—Secretaria—
Dedicado a: reiji98098
—+18—Su relación era pública, era un cliché muy conocido “El jefe y la secretaria”.
—______, llama a Jes...— Miguel dejó las computadoras.
—Está afuera— Informó la mujer sin mirarlo. Miguel se detuvo frente a la joven.
—¿El informe del Spiderman 149 esta...?
—Listo— Le entregó el documento con una sonrisa orgullosa— Y el del Spidy de la 79.
Miguel tomó los papeles, antes de seguirse a la puerta se volteo hacia ella.—No alcancé...
— Tu café— Le pasó la bebida— Dos de azúcar, lo sé. — Miguel sonrió antes de dar un sorbo.
—¿Qué hay de la alteración en el universo...
—Ya está, mandé un escuadrón hace dos horas.
—¿Nos casamos? —
—Ya me encargue, vamos 2 años felizmente casados— Bromeó — Ya vete— Dijo golpenadolo con una hoja— Debo trabajar.
—Eres la mejor— Ella sonrió.
—Me lo han dicho. — Presumió viéndolo salir y regresar a su trabajo.
...
Los rayos del sol de la mañana llenaban la habitación, los únicos sonidos qué llenaban la habitación eran los que venían de la respiración pesada y los gemidos ocasionales mientras ambos se encontraban devorandose los labios como si fuera una comida después de haber estado hambriento durante días.
Miguel estaba acostado en la cama mientras que ella estaba encima de él, con las piernas a horcajadas sobre su cintura, las manos de ella que estaban sobre los hombros del contrario empezaron a bajar lentamente hacia su pecho.
Apartándose para tomar aire, _____ movió sus labios contra la línea de la mandíbula, el cuello y la clavícula, Miguel dejó escapar un suave gemido con el último, haciéndola reír suavemente.
Cuando empezaron su relación, les pareció aceptable la idea de los chupetones. Miguel no tuvo problema para dárselos, sin embargo, cuando llegó el momento de recibirlos, lo detuvo, principalmente con la escusa de su trabajo.
Dejando escapar un gemido al sentir como ______ mordía y chupaba su clavícula cuando una de sus manos comenzó a tocarlo a través de su ropa interior.
Todo se sentía perfecto.... Si no fuera por un pequeño detalle, no podía moverse, específicamente sus brazos.
Por mucho que lo intentará no podía mover sus manos para alcanzarla, pero eso no le molestaba a ella mientras seguía esparciendo besos por todo su pecho.
Hace unos segundos, por voluntad propia, dejó qué la mujer que tenia como secretaria, atar sus muñecas.
Un repentino mordisco en su pelvis le hizo volver a centrar su atención en ella. Con un último beso en su piel, ____ se apresuró a capturar sus labios es un beso apresurado pero amoroso.
Miguel presionó un beso sobre sus labios mientras ella tarareaba con deleite antes de acostarse encima de él. El rostro de ella sobre el pecho del contrario dando ligeras caricias con sus manos en la piel de Miguel.
—Adoro hacer esto— Susurró ella, Miguel sintió un pequeño cosquilleo en su pecho al sentir la voz de su secretaria sobre el.
—Yo te adoro a ti— La voz del hombre resonó en la habitación débilmente. Una sonrisa apareció en los rasgos de _____.
Lo amaba con todo su corazón pero lo disfrutaba más al explotar el deseo masoquista de Miguel.
Sus movimientos lentos sobre su ereccion, volvían demente al jefe de la spider-socity.
—¿Te gusta? — El asintió, ella liberó un gruñido antes de dejar de tocar a su jefe — Dilo— Ordenó— O no continuaré.
—Yo... — Gruñó— Me gusta— Mordió su labio al sentir de nuevo las caricias qué su secretaria le daba.
Volvió a sentarse sobre él sin antes dejándolo completamente desnudo.
Ella lo quería , pero él la necesitaba, ansiaba qué ella lo dejara entrar.
—Amor— Susurró débilmente al sentirse dentro de ella. _____, con manos en el pecho del contrario disfrutó la sensación de la virilidad de su jefe.
Pasaron unos segundos sin movimiento alguno, desesperando a Miguel.
—Amor... Agh...— Se quejó moviendo inútilmente sus manos detenidas por la banda.
—¿Qué, mi amor? — Preguntó con burla haciendo pequeñas pausas controlando el placer qué sentía.
—Muévete— Pidió en un suspiro, ella sonrió con burla.
—¿Por qué? Dilo Miguel— Ordenó con voz fuerte.
—Por.... favor, por favor— ______ sonrió antes de empezar a moverse lentamente.
Miguel dejó caer su cabeza sobre la almohada con fuerza ahogando sus gemidos.
—Quiero escucharte— Volvió a ordenar su secretaria. Sin más, Miguel dejó de controlarse inundando la habitación de melodías sobre el placer qué sentía.
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ONE SHOTS-ˢᵖⁱᵈᵉʳᵛᵉʳˢᵉ
Ngẫu nhiênıllıllıONE SHOTS-ˢᵖⁱᵈᵉʳᵛᵉʳˢᵉıllıllı --𝙋𝙧𝙤𝙟𝙚𝙘𝙩 𝙁𝙞𝙣𝙖𝙡𝙞𝙯𝙚𝙙--