Veintiocho

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Es cierto, que hay algunas cosas que ayudan a que la gente, se suelte con más facilidad; el alcohol en esta ocasión, es un punto decisivo en que Taehyung y Yoongi se dejen de cohibir durante un rato y, aunque no lleven una cantidad desorbitada, el poco que tienen corriendo por sus venas les ayuda a hacer cosas que realmente desean.

El pelinegro, tironeando de Yoongi para que ande más rápido, se detiene extrañado al notar que este no anda, y su corazón es atacado por un pequeño puchero de su acompañante.

- ¿Qué ocurre, hyung? — pregunta, utilizando su mano libre para atrapar su cintura — realmente quiero llegar a casa ya — Yoongi sonríe de lado, pasando su brazo por su cuello — siento mucho que tengamos que ir andando, pero no tengo más para el taxi, ¿Me perdonas?

- Llévame en brazos y lo haré — un tono coqueto es usado para esa frase, que viaja directamente a la entrepierna de Taehyung, que ya hace un rato que comienza a estar asfixiada.

- ¿De frente o de espaldas? —ronronea, relamiéndose los labios un poco después.

- Ahora, de frente — responde, pasando su otra mano por el cuello; Taehyung se ríe ronco y lleva las manos al trasero del pelimenta, ayudándole a incorporarse. Yoongi se aferra fuertemente al cuerpo del menor, y lleva sus labios al oído contrario, dejando un pequeño soplo, que eriza cada vello en su acanelada piel — no tengo gana ninguna de andar nunca más.

- Yo te ayudaré, si tanto insistes — canturrea Taehyung, ladino.

El mayor deja ir un pequeño suspiro ante la sutil forma que tiene Taehyung de hacerle entender que esta noche, no hay cabida para el sueño; sus rosados labios bajan al cuello contrario, y atrapan un poco de dermis, succionándola, lamiéndola.

Los gemidos roncos del menor se cuelan directamente en su oído, llenándole de una adrenalina hasta ahora desconocida, queriendo escuchar muchos más.

- Estamos llegando, Yoonie hyung — avisa Taehyung, que aprieta con un poco más de fuerza de la necesaria su agarre — ¿Te bajo ya? — el pelimenta niega con la cabeza, abrazándose más a él, enterrando la cabeza en su cuello, y el menor, sonríe, tan emocionado cómo eufórico, con un cosquilleo recorriéndole de punta a punta, sintiéndose todopoderoso, solo, por ir a pasar un momento íntimo con su mayor.

Y en efecto, cruzando esa esquina, el edificio de Taehyung aparece ante sus ojos, y la ansiedad comienza a recorrer su cuerpo, entrándole un poco de pánico escénico de repente, pues hace demasiado que no hace nada con nadie, además, de que solo ha tenido una pareja sexual en toda su vida.

- Necesito sacar las llaves, hyung — dice el menor, queriendo indicar que debe bajarse, pero Yoongi utiliza una de sus manos para llevarla al bolsillo del pantalón, extrayéndolas él mismo, para zarandearlas delante de su cara — nunca te imaginé tan travieso, Yoongi.

- Te deseo — dice simplemente, destrozando la capacidad mental del menor.

Por un momento, el cerebro levemente afectado por el alcohol, de Taehyung, es incapaz de procesar esa mirada complemente penetrante y esas dos simples palabras; es el beso que recibe en la boca, de parte de ese muchacho que tiene en sus brazos, el que le devuelve a la realidad, esa en la que está a punto de acostarse con él.

- Y-Yo también lo hago — dice en un susurro, cuando se separan del beso.

Ahora es el corazón del pelimenta, el que se ve duramente atacado cuando un Taehyung tímido y tranquilo, aparece ante sus ojos; en ese momento piensa, que su rostro sólo se podía mejorar con un poco de sonrojo espolvoreado por esas mejillas.

Y el momento parece realmente mágico, ambos deciden olvidarse momentáneamente de todo, solo pudiendo ofrecerse un beso, que sabe diferente a todos los demás; a pesar de haberse dado más de los que ninguno de los dos, tenían pensado cuando esto empezó, este en concreto, es muy especial, es casi irreal. Los labios de los dos se mueven lentamente sobre los del contrario, con los ojos cerrados y las respiraciones tranquilas, acompasadas, entregándose más de lo que ellos mismos, son capaces, siquiera, de comprender, al menos, en este momento.

El aire les obliga a separarse, pero solo lo justo para rozar narices, cosa que se han dado cuenta de cuánto les gusta hacer.

- ¿Subimos o nos quedamos aquí? — dice Taehyung, divertido.

El pelimenta no dice nada, simplemente se baja del agarre de Taehyung, y se da la vuelta; el menor pasa sus manos por la cintura, apoyando la cabeza en su hombro mientras le ve abrir la puerta; comenzando a andar con él, conforme esta se abre.

- Es vergonzoso, pero supongo que es gracias al alcohol — susurra Yoongi, con un pequeño puchero, mientras llama al ascensor — e-esta vez vengo preparado.

- Realmente eres una caja de sorpresas, Yoongi hyung — susurra el pelinegro, dejando un beso en su mejilla — ¿Tan seguro estabas de que lo arreglaríamos? — el mencionado asiente, ambos ya dentro del ascensor — en realidad, yo tampoco quería estar así, o sea que, tienes razón.

La pareja se queda en un silencio cómodo mientras llegan a su destino, solo interrumpido por los suaves besos que se quedan marcados en la piel nívea del mayor.

La puerta se cierra detrás de ellos, y el nerviosismo por la hora de la verdad, les recorre el cuerpo completamente; Yoongi se gira, deshaciéndose ante la mirada intensa que el pelinegro le dedica, y su corazón, se acelera de forma dolorosa cuando su dedo, se engancha en la cadena.

- Quítatela, Yoongi hyung — susurra, mirándole directo a los ojos — me niego a acostarme contigo, con esto de por medio.

El pequeño click, que hace la cadena al ser desabrochada, da comienzo a esa noche especial.

Fake love ❣ TaeGi KookGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora