Cuarenta y siete

443 52 0
                                    

Al principio, todos estaban bastante conmocionados por la impresionante mansión que tiene el novio de Hoseok, pero después de un rato, la mayoría se decide por dedicarse a la bebida, que es la mejor de las terapias.

Por un lado, tenemos a Hoseok y Namjoon, que se ríen en la cocina, por otro, están Jimin, Taehyung, Jin y Mark, bebiendo entretenidos en una de las mesas del jardín y finalmente, a la pareja, ambos pensativos; cada uno metido en sus propios pensamientos, aunque estén juntos, es como si no lo estuviesen.

- Hyung — dice Jungkook, acariciándole el muslo — ¿Te lo estás pasando bien? ¿Preferirías que nos marchásemos?

- ¿Por qué lo dices? — pregunta, mirándole con un puchero.

- No sé, estamos aquí callados, sin hacer nada — el pelimenta se pega más a él, suspirando — a lo mejor si estuviésemos solos podríamos pasarlo mejor — Yoongi siente sus mejillas encenderse, mirándole con vergüenza — bueno, claro, si tú quisieras, esto es cosa de dos.

- Es vergonzoso — se ríe, algo avergonzado — pasemos un rato más aquí, y si no, pues nos vamos, hoy mamá tiene turno de noche.

- Genial — sonríe el castaño, dándole un casto beso en los labios — voy a ir al baño, y por más bebida, ¿Sí?

- Perfecto — asiente, devolviéndole la sonrisa.

A cada momento que pasa, el pelimenta se siente peor porque no está disfrutando de la compañía de Jungkook como realmente le gustaría, pero los pensamientos no paran de torturarle la mente, yéndose todos, una y otra vez, a la misma cosa.

Levanta sus ojos, para ver cómo, de nuevo, Taehyung se ríe a carcajadas con ese nuevo amigo que se ha echado, dándose cuenta de cómo echa de menos su compañía, y la repetitiva sensación de culpabilidad, le asfixia; se levanta, algo agobiado, metiéndose en la casa, siendo perseguido con la mirada, por el pelinegro.

Que, preocupado, no duda en irse detrás de él, porque a pesar de todo, no tiene intención de que la relación con Yoongi se pierda, aunque no puedan estar juntos. Consigue atraparlo en la puerta del baño, tocándole el hombro con preocupación; sus felinos orbes destilan preocupación, y según su criterio, también tristeza.

- Yoonie hyung, me tienes realmente preocupado, no entiendo qué te pasa — el pelimenta niega, metiéndose en el baño — no huyas de mí, somos amigos, nos podemos contar todo, ¿No?

- D-Deja de decir eso — le implora, viéndolo apoyado en el marco de la puerta.

- Que deje de decir el qué — gruñe, empezando a estar un poco cansado — realmente no te entiendo, ¿Sabes? Al final los dos habéis tenido lo que queríais, y, aun así, aquí me tienes, yendo detrás de ti una y otra vez, porque me preocupa verte tan triste y decaído — Yoongi le mira, sintiéndose temblar — quiero verte feliz, no así.

- Claro, porque tú si lo estás — Taehyung arquea una ceja, sin entender — ese nuevo amiguito que te has echado es más importante que yo.

- Cállate antes de que te arrepientas de decir algo que no piensas.

- Sí lo pienso — gruñe, dando un par de pasos hacia él — sólo porque Jungkook y yo estemos juntos no implica que tú ya no puedas estar conmigo, y encima, te alejas de mí, dejándome completamente solo.

- ¿Acaso te escuchas? — Taehyung frunce el ceño, para avanzar — ¿Te tengo que recordar que el idiota de tu novio me cae mal? ¿No puedo tener más amigos?

- ¡No es mi novio! — grita, apretando los puños.

El pelinegro se mantiene en silencio, comiéndose las ganas que tiene de mandar a la mierda al pelimenta, que ni él mismo se entiende en estos momentos; suspira, revolviéndose los cabellos.

- ¿Entonces por qué lo dejamos tú y yo? — pregunta, con una simpleza abrumadora.

El corazón de Yoongi late tan dolorosamente que siente que se le podría salir del pecho, y niega con la cabeza, sin saber que hacer en esos momentos; lleva sus manos a los brazos de Taehyung, apretando su camisa.

- ¿Por qué no te quitas el anillo, Yoongi? — pregunta de nuevo, mirándole directamente a los ojos.

La intensa mirada oscura de Taehyung atraviesa el pecho de Yoongi, que él tampoco comprende porqué se lo ha quitado, y se pega más a él, queriendo entender por qué no lo ha hecho; el pelinegro le quita las manos de sus brazos, sintiendo que ese toque le duele más que una bofetada en la cara.

- ¿Ves? No quieres estar conmigo — lloriquea, dolorido por el gesto de Taehyung.

- ¡No te entiendo una mierda, Yoongi hyung! — le grita, empezando a estar demasiado harto de la situación.

El pelimenta vuelve a agarrarle de la camisa, tironeando con fuerza, totalmente devastado por ver a Taehyung de esa manera, que, sin querer perder los cabales, le retira el cabello de los ojos, mirándole con compresión; lo que no espera es que Yoongi consiga hacerle bajar del todo, rozando sus narices antes de que sus labios choquen levemente, sorprendiéndole.

El corazón de Taehyung duele tanto que siente que podría morirse, pues no es más que un roce, uno del que Yoongi se separa como si quemase.

- Y-Yo, n-no sé, lo s-siento, Taetae — se disculpa, negando con la cabeza, para salir escupido del baño, huyendo hacia donde nunca tendría que haberse ido, y esperar a Jungkook, que es dónde debería estar.

Los ojos de Taehyung pican, sintiéndose de mil formas diferentes, y ninguna de ellas es, desde luego, agradable. Se apoya en la pared del cuarto de baño, cerrando la puerta, pues no tiene ganas de permanecer ni un minuto más en esa fiesta absurda a la que ha ido, solo porque Mark se lo ha pedido.

Tampoco es que siga teniendo muchas ganas de seguir viviendo en Seúl.

Por otro lado, Jungkook, va a tardar más de lo esperado en aparecer, pues está más que ocupado, exigiéndole a Namjoon, la misma atención, que Yoongi, le exige a Taehyung.

Fake love ❣ TaeGi KookGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora