Cuarenta y cinco

480 56 0
                                    

El movimiento de las bocas de ambos es lento, suave, descubriéndose poco a poco, pues es un paso demasiado grande para una relación que, hasta hace unos días, era simplemente de amigos.

Pero Jungkook se atreve a meter su fría mano dentro de la camiseta del pálido, que siente su piel erizar, aun no teniendo claro si es por nervios o por la temperatura de esta; las lenguas se encuentran gracias a este movimiento, que les llena de un calor delicioso, que impulsa al castaño a meterse debidamente entre sus piernas.

Conforme sube el recorrido de su diestra, la camiseta del pálido va hacia arriba, dejando ver su blanquecina dermis, hasta que el botoncito desaparece entre los dedos de Jungkook, al apretarlo deliciosamente.

El jadeo corta el beso, dándoles unos segundos de respirar totalmente necesarios; ambos chicos se miran en silencio, llenándoseles sus pulmones del oxígeno que demandan.

- ¿Puedo seguir? — pregunta el castaño, bajando lentamente su mano de nuevo — Yoongi hyung, si n-no te sientes cómodo o quieres que paremos, solamente tienes que decirlo — el pelimenta le mira con confusión, pero alza su mano, poniéndola en el brazo de este, para darle velocidad a bajarla — ¿Estás seguro?

- ¿Por qué me preguntas tanto? — cuestiona, llevándole la mano hasta la goma del bóxer, que sobresale — ¿Acaso eres tú el que está incómodo?

- No, no, no — niega, metiendo el dedo por la tela — y-yo, solo quiero que disfrutemos.

- No entiendo por qué no lo haríamos — dice, girando el rostro hacia el lado contrario — estamos empezando algo, ¿No? Relájate Jungkookie, así solo me pones nervioso también a mí, y no es que sea la gran cosa — el castaño se separa, dolido con eso; Yoongi rápidamente se da cuenta de su error, mirándole con disculpa — me refiero, a que ni tú ni yo somos nuevos en esto, solo déjate llevar.

- Tengo miedo — reconoce, volviendo a su posición — ¿Y si no es cómo lo habíamos esperado?

Un pesado cosquilleo llena el cuerpo de Yoongi, reconociendo mentalmente que él se planteaba lo mismo, y suspira, para sonreírle; el pelimenta pone la mano en su nuca, bajándosela hacia sus labios.

- No lo sabremos hasta que lo comprobemos, Jungkookie — ronronea, dejando un piquito en su boca.

Esas palabras alientan al castaño, que sonríe antes de enfrascarse en un nuevo beso con su mayor, mucho más confiado y caliente que antes; Jungkook mete la mano en su bóxer, tirando de él hacia abajo, llevándose también los pantalones del mayor, que se queda sin prendas inferiores.

Realmente quiere pensar que con Taehyung no tuvo tantos nervios debido a que el alcohol se encontraba en sus venas, pero la conciencia le grita que eso solo fue la primera vez, el resto del fin de semana, solo bebieron agua.

Aunque la racionalidad termina cuando la mano del castaño agarra su extensión, bombeándola lentamente, poco a poco; los jadeos llenan la habitación, haciéndoles entrecortados los besos, y su izquierda, abre con dificultad el cajón de la mesita, extrayendo un lubricante, que Jungkook acepta, feliz.

Yoongi no duda en embadurnarle los dedos para que pueda trabajar con facilidad, sintiéndose nervioso por segundos, conforme la mano de su menor se acerca a su entrada; aprieta los ojos con fuerza, pero pronto el frescor del lubricante le relaja enormemente, disfrutando de cómo Jungkook le ladea la cabeza con su propia cara, bajando sus besos al cuello.

El pánico le inunda cuando siente los dientes del castaño apretarse contra su piel, siendo su primera reacción la de ladear la cabeza, impidiéndoselo.

- N-No me dejes marcas — pide, en un susurro; Jungkook asiente, retomando la tarea conforme se gira.

Toda la habitación es una perfecta sintonía de besos, choques contra la piel del mayor y los jadeos de Yoongi, que se ha relajado completamente, y disfruta de los mimos a su anatomía; Jungkook sonríe conforme lo nota, utilizando su mano libre para bajarse los pantalones que lleva.

La vergüenza opaca la mente del pelimenta al sentir la erección de su menor contra su muslo, pero solo puede gemir con más intensidad ante el segundo dedo que arremete sin descanso en su interior.

Nuevamente su mano se mueve, buscando con dificultad lo que necesita en este momento; los grandes ojos de Jungkook se mueven hacia eso, y sonríe, posicionándose de rodillas. Yoongi tiene la oportunidad de ver el cuerpo perfectamente trabajado de su menor, al ser arrebatado de su camiseta, mientras disfruta de cómo la gomita los protege debidamente de algo indebido.

Su propia camiseta es retirada, y Jungkook se relame, bajando su torso mientras guía su erección, hacia la entrada del pelimenta.

Y su escozor es paliado por el dulce beso que el castaño le proporciona, mientras se introduce lentamente, posicionando su mano en la cintura, y la otra apoyándose en el codo, sin querer dejar todo el peso encima de su mayor.

Comienza a moverse con lentitud, disfrutando de un momento íntimo con su mayor que no se había esperado que acabase ocurriendo.

Ambos chicos miran al techo, con el condón en el suelo y los cabellos pegados a su frente por el sudor, sus manos están entrelazadas, sus pechos suben y bajan captando aire

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ambos chicos miran al techo, con el condón en el suelo y los cabellos pegados a su frente por el sudor, sus manos están entrelazadas, sus pechos suben y bajan captando aire.

- Yoongi hyung — pregunta Jungkook, nervioso — ¿Bien?

- Claro, no estaría sucio si no fuese así — responde con obviedad, dando un pequeño apretón en su agarre — lo que acabo de pensar es que no me imagino a Nammie de pasivo — dice riéndose, bastante divertido.

El castaño se mantiene en silencio, desviando los ojos ante el recuerdo de Namjoon en este momento; toma aire, para girarse hacia Yoongi, que vuelve su rostro, mirándole con atención y una sonrisa.

- ¿Tienes más condones? — pregunta, subiendo y bajando las cejas.

- No, se quedaron en casa de... — se muerde el labio, para voltear la cara nuevamente.

Una pesada sensación llena los pechos de ambos, teniendo como primer impulso el soltar su agarre de manos, pero sin atreverse a hacerlo, porque así es como debe ser, siendo ellos dos.

Porque son su primer amor.

Fake love ❣ TaeGi KookGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora