ONE SHOTS-ˢᵖⁱᵈᵉʳᵛᵉʳˢᵉ

069- °°HOBIE BROWN°°

—Realeza—
—Pedido de juliaa2980—

Tiempo; Imperio de Gran Bretaña.

—¿De nuevo Brown? — El moreno sonrió con orgullo al ver que sacaba de sus casillas a cualquier oficial al servicio el reino.

—Me gusta visitarlos— La guardia se miró cansados, Hobie Brown, un revolucionario en contra de la monarquía.

—No me dejas de otra chico— El Capitán de la guardia se sentó frente a el con un semblante serio.

Hobie se sentaba con rebeldía en esa silla, tenia las piernas con el compás abierto y los brazos cruzados.

—Debido a la estúpida guerra no hay guardias, ¿si? — Hobie asintió, desde hace años el imperio de Gran Bretaña tenía una represalia con otros imperios.

—¿Ya me dejaran salir? — Preguntó con sarcasmo, el oficial frente a el suspiró.

—Te sacara del reino— Se detuvo mirando la expresión del revolucionario, este cambio su semblante de divertido a serio.

—Ya se habían tardado— Bromeó evitando qué notarán su nerviosismo. Tenía una vida, una pequeña fraternidad de niños y jóvenes que había ayudado, y no podía dejarlos solos y a su suerte.

—Hablo encerio Brown, muy encerio, por años te hemos dejado a ti y a ti grupo de perdidos sin problemas, pero ya es suficiente chico — Explicó, Hobie frunció el ceño.

—Bien... ¿Y...?— El oficial tomo un pequeño paquete de papeles.

—Guardia real— El revolucionario negó, incluso él, tenia un límite, una línea qué no debía cruzar.

—Ni loco señor— Se levantó con fuerza.

—Eso o te vas— Habló el oficial— Brown, solo serán meses, y tus chicos y tu saldrán de la vista del rey. — Hobie le miró, la idea de ya no tener problemas con “su majestad” sonaba tentadora.

Además, un revolucionario dentro del palacio traería sus ventajas para un próximo golpe.

—Solo unos meses señor— El guardia asintió— Pero quiero algo a cambio.

...

—Derecha— La joven suspiró escondiendo su mueca y su postura de volvió más firme.

Las clases de comportamiento eran todos los días, después de que apoyará un movimiento revolucionario, su padre contrató a una maestra.

En una gran habitación sin casi nada de decoración, solo un grupo de cinco guardias fuera estaban resguardando la sala.

—Señorita Teller— La joven sonrió falsamente, estaban ensayando el como comportarse durante una junta de consejo o alguna celebración.

La hora restante se la pasó practicando su postura, llegó un momento en que su maestra salió y la joven aprovecho para tomar uno de los libros sobre su cabeza y darle una leída.

—¡Señorita Teller! — El grito llamó la atención de los guardias qué trataron de ignorarlo — La lectura vuelve ignorante a las mujeres— La joven suspiró cerrando el libro.

Ahí va de nuevo, pensó.

—Valla a su habitación, se quedará sin cena — La joven sonrió inconsistente mente al saber que no pasaría tiempo con los jefes de gobierno.

Se levantó tomando los libros restantes y caminó a la salida.

Cuando los guardias cerraron la puerta del salón, la chica empezó a festejar sin soltar lo libros en sus manos.