Con las manos detrás de la espalda, cara de circunstancias y un profundo arrepentimiento, el pelimenta se acerca a Jungkook, que come solo, pues Hoseok está con Namjoon, Jimin con Jin y Taehyung y su mayor, no se encontraba hasta ahora.
Ve con claridad la cara de disgusto de su menor, y se siente mucho más culpable todavía, así que, pillándolo desprevenido, Yoongi aparta lo suficiente de la mesa a Jungkook para sentarse en su regazo, haciendo que los grandes ojos de ciervo del menor se abran, demasiado sorprendidos.
- ¿Me perdonas? — pregunta, poniendo ambas manos en los hombros — todo esto es demasiado nuevo para mí, demasiado rápido, y, además, no me siento cómodo haciendo esto contigo el lunes, cuando apenas estaba así el viernes, con otra persona — Jungkook asiente, comprendiendo — te he elegido a ti, ¿No? Aunque, en realidad, no había nada que elegir, porque solo he tenido ojos para la misma persona, siempre.
- Y-Yoongi hyung... — susurra, emocionado por sus palabras — me he portado algo infantil antes, también deberías perdonarme tú a mí.
- Es normal, no te preocupes — sonríe, dulcemente — me parece que, a causa de mi pequeña mentira, nos hemos quedado solos tú y yo, Jungkookie — el castaño asiente, torciendo el gesto — ¿Has hablado con Namjoonie?
- No quiere — dice, muy apenado — también es extraño para mí, no hablar con él, después de... bueno, ya sabes.
El pelimenta asiente, echándose hacia adelante para apoyar su mejilla en el hombro, cerrando los ojos ante las pequeñas caricias que deja Jungkook en su espalda, ambos metidos en sus propios pensamientos, pero en silencio.
Mientras tanto, Jimin come tranquilamente, y Taehyung rueda los ojos ante los malos gestos de su expareja.
- ¿Podrías dejar de mirarlos? — Jin obedece, enfocándole a él — se acabó, Jinnie hyung, además, no pasa absolutamente nada, esto está como tenía que estar, ellos dos juntos, y yo, comiendo sobras de mi suegra — la pareja le mira, viendo cómo brillan los ojos de Taehyung, haciéndoles tragar duro — p-perdón, de la madre de Yoongi.
- Con nosotros no tienes que hacerte el fuerte, no te preocupes — sonríe Jimin, retirándole cariñosamente la lágrima que se le escapa — tranquilo, cielo, nosotros estaremos aquí para lo que necesites.
- Gracias — susurra, cerrando los ojos ante los cariños de Jimin.
- ¿Taehyung? — preguntan, haciendo que los tres miren al individuo que ha llegado — ¿Tendrías un momento ahora para hablar del trabajo? Aunque, si te pasa algo, y prefieres un café.
- No, tranquilo, podemos ir ahora — asiente; el pelinegro se levanta, agarrando su mochila — Jiminie, si ves que tardamos en entrar al aula, avisa al profesor Lee de que estamos hablando del trabajo — el mencionado sube el pulgar confirmando, y le sonríe — anda, adiós, me voy con Mark.
- No nos conocemos mucho, pero puedo entender qué te pasa — dice el recién llegado, viendo a Yoongi y Jungkook, dándose cariños; Taehyung sonríe con algo de tristeza, pero niega con la cabeza — aquí tienes un hombro donde llorar, tranquilo, podemos ser amigos a partir de ahora.
- Gracias, realmente lo agradezco — sonríe, siendo sincero con sus palabras.
El pelimenta ve desde su escondite cómo un extraño del que no sabía de su existencia pasa el brazo por detrás de Taehyung, sonriéndole enérgicamente, haciendo, que el pelinegro le imite en la acción.
Y una sensación desagradable, le llena, y, además, no entiende por qué.
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Pero dicen que todo se pasa con risas, chucherías y pasando tiempo con gente a la que aprecias, y es justamente lo que hace Yoongi, que lleva dos días completos, disfrutando de la compañía de su mejor amigo, aunque esta vez, es ligeramente diferente, pues se halla encima de él jugando a la play, en vez de a su lado, como pasaba antes.
Otra victoria aplastante para el menor, que lo celebra dejando un casto beso en su cuello, el cual, eriza cada vello de Yoongi.
- Eres demasiado malo, hyung — se ríe, mirando su puchero — llevamos literalmente toda la tarde jugando y todavía no me has ganado ni una sola vez — Yoongi arruga la nariz, claramente disgustado.
- Pues Taehyung... — se muerde el labio, incómodo — perdóname.
Pero esta vez, en vez de disculparle o sonreírle gentilmente, Jungkook ve mucho mejor el hecho de juntar sus labios con los del mayor, enfrascándose en un beso suave; sueltan los mandos, dejándose llevar por la sensación diferente que les causa esa acción, soltándose poco a poco, con el otro.
Los brazos de Yoongi rodean el cuello del castaño, recolocándose debidamente en su regazo, mientras disfruta de unas caricias en su cintura, tan sutiles que le está empezando a faltar la respiración.
Las bocas se abren levemente, dejando paso a las lenguas, que se enrollan entre ellas, y Yoongi, no puede evitar jadear entre el beso al empezar a sentir la extensión de su menor debajo de su trasero, con esos estupendamente cortos que lleva; con lentitud, Jungkook lleva su mano al muslo del pelimenta, acariciando a la vez que deja suaves apretones, sintiendo cómo el calor les llena a ambos.
Que se separan del beso más impresionante que se han dado en estos días, dejándose llevar del todo, por primera vez.
- ¿Recuerdas cuando te dije que te ayudaría? — pregunta el castaño, mirándole con tanta intensidad, que le hace jadear — no estaba ni un poco de broma, Yoongi hyung — aprieta sutilmente la ingle del pelimenta, disfrutando de su rostro — pero esta vez, no hay un molesto novio falso que me frene.
El pelimenta traga duro, cerrando los ojos ante el beso que le ofrece nuevamente, siendo recostado contra su cama, sin planteárselo dos veces.
Echando de su mente a ese novio falso, que se lo impedía.
