Capítulo 73

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NARRA DRACO:

Un destello de luz intenso cegó a todos por unos segundos. Al abrir los ojos, vi un enorme ave cuyas alas llegaban a cada extremo del círculo que creaban los mortífagos. Su pelaje era de un plateado extrañamente claro que se confundía con un azul fantasmagórico. El halcón abría su enorme pico y atrapaba hasta media docena de dementores a la vez, haciéndolos desaparecer casi al instante, mientras los demás huían despavoridos y no regresaban.

No hubo reacción ninguna, por parte de los espectadores, ante la propia criatura de la Muerte muriendo.

Los estás matando -le dije a Tn.

«Parece increíblemente cierto, sí» dijo ella, con un tono de incredulidad absoluta, pero manteniendo en el rostro una mueca de victoria.

Fueron largos los minutos que el mundo se detuvo, sólo para dedicarse a observar tal escena nunca imaginable.

Los últimos que lograron escapar dejaron un cielo lleno de estrellas, cuya neblina que lo cubría poco a poco se iba despejando gracias a la ausencia de los seres que la provocaban.

Luego sólo quedó el silencio en medio de la noche. Pasé mis brazos por los costados de Tn y la abracé, dejando que su cuerpo se apoyase en mi pecho y no se cayese al suelo por el cansancio.

Ella respiraba con fuerza. Coloqué la mano plana en su estómago y la ayudé a recuperar el aliento. Sentía su cansancio, y le permitía compartirlo para soportarlo mejor los dos juntos. Tn me mandó un tranquilo 'Te amo' por la conexión antes de soltarse de mi agarre y abrirse paso entre los miembros de la Orden hacia el frente, donde Voldemort buscaba con la mirada a la chica entre sus enemigos.

Tn llegó al frente, y supe que de milagro no había manifestado aún el temblor en sus piernas.

-Veo que mezclarte con el enemigo no ha minimizado tus poderes -habló Voldemort antes de que nadie pudiera decir nada.

-Los ha mejorado, diría yo.

-Tal vez sí... Sí, ya lo he visto... —Le dio un vistazo al lugar donde el halcón gigante se había esfumado tras realizar su tarea -. ¿Pero no crees que ya has tenido suficiente?

-¿Suficiente? -Tn alzó una ceja. Yo no podía verla directamente, sólo podía sentir lo que ella hacía a través del puente en nuestras mentes. Los demás sólo podían escucharla, a ella y a su tono prepotente, y podía ver que esa limitación ponía nerviosos a los tres hermanos de Tn.

-Sí, suficiente -repitió Voldemort, sin alterar su rostro -. Toda esta parafernalia debe parar aquí mismo. Debes de haberte divertido mucho con la Orden del Fénix, ¿no? Pero se acabó. Ven, regresa, y termina con esta farsa.

-¿Realmente aún existe la opción de regresar? -cuestionó Tn con recelo. Yo sabía que esas palabras habían despertado la curiosidad en ella. Curiosidad por saber la razón. ¿Por qué? Lo ha traicionado, rompió la varita de Saúco, frustró sus planes de colarse en el castillo, no le trajo a Harry Potter ante él, y estaba impidiendo que matara a Delphini... ¿Entonces, por qué existía esa posibilidad de regresar a su lado? Debería quererla más que muerta.

-Por supuesto que sí -respondió el ser al que hace tiempo el puesto de 'hombre' no le encajaba para lo que era -. ¿No te ha servido esto para abrir los ojos, hija mía? ¿Para darte cuenta cuál es el verdadero bando que te merece? Ellos no te aceptan por tu pasado, por tus orígenes, nunca lo hicieron. Incluso ahora no lo hacen, y sólo te quieren para utilizarte. ¡Míralos, están dudando de la fidelidad de su propia líder en estos momentos! ¿Y aún crees que te merecen? ¡Qué hay del rechazo por conocer el arte de la Magia Oscura, o el rechazo por ser una honorable slytherin!

Voldemort esperó una respuesta. Una que nunca llegó. Tn sólo lo observó. Sus pensamientos trabajaban a toda velocidad, y me costaba atraparlos. Nuevamente, estaba urgiendo un plan, uno que debía pensar rápido...

-Regresa conmigo, Tn -continuó al no decir ella nada -. Regresa a mi lado, vuelve a ocupar tu puesto junto a mí como Tn Riddle, quien en verdad eres. Aún estás a tiempo de convertirte en alguien a quien nunca más podrán pisotear. Aún puedes exterminar a todo el que alguna vez se atrevió a menospreciarte cuando lo único que hiciste fue brindarles tus poderes y tu liderazgo para llevarlos a la victoria.

Hubo un silencio, y luego.

-Quítales su victoria. Quítales su superioridad. Quítales todo. Yo te ayudaré.

Momentos tensos siguieron sus palabras. Después, una colectiva exclamación, mezcla de decepción, enfado, asombro y desesperación cuando Tn caminó lejos de la Orden y se acercó al líder de los Mortífagos.

Su varita estaba en ristre. La punta casi rozaba el pecho cubierto por la capa de su 'padre'. Tn miró de reojo a los demás, y ningún secuaz la estaba apuntando. Nadie estaba protegiendo a su señor de la amenaza que ella reflejaba en esos momentos.

Pronto entendí, al igual que ella, que tenían órdenes directas de no apuntarla ni amenazar con su vida, provenientes del mismo ser que tenía delante.

Tn miró esos ojos reptilianos y rojos, y no necesitó hacer mucha presión para escarbar lo suficiente en su mente y descubrir su secreto.

-Ese es -dijo en alto para que todos pudieran escucharla -. Esa es la verdad detrás de todo esto, detrás de la razón de tu presencia en esta batalla que no te concierne. Tu mayor secreto...

Voldemort abrió ligeramente los ojos, asustado.

-Verdaderamente me tomas como a una hija. Tal vez no puedas sentir amor, pero te ves reflejado en mí.

»Cuando regresaste hace casi siete años y me viste por primera vez, veías tu viva imagen: huérfana criada en cautiverio, con un poder cuyos cuidadores no le dejaban aprovechar, maltratada desde pequeña, llena de cicatrices emocionales, pero perfectamente capaz de mirarte a los ojos sin titubear a pesar de las historia de terror que me habían contado de ti. Tan parecidos físicamente... Yo, en ese entonces desnutrida, pelinegra, con rasgos altivos como los tuyos... Y a medida que me entrenabas más me parecía a ti. Mi perseverancia, mi carácter, mi ira... Hasta dejé a Bellatrix con severas heridas mortales por un simple ataque de ira a mis once años.

»Tal vez nunca llegaste a sentir cariño por mí, pero me veías como a una igual, y te sentías orgulloso de tu creación.

El Señor Tenebroso apretó sus casi inexistentes labios, esperando la reacción de Tn ante ese descubrimiento.

-Tu maldita creación, ¿no?, que no había titubeado al matar a Dumbledore, sin mostrar empatía, ni arrepentimiento, ni desolación, por mucho que quisiera fingir ser igual a sus enemigos. Una Riddle. Tu hija. Era lo más cerca que ibas a estar nunca de sentir aprecio por nadie.

Voldemort no supo cómo reaccionar. Todos los demás aguantaron la respiración. Ella se acercó más, y mi pulso se aceleró con miedo a lo que pudiera pasarle si jugaba demasiado con fuego.

-He de darte la razón en algo, 'padre'. Ellos no me merecen. Me han tratado como una alimaña portadora de las peores infecciones y enfermedades imaginables. Se han cuestionado cada palabra que salía de mi boca, y muchos han decidido ir a la guerra conmigo al frente, pero dispuestos a apuñalarme por la espalda a la mínima señal. No saben lo lejos que soy capaz de llegar con el apoyo necesario... No saben todo lo que juntos podríamos hacer...

Voldemort sonrió.

-Sí -concordó.

Harry, a mi lado, suspiró el nombre de su hermana con duda. Su lealtad a la chica fallando por unos momentos...

(***)

No tengo excusa por desaparecer. Sólo disfruten. De verdad deseo poder terminar con el libro para el 21 de febrero y cumplir el aniversario de la primera publicación de la primera parte con la última publicación de la segunda y última parte. Así que voy contrarreloj. Ya iré viendo si subo todos los que quedan ese mismo día o cómo. Hasta la próxima actualización.

Besos en la nariz,

Dani<3

Tn Potter: la serpiente perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora