Capítulo 34

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NARRA DRACO:

El Gran Comedor estaba lleno de decorativos que me daban pereza explicar. Pongámosle el baile que se preparó en el Torneo de los Tres Magos, pero con decorativos para San Valentín.

-¿Con quién vienes tú? -Pansy se sentó a mi lado y miró al rededor, tal vez buscando mi pareja de esta noche.

-Vine sólo -dije -. ¿Ya te cansaste de tu acompañante? Recién llevamos cinco minutos aquí.

El baile había comenzado hacía poco, y aunque casi todos ya se encontraban aquí, Diggory y Tn aún no aparecían y Tn aún no se ponía el anillo. No sabía qué podían estar haciendo para tardar tanto, pero prefería preocuparme por su bienestar teniendo en cuenta que ahora tenía su magia limitada, a pensar que estaba haciendo nada con Diggory mientras me dejaba esperando.

-Oh, no. Hermione fue a buscar algo de beber -dijo -. Oye, ¿Tn y Diggory aún no llegan? Después de la pedida monumental que le hizo el chico, malo sería que no vinieran.

-Malo sería -repetí soltando un bufido de burla. En ese momento llegó Hermione con las bebidas y se sentó al lado de su acompañante.

-¿Alguien vio a Harry? -preguntó Hermione.

Sí, yo lo vi. Mattheo me había dicho que se lo había llevado a bailar bajo las estrellas en la Torre de Astronomía, para que no se me ocurriera ir allí con Tn en toda la noche.

Aunque para poder suceder eso, primero tendría que tener noticias de Tn.

Finalmente, después de largos minutos, sentí que la conexión se establecía. Miré hacia la entrada, esperando a que ellos dos aparecieran, pero en vez de eso una punzada de dolor me llegó a la cabeza y me llevé las manos a esta. Un calor abrasador me recorrió entero y las voces se oyeron distanciadas por unos segundos.

Escuché un gemido lastimero, luego un siseo, y la conexión fue bloqueda.

Parpadeé centrando la mirada. Me había caído al suelo en algún momento y había un grupo de personas a mi alrededor.

-Estoy bien, estoy bien -aseguré levantándome por mí mismo. Me aparté un poco de la multitud y miré a mi alrededor asegurándome de que nadie me veía ya, para después intentar entrar de nuevo en la mente de Tn. Pero ella me había bloqueado.

-¡Draco!

Me volteé de golpe topándome con Diggory. Él empezó a hablar y farfullar pero yo no podía quitarme de la cabeza el siseo que había escuchado. No sabía el qué, pero había algo en ese siseo, como si quisiera decirme algo con él, pero no lograba entenderlo... ¿Y qué había sido ese calor abrasador? Aún lo sentía, por todas partes. Estaba sudando.

-¿Hueles eso? -le pregunté a Diggory interrumpiéndolo. Mi nariz captaba un aroma exquisito. ¿Acaso era alguna comida especial que habían puesto por San Valentín? Podía ser, estaba cerca de la mesa de aperitivos...

Diggory jaló de mí hasta acercar su boca a mi oreja.

-La gente nos está mirando, Draco -advirtió y cuando miré por sobre su hombro pude afirmar eso, habían varias personas que habían dejado de hablar entre ellas para mirarme y cuchichear y cada vez más gente lo hacía, ¿qué estaba pasando? -. Tn te necesita. Tienes que ir a verla. Está en Slytherin.

Lo miré cuando se apartó. Se veía preocupado. No me lo pensé dos veces y salí de ahí corriendo.

__ __ __

-¿¡TN!? -grité desesperado cuando entré a la sala común. El aroma se había ido intensificando a medida que me acercaba y ahora era como si toda la sala común estuviera impregnada de él -. ¿Qué pasó? ¿Qué es ese holor? -Me acerqué al bulto que se escondía bajo una manta en el sofá frente la chimenea apagada. Mientras me fui acercando el bulto tembló cada vez más -. ¿Tn? -dudé.

Cuando fui a tocarla, una mano salió disparada de debajo de la manta y me tiró sobre el sofá. Ella quedó sobre mí y la manta nos tapó a los dos.

-Draco -gimió escondiendo su rostro en mi cuello. Me olfateó y pareció relajarse al comprobar que era yo. Estaba a horcajadas sobre mí, con sus manos en mi pecho, y... estaba ardiendo.

Una de mis manos fue a su frente por instinto.

-Tienes mucha fiebre -aseguré preocupado -. ¿Se puede saber qué tienes?

-Llevo todo el día ssintiéndome mal... desspisstada... -dijo sin despegar su rostro de mi cuello, para a continuación empezar a lamer la zona con su lengua serpentina.

-Merlín, Tn -suspiré intentando concentrarme. Sus caricias no eran una muy buena ayuda para ello -. Pareces... pareces gata en celo... ¿puedes centrarte un... momento...?

Ella soltó una risita.

-Tonto... Máss bien ssoy sserpiente en celo -aseguró divertida para a continuación sentir que sus colmillos se clavaban en mi cuello.

Sentí una punzada de miedo al momento, pero luego el intenso placer que me provocó sentir sus colmillos clavándose en mi carne me hizo soltar un gemido vergonzosamente alto.

Me tapé la boca con una mano para ahogar más sonidos indeseados mientras ella se entretenía sacando sus colmillos de mí y lamiendo la zona para limpiar la sangre.

-Deliciosso -aseguró cuando terminó. Separó su rostro del hueco para verme cara a cara. Se relamió los labios, con unos bastante pequeños colmillos sobresaliendo de ellos, y me sonrió con picardía -. ¿Ssientess el calor? Llevo ssintiéndolo toda la tarde. No podía aguantar máss...

-Oye, no soy... experto en animagología... pero no recuerdo que las personas pasaran... por el celo de sus animales elegidos...

Ella siseó, un siseo que me hizo callar. Quitó el bloqueo mental, permitiendo que el dolor de cabeza se extendiera hasta mí. El deseo era tanto que parecía que me iba a estallar la cabeza del dolor. El cuerpo entero me palpitó por las ansias, por el contacto de su piel, por su culo sentado en mi regazo... Y entendí que ese no era el momento.

Su lengua delgada, fina y extremadamente larga se introdujo en mi boca y empezó a jugar con mi lengua. Sus labios presionaron los míos y sentí sus colmillos clavándose en mi labio inferior y haciéndome sangrar. El dolor punzante me dio un escalofrío por todo el cuerpo que me hizo gimotear.

Sus manos se deslizaron hábilmente por debajo de mi ropa y me fueron desabotonando la blusa, para luego desabrocharme los pantalones. Se separó lo suficiente para que yo me levantara un poco para así poder sacarme la túnica festiva, que me había puesto para el baile, junto con la camisa.

¿Aquí va a ser?, pensé, con algo de diversión implantada. ¿Tirados en el sofá de la sala común, en donde podía aparecer alguien en cualquier momento?

Tn no me respondió con palabras, sino que prefirió mostrarme lo poco que le importaba el lugar en el que estábamos, clavando sus colmillos en uno de mis pezones.

Me tensé, reprimiendo el gemido. Joder... eso se sentía increíble.

(***)

Hoooliss.

Esto se puso interesante muy rápido.

¡Finalmente, después de casi dos libros enteros! Es una pena que tenga que ser bajo esa influencia, igual que pasó cuando tuvieron el sueño húmedo compartido.

Besos en la nariz,

Dani<3

Tn Potter: la serpiente perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora