Y la habitación recibe el hermoso gemido que tiene Taehyung para soltar cuando se corre inevitablemente, a causa de la mano de Yoongi rodeando su extensión, y sintiendo vergüenza, pues es real que estaba desentrenado.
Pero eso no le impide llevar a su mayor al mismo sitio, y no puede evitarlo; deja un casto beso en sus labios antes de separarse y bajar, para que Yoongi no le dé tiempo siquiera a reaccionar. Sus manos bajan los pantalones del mayor, y el pelimenta sólo puede arquear la espalda cuando Taehyung, se mete su extensión completamente en la boca.
El interior de la boca de su menor es cálido y húmedo, pero está muerto de vergüenza, porque se siente demasiado bien, y no sabe cómo le podrá mirar a los ojos mañana por la mañana, de día y con sol.
El cosquilleo previo al orgasmo le aborda, e intenta tironear de los cabellos de Taehyung para evitar que reciba su esencia en la boca, pero va tarde.
Cada gota espesa y caliente llena su interior, y Taehyung se separa; Yoongi ve con la poca luz de la habitación, cómo la nuez en la garganta del menor, se mueve, y el pelimenta comprende en ese momento que se la ha tragado. Su mano tapa su rostro, mientras que el pelinegro, le sube los pantalones.
- No es para tanto, me acostumbré a hacerlo con Jinnie hyung, a él le gustaba — el pelinegro se baja de la cama, sonriendo ante los ojitos curiosos de Yoongi, que salen detrás de su mano — voy a ir al aseo para traer algo que nos limpiemos, ¿Sí?
El pelimenta ve, con el corazón latiéndole fuertemente, cómo se acaba de magrear con su novio falso, cómo lo ha disfrutado de principio a fin, y cómo no se arrepiente ni un poco de que haya ocurrido; una pequeña sonrisa se forma en sus labios, dándose cuenta de que mientras las cosas se hablen, y no haya malentendidos, todo estará bien.
Taehyung vuelve con toallitas y una toalla pequeña, y se le cede a Yoongi, que con vergüenza se tapa con las sábanas para no ser visto.
- Eres lindo, hyung — dice Taehyung, divertido — acabo de tenerla en mi boca, pero te tapas con la sábana para que no te vea, tan tierno — el pelimenta le saca la lengua, haciéndole reír — lo he disfrutado mucho, Yoonie hyung — el pelinegro termina de limpiarse el desastre por dentro, metiéndose deprisa en la cama, para mirar a su mayor, con dulzura — creo, que a pesar de todo, hacemos una gran pareja.
- No somos una pareja verdadera, Taetae — dice el pelimenta, tirando la toallita al suelo — eso lo sabes, ¿Verdad?
- Lo sé — Taehyung asiente, atrayéndolo nuevamente hacia sí — pero eso no tiene por qué impedir que disfrutemos juntos de vez en cuando, ¿No crees? — el mayor ladea un poco la cabeza, sin entender — ¿Quieres que seamos amigos con derechos?
- No, eso sí que no — Yoongi niega, arrugando la nariz — yo estoy enamorado de alguien, todo esto es para que consiga mi objetivo de que se dé cuenta de sus sentimientos por mí, si es que los tiene — Taehyung pone un puchero, dándole ganas de reír — no me vas a usar cómo tu consolador personal, señorito.
- Había que intentarlo — sonríe Taehyung, para bajar su cuerpo, y meter la cabeza en el hueco del cuello de Yoongi, que pasa su mano por la espalda, para acariciar sus cabellos — pero cuando quieras, sólo pídelo.
El mayor se ríe levemente, y asiente, cerrando por fin los ojos para dormir, cómo se debería haber hecho hace un rato.
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La cosa es, que como dije, la relación entre ellos dos, cambia demasiado; cada mañana, Taehyung espera a Yoongi en la puerta de la facultad, para entrelazar las manos y proporcionarle un pequeño beso en los labios, que el pelimenta, no niega.
Y a la hora de la comida, mientras que el mayor está dándole de comer a Taehyung, que juega muy enfrascado en su consola, Yoongi ve divertido cómo este pone morritos al masticar, pareciéndole adorable. Los ojos de Taehyung suben, sintiéndose observado, y solo puede sonreír, al ver a su mayor mirándole tan dulcemente.
- Os falta soltar corazones y purpurina — dice Hoseok, que también se encuentra allí, igual que Jungkook y Namjoon, que se mantienen en silencio.
- Eso, deberíais cortaros un poco en la facultad — asiente Namjoon, terminando su comida — todos entendemos que lleváis más de un mes juntos, que los principios siempre son así — desvía un poco sus ojos a Jungkook, que solo come en silencio — por cierto, ¿Habéis hecho algo por eso?
- No, realmente yo no me había acordado — dice Yoongi, negando con la cabeza.
- Bueno, yo sí — Taehyung deja su consola, para rebuscar en la mochila — llevo varios días para dártelo, pero siempre lo olvidaba — el corazón del pelimenta se acelera, al ver una pequeña cajita — es solo un detalle, pero me apetecía darte algo.
Todos ven cómo un pequeño anillo de plata aparece en la cajita cuando el pelimenta la abre, y cómo Taehyung sonríe levemente.
Apenas se lo piensa, cuando deja la cajita en la mesa y se lanza a sus brazos; el pelinegro se queda tan sorprendido cómo Jungkook, cuando es Yoongi el que le besa, pues en un mes y medio, casi, de relación que llevan,
Un atisbo de sonrisa se crea en el rostro de Taehyung, que solo puede corresponder feliz, ese beso.
Sin embargo, la paciencia de Jungkook comienza a colmarse, al ver a su mayor hacer ese tipo de cosas; se levanta, en completo silencio, para salir disparado de allí, rogando, una vez más, que Yoongi le siga cómo siempre.
Grande es su decepción cuando sólo le ve, abrazarse fuertemente a Taehyung.
