Treinta y uno

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La espalda de Taehyung recibe la enésima marca causada por las uñas de Yoongi, que salta, con la cabeza echada hacia atrás, el cuerpo dolorido y el trasero pidiendo tregua, pero ahí están, con los rayos del sol entrando por la ventana, entregándose nuevamente al placer, por tercera vez.

Las grandes manos del pelinegro están marcadas a fuego en sus nalgas, fuertemente apretadas, mientras sus labios dejan la cuarta marca en el cuello del mayor, sabiendo que los pinchazos en su entrepierna solo pueden significar una cosa, y ayuda, subiendo sus caderas cuando Yoongi baja, amando cada gemido, jadeo y su nombre, que sale de los labios del pálido.

La boca de Taehyung busca la contraria, que encuentra en menos de segundos, enfrascándose en un salvaje beso, a la vez que el condón vuelve a ser llenado por el pelinegro, y la esencia de Yoongi, les ensucia, de nuevo.

Unas sonrisas de satisfacción decoran ambos rostros, pegados cómo si no fuesen a verse nunca más, respirando profundamente, demasiado cansados.

- Tengo tanto sueño, Taetae — pucherea Yoongi, sentándose bien en el regazo, después de que el pelinegro, se salga, y se quite el condón — déjame dormir, porque si esto es una tortura para que esté tan cansado que no pueda andar, lo estás consiguiendo — el menor se ríe, dejando un casto beso en su mejilla.

- Estábamos durmiendo, pero qué le hago si me despierto y te tengo aquí, tan lindo y delicioso — Taehyung se muerde el labio, con lascivia — deberías darte cuenta de lo que me provocas.

- ¿Me dejas que me duche? — pregunta, haciendo el amago de bajarse de su regazo, sin conseguirlo.

- Vamos los dos, yo también estoy sucio — Yoongi le mira con una ceja arqueada, y Taehyung, le saca la lengua — entramos de sobra para ducharnos, no para hacer nada más, tranquilo — el mayor asiente, bajándose de su regazo, aunque debe ser cogido por el contrario, pues se tambalea, al tocar el suelo — sí, creo que necesitamos descansar un ratito más que un par de horas.

- Venga, tonto — gruñe en bajito, siendo llevado de la mano por Taehyung.

Aunque no andan mucho, porque el apartamento del menor es muy pequeño, y Yoongi ve cómo el pelinegro prepara el agua, para que salga caliente, y lo invita a meterse; la temperatura es tan ideal, que parece purificarle, y cierra los ojos, cuando Taehyung le envuelve en sus brazos, dejando su rostro contra su pecho.

- ¿Recuerdas la primera vez que estuviste aquí? — dice con algo de burla, haciendo que el pelimenta, asienta — ¿Te imaginabas que esto pasaría?

- No, de hecho, también es la primera vez que desvisto a un hombre, siempre me han desvestido a mí — el pelimenta se separa lo que puede, para coger el champú, dándoselo a Taehyung — consiénteme, es lo que me merezco por no tener mis necesarias horas de sueño.

Una pequeña risa sale de los labios del pelinegro, que echa sus rizos hacia detrás, y se pone el champú en la mano; Taehyung ve, encantado cómo Yoongi cierra los ojos ante el masaje en su cabeza.

Ha sido una gran noche.

Después de dormir unas cuantas horas, y de que Jessi apareciera con la comida para ambos, cosa que Taehyung, no le dice a Yoongi, para que no se marche, ambos chicos se encuentran jugando al Mario Kart, con el mayor sentado en el regazo del menor,...

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Después de dormir unas cuantas horas, y de que Jessi apareciera con la comida para ambos, cosa que Taehyung, no le dice a Yoongi, para que no se marche, ambos chicos se encuentran jugando al Mario Kart, con el mayor sentado en el regazo del menor, que ya va por la novena partida ganada.

Un puchero indignado se forma en los labios de Yoongi, mientras tiene la delicia de escuchar la sonora risa de Taehyung; el calor que irradia el cuerpo de este, le hace sentirse en casa, y se echa para atrás, disfrutando de cómo el pelinegro, pone la cabeza, encima de la suya. Y por fin, cae en la cuenta, de que este tipo de cosas, no las había disfrutado antes, con nadie, y se alegra, de que sea con él, con quien las esté experimentando.

- Taetae — dice Yoongi, dejando el mando — me he dado cuenta de algo muy, muy importante, ¿Sabes?

- ¿Qué es? — pregunta, divertido.

Taehyung se obliga a dejar el mando encima del colchón, pues Yoongi se gira, sentándose a horcajadas encima de él; sus ojos le atraviesan, y sus manos se van de forma automática a la cintura, acariciándola con cariño.

- No me quiero ir — confiesa, acelerando el corazón de Taehyung — me apetece jugar contigo, conocerte, que cocinemos juntos, tal vez podríamos salir a dar una vuelta, o decirle a Hobi que venga a cenar — el largo dedo del pelimenta aparta un rizo que tapa uno de los ojos del menor, que ahora mismo, parecen brillar como la más bonita de las galaxias — estoy disfrutando mucho contigo.

- Yo también quiero todo eso — le dice, emocionado — y solo lo quiero contigo.

Ambos chicos se funden en un pequeño beso, que no tarda en volverse más apasionado, mientras los dos, se van echando poco a poco hacia la cama, olvidándose de la partida, de la comida y de todo lo demás.

Este fin de semana, solo son ellos.

Por fin lo divisa, pero debe reconocer que está muy nervioso; la mano que tiene entrelazada con su acompañante, le tironea, obligándole a andar más rápido, llegando en segundos, a donde está él

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Por fin lo divisa, pero debe reconocer que está muy nervioso; la mano que tiene entrelazada con su acompañante, le tironea, obligándole a andar más rápido, llegando en segundos, a donde está él.

- Jiminie, Jin hyung — saluda Jungkook, con una sonrisa — ¿Qué es eso tan urgente que debíais decirme?

- A ver, Jungkookie, nosotr—

- ¿Te estás tirando a Namjoon? — pregunta Jin; los ojos de Jungkook se abren desmesuradamente, y Jimin se vuelve hacia su novio, dándole un golpe en el brazo, indignado — si tengo que esperar a que lo hagas tú, vamos listos.

- ¿Quién os ha dicho eso?

- Os vimos ayer en la fiesta — explica Jimin, echando sus manos hacia atrás.

Jungkook se queda pensando, pues eso no debía saberlo nadie y ahora, acaba de ser cazado; suspira, y asiente, tomando nuevamente asiento en el césped donde se hallaba, para volver a repetir la acción, pero esta vez, mirando al cielo.

- Sentaos, que os explico — dice, con resignación.

La cotilla pareja de Jin y Jimin se sienta, totalmente deseosos de saber qué ocurre entre ellos, y el mayor, se alegra, pues eso implica que su ex, no saldrá dañado.

¿Verdad?

Fake love ❣ TaeGi KookGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora