa por enésima vez que es muy lindo, más que nadie que haya conocido.
- ¿No crees que hace demasiado que no estábamos los dos solos? — pregunta Jungkook, sonriendo internamente por la cara de relajación de su mayor — te extraño, hyung.
Y Yoongi cae en la cuenta de lo mucho que lo hace él también; últimamente se pasa todo el día con Taehyung, y es cierto que tiene bastante descuidada su amistad con Jungkook. El pelimenta asiente, dándole un pequeño puñetazo cariñoso en el pecho.
- Yo también, ¿Quieres que hagamos algo divertido? Aun es pronto para ir a dormir — dice Yoongi, recibiendo un asentimiento — ¿Qué tal jugar a la play un rato? No creo que Hwasa noona te regañe si le avisas de que estás aquí — Jungkook saca el móvil, casi a la velocidad de la luz — te voy a patear el culo, ya lo verás.
- Eres un manta en esos juegos, hyung — se ríe Jungkook, girándose para recoger los platos — primero limpiemos esto, no quiero que Jessi noona se enfade.
- Vale, y luego prepárate para perder estrepitosamente contra mí — dice con orgullo.
Un cosquilleo nostálgico les llena a los dos, que no tenían ese tipo de momentos desde que Taehyung apareció por su vida; el cual, ha llegado a su casa hace un ratito, y simplemente se ha tumbado en su cama.
Mira desde su posición la cocina, dándose cuenta de lo vacía y triste que está, pero sonríe, pues el dinero para comida y víveres que tenía este mes, lo ha invertido en algo más especial; se gira, quedando de lado para mirar el móvil, extrañándose porque no hay ningún mensaje de su hyung, exigiéndole saber si ha llegado a casa ya o no.
Con el corazón en un puño, le manda un mensaje de vuelta, avisándole de que ya está allí, que no debe preocuparse.
El cual, Yoongi ignora completamente, pues está más entretenido jugando con Jungkook.
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Al día siguiente, con unas pronunciadas ojeras y sin haber dormido casi nada, preocupado por Yoongi, porque no le contestó a ni un solo mensaje ni a las llamadas que le hizo, Taehyung espera impaciente en la puerta; su corazón sufre un pinchazo doloroso cuando lo ve llegar a lo lejos, con Jungkook.
El pelinegro no entiende absolutamente nada, porque el mejor amigo de su novio falso vive en otra dirección, entonces no comprende la razón por la que vienen juntos.
- ¡Buenos días, Taetae! — saluda Yoongi, llegando hasta él — ¿Has dormido bien?
El mayor pone sus labios, esperando un beso de buenos días, el más que acostumbrado ya, que no llega, pues Taehyung tiene los ojos puestos en el rostro serio, pero a la vez burlón de Jungkook, que lo mira totalmente divertido.
Yoongi frunce su ceño, cuando ve que el pelinegro simplemente se da la vuelta, metiéndose en la facultad.
- Luego te veo, Jungkookie, parece que alguien se ha levantado de mal humor — el castaño asiente, celebrando interiormente su victoria — este niño me da muchos dolores de cabeza, en fin, hasta luego.
Se despide con la mano, para salir a paso rápido detrás de Taehyung, que no corre porque en las normas del recinto está prohibido hacerlo.
Sus pasos le llevan directamente a un sitio en concreto, sacándose el paquete de tabaco por el camino, extrayendo el cigarro y encendiéndoselo casi antes de llegar al lugar destinado a ello; para cuando se apoya en la pared, ve el rostro encendido en llamas de Yoongi, que le seguía por detrás.
- ¿Me explicas que te pasa? — pregunta el pelimenta, cruzado de brazos — ¿Por qué tienes ojeras y esa cara de no haber dormido?
- Respóndete tu solito, hyung — dice Taehyung, sacando el móvil y zarandeándolo con ironía.
Yoongi saca el suyo propio, y siente que su alma se ha ido de su cuerpo al ver los mensajes de Taehyung y las diferentes llamadas, dándose cuenta del enfado de su menor; sube su mirada nuevamente, y un escalofrío le recorre, al recibir los ojos neutros del pelinegro.
- Perdóname, ayer Jungkook se quedó a cenar, y bueno, nos pusimos a jugar a la play, y se me fue el mirar el móvil — Yoongi da un par de pasos, quedando a centímetros de Taehyung, que le mira impasible — claro, se nos hizo tarde y bueno, al final nos quedamos dormidos en el sofá — el traicionero e irresponsable sol de la mañana, refleja la cadena de plata, enseñándosela al pelinegro, que utiliza su mano libre para sacarla, viendo el anillo, su anillo, colgado de ella — me la regaló ayer Jungkookie, ¿Te gusta?
La cadena y el anillo en su mano, tiemblan a causa de ellas, dándose cuenta de lo insensible que puede ser su mayor en algunas ocasiones.
- Entonces que yo no me quedase a dormir, ya no importa, ¿No? Igual que tampoco importa mi anillo — suelta ambos objetos, confundiendo a Yoongi — es cierto, esta es una relación falsa, y tonta, porque no valoras nada, hyung.
- ¿A qué viene esto? No entiendo nada, Taehyung, y te estás pasando — Yoongi se echa un poco para atrás, sintiendo que le duele el pecho — es cierto que no te respondí y entiendo tu molestia, pero no tienes que ser cruel conmigo, pensé que estábamos bien — el pelinegro tira el cigarro, casi con rabia — ¡Dime qué pasa realmente!
- Haber tratado mejor a mi anillo — suelta, cortante.
Taehyung comienza a andar, dejando allí a Yoongi, patidifuso, confundido y cabreado, por la actitud de mierda de su novio.
