Quince años atrás
El que se llevó la peor parte del accidente fue Jimin, algunas costillas rotas, una pierna fracturada y algunos puntos en la cabeza. Pero nada se comparaba a ese miedo que sintió al ver como el anaquel caía en cámara lenta sobre Hyerim.
Cuando vio a la chiquilla hacerle frente a los matones enviados por su hermano, una sensación de alivio lo invadió, porque si bien era cierto, consideraba la actitud de Hyerim hacía él muy falsa, pero el que haya intervenido para evitar una injusticia, lo cambiaba todo. Porque Miles no se equivocó cuando dijo que Hyerim era una chica llena de virtudes.
Así que cuando Hyerim entró por esa puerta gritando el nombre de Jimin sin importarle ir en contra de los entramados orquestados por su hermano, Jimin creyó estar viendo a un ángel por primera vez en su vida, haciendo que su corazón latiera de una manera inexplicable que no pudo evitar ir tras ella y protegerla de todas esas cajas cayendo sobre su cuerpo.
Durante su estancia en el hospital, Jimin pasó cada día reproduciendo en su cabeza una y otra vez el accidente, acompañado de un sentimiento al que no le podía otorgar un nombre, y lo más cercano a eso era la ansiedad. Esa de no saber nada sobre Hyerim, y cuando preguntaba sobre ella, los doctores únicamente se limitaban a explicarle que "La señorita Kim se estaba recuperando de su cirugía".
Y como si el destino por fin lo escuchara, la puerta de su habitación se abrió despacio dejándose asomar aquella chiquilla de melena castaña y ojos color avellana que no abandonaron sus pensamientos desde ese día.
Hyerim al encontrarse con Jimin, sonrió de una manera tan dulce que enterneció el temperamento desdeñoso del chiquillo. Así que la jovencita miró a los lados antes de cruzar esa puerta, asegurándose de que ninguno de los hombres de su padre la hayan seguido. E incluso tuvo que pedirle ayuda a una de sus enfermeras para encontrar la habitación de Jimin.
Justo como los médicos le dijeron a Jimin, Hyerim tuvo que someterse a una cirugía en el hombro izquierdo y el cabestrillo en su brazo era la prueba de ello, así que tenía estrictamente prohibido realizar actividades más allá de su prescripción médica. Pero lo siguiente que hizo, dejó sorprendido a Jimin.
Hyerim lentamente se apoyó de una silla para inclinarse y manifestar sus disculpas en nombre de su hermano.
—Sé que el dinero que mi padre le entregó a tu familia jamás va a remediar las acciones de mi hermano, y si quieres odiarnos tienes razones de sobra para hacerlo, creo que nosotros no tenemos derecho a mirarte siquiera a los ojos.
El corazón de Jimin dio un vuelco y justo cuando estaba por perder la fe en los seres humanos, llegó Kim Hyerim con ese carisma que tanto la caracteriza y con esos ojos tan nobles que podía confiar ciegamente en ella.
Kim Hyerim tenía la apariencia y el dinero para impresionar a otros, pero prefería ser ella misma todo el tiempo, por esa razón Jimin logró sentirse tan cómodo a su lado, pero sabía que tarde o temprano las consecuencias vendrían hacía él, porque Hyerim no era cualquier persona en el mundo, era la hija de un hombre con un alto poder adquisitivo, que siquiera dirigirle la palabra ya era una codicia que no podía permitirse.
La idea de enamorarse de la hermana del hombre más despreciable sobre la faz de la tierra le horrorizaba, que la presión arterial se le subió y comenzó a sudar frio.
Ahora su cabeza estaba en un completo lío, así que exhaló con pesadez mientras contemplaba en silencio aquellos ojos color avellana que tanto le gustaba mirar en secreto cada vez que Hyerim se le acercaba. Así que ambos se encontraron con la mirada, Jimin totalmente absorto por la belleza de la jovencita y ella observándolo con cautela esperando por una respuesta, pero eso nunca llegó gracias a la interrupción de Miles.
ESTÁS LEYENDO
Somebody else
FanfictionHyerim y Jungkook eran la pareja perfecta, unidos por un lazo que ambos construyeron desde que eran unos niños y creían que ese amor era para toda la vida, pero la llegada de un hombre puso en duda todo aquello que se juraron alguna vez.