Veintitrés

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La pareja vuelve a casa del mayor después de pasar una divertida tarde en la sala de juego recreativos a petición de Taehyung; Yoongi es incapaz de no mirarse una y otra vez el anillo, está muy emocionado, porque es la primera vez que le regalan algo de ese tipo. Mueve sus dedos con emoción, acariciando la mano del pelinegro, la cual lleva entrelazada con la suya, desde que salieron de la sala.

El menor es incapaz de no quedarse embobado con la imagen de Yoongi, levantando su mano y mirando casi con brillo en los ojos el anillo que le ha regalado.

- No pensé que te gustase tanto, sólo es una alianza de plata, básica y sencilla — dice Taehyung, algo avergonzado; Yoongi se detiene, para mirarle con una ceja arqueada — es verdad, hyung, no es la gran cosa.

- Para mi sí, es el primer regalo que me hacen — el mayor, suelta sus manos, para abrazar la cintura del pelinegro, apoyando su barbilla en el pecho, para mirarle — gracias por pensar en mí, por acompañarme en esta locura, realmente me lo estoy pasando genial contigo, Taetae — el menor sonríe, abrazándole de vuelta — aunque Jungkook y yo nunca estemos juntos, al menos habremos pasado buenos momentos tú y yo.

Un pellizco desagradable se forma en el estómago de Taehyung, que a veces olvida que todo eso es ficticio, que no va a ocurrir nada romántico ni especial entre ellos dos.

- Bueno, hyung, ¿Te importa que te deje aquí? — pregunta el menor, separándole con cuidado — no queda mucho para que llegues donde Jessi noona y a mí me toca andar por media hora más — el pelimenta pestañea rápido, con confusión — nos vemos mañana en clase, ¿Sí?

- Espera, Taetae — Yoongi le agarra de la chaqueta, impidiendo que se marche — ¿Q-Quieres quedarte a dormir en casa?

Eres malvado, Min Yoongi; piensa Taehyung, mirando el hermoso rostro de su falso novio, con esos ojos suplicantes que retransmiten de forma cristalina lo que desea el pelimenta en este momento.

Con un suspiro, Taehyung deja un suave beso en los rosados belfos de Yoongi, y sonríe.

- Mejor que no, hyung — el pelimenta suelta su agarre en la camiseta, confuso por el rechazo de Taehyung — prefiero que nos vayamos a dormir, me encuentro un poco regular y no quiero poder pegarte nada — el pelinegro ve la decepción en los ojos contrarios, y le agarra el rostro, deleitándose con lo bonito que se ve así — otro día, tal vez, podrías venir a dormir tú a mi casa, ¿Sí?

- Sí — susurra, cerrando los ojos.

Taehyung roza un poco las narices antes de volver a juntar las bocas de ambos, metiéndose en un beso lento y suave.

Y andando los pocos metros que le faltan para llegar a casa, Yoongi se pregunta porqué Taehyung no habrá querido quedarse a dormir, y la vergüenza, claro está, le aborda; millones de preguntas tipo ¿Y yo para qué quería que se quedase a dormir? Le llenan los pensamientos, dándose cuenta de que le hubiese gustado avanzar un poco más con Taehyung en la intimidad.

Cuando está seguro de que el humo le sale de las orejas y se aprieta la cabeza con las manos, escucha una más que conocida risa, y mira al frente.

La sonrisa hermosa de conejito, que parece iluminar la noche de Seúl le recibe, apoyado en la pared de su casa, mirándole casi con estrellas en esos grandes ojos de ciervo que tiene; se siente tentado de llevarse las manos al pecho, para parar los desproporcionados latidos de su corazón.

- Jungkookie, buenas noches — saluda Yoongi, pasando sus manos hacia detrás, sonriendo con timidez — ¿Cómo estás? ¿Qué haces aquí? Esta mañana te fuiste y no pudimos invitarte a pasar la tarde en los recreativos.

- Tranquilo, hyung — el menor niega, sonriente — he venido a aceptar la propuesta de cena que el otro día no pude quedarme — el pelimenta abre mucho la boca, entendiendo — si puede ser claro, no quiero molestar — Yoongi niega rápidamente, para hacerle una señal de afirmación con la mano — me gusta mucho la cocina de Jessi noona.

- No está — dice el mayor, sacando las llaves; Jungkook puede ver con claridad cómo el anillo reina en la mano derecha de Yoongi, en su dedo anular, casi pareciendo que se burla de él — tranquilo, yo también cocino muy bien.

- Entonces estaremos los dos solos — dice, pasando sus brazos por los hombros — como si fuese una cita.

El corazón del pelimenta se acelera aún más, y asiente levemente, olvidando las intenciones que tenía con Taehyung, hace apenas unos minutos; el cual, se arrepiente a cada paso que da hacia su casa por no haberse quedado, no tiene exactamente claro porqué, pero sospecha que algo en su contra va a ocurrir.

El corazón del pelimenta se acelera aún más, y asiente levemente, olvidando las intenciones que tenía con Taehyung, hace apenas unos minutos; el cual, se arrepiente a cada paso que da hacia su casa por no haberse quedado, no tiene exactamente clar...

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Mientras que terminan con los resto del jjapaguri que ha preparado Yoongi, el menor vuelve a mirarle el anillo, sin entender por qué lo ha aceptado tan feliz.

- Hyung, yo también tengo algo para ti, ¿Sabes? — dice con algo de timidez, rascándose la nuca — puede parecer que es por competir con ese novio tuyo, pero no es por eso, e-es que había una oferta, y bueno — el castaño saca una cadena de plata de su bolsillo, para luego mostrar una igual por dentro de su camiseta — pensé que sería algo especial que compartiésemos algo.

El corazón casi le duele por los eventos del día de hoy, ha recibido una cadena y un anillo en menos de veinticuatro horas, se siente dichoso.

- ¡Pónmela! — dice con entusiasmo, bajándose de la silla.

Jungkook traga duro cuando la espalda de su mayor se le pone delante y baja la cabeza, exponiendo su nuca blanquecina, pensando que hasta eso le parece hermoso de su mejor amigo; las manos le tiemblan, conforme rodea la cabeza del mayor.

- ¡Un momento! — Yoongi se retira el anillo, sonriente.

Otra idea de mierda, por: Min Yoongi.

Fake love ❣ TaeGi KookGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora