Veintiséis

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Y allí se está viendo ahora mismo, en esa maldita fiesta a la que no quería ir, habiendo utilizado el poco dinero que le quedaba para poder entrar, porque le han llamado, interrumpiendo su maldita partida.

Lo peor, es que se ha tenido que vestir debidamente, porque si no, no le permitirían la entrada, y ese conjunto de pantalón de pinza y camisa, ambos negros, no es lo que habitúa a utilizar, pero claro, debe hacerlo; suspira, maldiciendo por lo bajo, la enésima vez desde que recibió la llamada de Jimin.

Divisa a su amigo, que lo espera junto con Jin a la entrada, una vez se pasa la zona de los tickets, acercándose a ellos.

- Qué guapo, Taetae — saluda Jimin, y este, hace un movimiento de cabeza — te hemos llamado para que vengas con urgencia, porque hemos visto a tu novio, algo perjudicado con el alcohol — Taehyung suspira, para asentir nuevamente — está en la pista de baile junto con Hoseok hyung, bailando.

- ¿Yoongi hyung baila? — pregunta, asombrado, para empezar a andar con ellos.

- Y casi tan bien cómo lo hago yo — interviene Jin, que solo obtiene una mirada aburrida de Taehyung — compórtate como un adulto, ¿Sí? Los berrinches de niño pequeño, déjalos para tus amigos, este es tu novio, no le pierdas por que tu orgullo pueda más, al final, te quedas solo.

Taehyung mira significativamente a su ex, y le sonríe, por primera vez en meses, para asentir y entrar por fin, en ese lugar lleno de gente alcoholizada, que baila, se restriega, y sigue bebiendo sin límite.

El pelinegro enfoca, buscando a Yoongi con los ojos, y la confusión le opaca el cerebro cuando lo ve hablando tranquilamente con Jungkook, Namjoon, y Hoseok; para cuándo se gira, a pedir explicaciones a la pareja, no los encuentra a su lado.

¿Qué ha pasado realmente?

Un rato antes, en la fiesta, la pareja llega a la mesa dónde se encuentran todos, exceptuando por supuesto a Taehyung, y Yoongi les saluda, solo con la cabeza.

- Hyung, ¿Podría hablar un momento contigo? — dice Jimin, y este, suelta un pequeño sí, para apartarse junto con él, expectante por lo que quiera decir — no vengo a decirte las razones por las que Taetae está enfadado, eso debe hacerlo él, pero sí quiero que sepas que no va a venir a la fiesta, así que no le esperes — Yoongi baja la mirada, avergonzado por haber sido cazado sin siquiera hablar — es un chico orgulloso, que valora mucho los detalles, y bueno, me gustaría saber si tienes intenciones de hablar con él.

- Esperaba verle aquí, y que hablásemos — dice, casi inaudible.

- Entonces, tengo una idea magnifica — Jimin sonríe en grande, escondiendo sus ojitos al hacerlo — voy a llamarle, y cuando llegue se enfadará todavía más, así que hyung, todo está en tus manos.

Yoongi ladea la cabeza, sin entender.

Pues eso pasó exactamente, Jimin siendo el artefacto de todo esto.

Y Yoongi ve a Taehyung, acelerándose el corazón por lo espectacularmente guapo que se encuentra, solo para que Jungkook ruede los ojos, negándose a confirmar que el novio de su mejor amigo, está hermoso; el castaño pasa un brazo por encima de los hombros del pelimenta, que mira a su novio, esperando con impaciencia que vaya hacia ellos, pero solo siente decepción de nuevo.

El pelinegro, consciente de que le han tendido una trampa, decide utilizar el ticket de las dos copas que le han hecho pagar para entrar, y se dirige a la barra, directamente.

Lo malo es que la decepción de Yoongi, se convierte rápida y certera en rabia, por ser ignorado, obviado y se levanta, yendo a por ese niño terco que tiene intención de seguir sacándole de sus papeles, sin inmutarse; el pelimenta toca el hombro de Taehyung, que se gira, viendo que él, también está hermoso, y muy parecido a él respecto a la ropa.

- Me habéis mentido para que venga aquí, lo que tengas que decir, te lo ahorras — el pelinegro agarra su copa, para beber de ella.

- Me tienes hasta los huevos, Kim Taehyung — gruñe Yoongi, haciéndole fruncir el ceño — no sé qué te ha dicho Jimin para que vengas, pero sí, he sido yo el que se lo ha pedido, porque no quiero que sigamos estando así.

Taehyung le agarra el mentón, y baja el rostro, quedando cerca del mayor; un cosquilleo fluye por ambos cuerpos, la temperatura parece subir como la espuma, el ambiente que los envuelve.

- Ni un puto won me queda, y tú te pones mi anillo, nuestro anillo de un mes de novios falsos y amigos en la cadena del imbécil número dos de la facultad — Yoongi arruga la nariz, nervioso por la cercanía con Taehyung — estoy enfadado, furioso, y decepcionado porque has tratado lo que me quedaba para sobrevivir este mes, como si no valiese nada.

- Precisamente por eso me lo he colgado, me está un poco grande, y no quería que se me perdiese — Yoongi le agarra de la camiseta, pegándose a su cuerpo — esa noche te deberías haber quedado a dormir conmigo, y no habría pasado esto.

- Ya, pero fue tu amorcito el que durmió contigo, mucho mejor, ¿No? — la mano que tiene la copa, la suelta, para agarrar de la cintura a Yoongi, con las anatomías completamente pegadas — me pasé toda la puta noche llamándote, preocupado, y tú jugando con ese idiota, en vez de hacerme caso a mí.

- Yo quería que te quedases tú, y me rechazaste — el mayor, roza sus narices, derritiéndose ante la mirada intensa de Taehyung — encima llevas dos días sin darme mi beso de buenos días, y todo porque estás celoso, es ridículo.

Esa frase toca directamente el orgullo de Taehyung, que suelta a Yoongi, casi como le quemase; la mirada desafiante de su mayor tampoco ayuda, y decide volver a huir, pues lo que tiene para decirle al pelimenta ahora mismo, no es precisamente nada bonito, se conoce demasiado bien.

Anda decidido hasta el cuarto de baño, para echarse agua en la cara, queriendo tranquilizarse, pero hay alguien que no le va a dejar.

La puerta se cierra de forma furiosa, y Taehyung se gira, justo en el momento en el que Yoongi estira sus manos, para agarrar su rostro y bajarlo; los labios chocan entre sí, las manos del pelinegro se van directas a su trasero, y el mayor pasa las suyas por el cuello, sacando las lenguas para saludar a la contraria, en un beso apasionado, necesitado y que quema como el mismo fuego.

El pelimenta utiliza uno de sus pies para abrir uno de los cubículos, metiéndose con Taehyung dentro de él, disfrutando cómo las manos de su novio, se cuelan dentro de su camiseta, ambos ni queriendo parar para respirar.

Los chasquidos de besos, jadeos y pequeños gemidos, se escuchan casi por encima de la música, a medida que las entrepiernas, se restriegan entre ellas.

Fake love ❣ TaeGi KookGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora