Once

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Hyerim miraba con suficiencia el gran trabajo que su equipo y ella lograron para el concierto en las lunas, luciendo justo como lo idealizó desde el inicio. El escenario ya se encontraba montado y el grupo estelar de la noche realizaba las pruebas de audio y demás, a medida que los invitados llegaban.

La mujer desde uno de los palcos privados que colocó para sus invitados especiales esperaba a que oficialmente diera inicio el evento, y para que eso sucediera, Jungkook necesitaba llegar, pero éste siempre tenía problemas de puntualidad por varias razones, Hyerim intuía que debía estar por ahí con alguna de sus chicas perdiendo el tiempo, así que trató de no sobre pensar tanto las cosas y dejarse llevar por las amenidades de la noche.

—Su hermano ha llegado.—Hoseok se acercó a Hyerim para notificarle que Taehyung había llegado al evento a donde fue convocado por mera formalidad y ésta únicamente se limitó a musitar un simple "hmm".

Cuando Taehyung entró al cuadro que Hyerim estaba dándole a toda la prensa, la mujer fingió encontrarse emocionada por la llegada de su hermano, quien no dudó en estrecharla en un efusivo abrazo.

Hyerim le preguntó cualquier trivialidad para que los demás fuesen capaces de percibir una buena relación, la cual no existe, pues detrás de cámaras la relación de ambos era tan fría como la de dos completos extraños.

A raíz del incidente en el que ambos hermanos se vieron envueltos hace quince años, Hyerim se distanció significativamente de Taehyung y a éste último le ha costado volver a reconstruir la relación fraternal que tuvieron en el pasado y derribar esa barrera que Hyerim construyó entre ellos.

—El escenario quedó increíble. Como siempre tu trabajo habla por ti.—halagó Taehyung a su hermana.

—Si, me lo han dicho.—Hyerim le hizo un gesto muy rápido a Hoseok para que éste les trajera una bebida de la coctelería.

—He contactado a otro doctor que puede ayudarlos con el tema del embarazo.

—Oye, nuestros fallidos intentos por ser padres no deberían quitarte el sueño Taehyung, y no puedo saber por qué estás demasiado interesado.

Hasta cierto punto le parecía insensible que Taehyung se inmiscuyera en un tema delicado para su pequeña familia con Jungkook, ni siquiera ella misma se lamentaba tanto cada vez que los tratamientos fallaban e incluso comenzaba a perder el interés en esa pequeña posibilidad.

—Me preocupo por mi hermana menor. Solo eso.

Taehyung intentó regalarle unas palmaditas en los hombros a Hyerim, pero ésta sutilmente logró esquivar las muestras de cariño que su hermano estaba dispuesto a brindarle.

—¡Taehyung, llegaste!

Una tercera voz apareció detrás de los Kim, y de inmediato todos los flashes se posaron en ese trío peculiar que se volvía a reunir en escena. Entonces, Hyerim se vio forzada a sonreír.

Los tres intercambiaron saludos y todos los que eran testigos de esa escena se encontraban más que extasiados, la razón: por muchos años los tres chiquillos se mantuvieron en el ojo público por ser hijos de personas política y socialmente acaudaladas, ocasionando que todos supieran a detalle cada momento que compartían con los demás.

Sin embargo, alguien no podía decir lo mismo, lo cual le resultaba muy amargo de digerir.

Desde la umbría, Jimin observaba con ojos fríos el cuadro tan armónico entre los tres adultos mientras toda la gloria los cubría, así como a las personas alabando una ilusión que supieron construir y que él mejor que nadie sabía lo falsa que era.

El hombre se preguntaba cómo se atrevían a sonreír después del grave daño que le ocasionaron no solo a él, sino a su querido amigo Miles, llegando a la conclusión de que su vida fue la única que se detuvo, y la de aquellos tres, parecía de cuento.

Ofuscado por su propia ira, Jimin no pensaba que perdonar fuese algo que debiera hacer, si lo hacía ¿No sería injusto para Miles?

—Salud por todos ustedes y por los pocos días de paz que les queda.

El hombre levantó la copa de vino, brindando en nombre de las tres personas que disfrutaban ser el centro de atención esa noche.

Era una vida perfecta para los Kim - Jeon, pero demasiada aburrida para Jimin.

Dejando su copa de vino a medio acabar, Jimin se dio la media vuelta con las manos en sus bolsillos dejando atrás las amenidades que el evento prometía.

Mientras tanto, Jungkook, Hyerim y Taehyung seguían posando para todos los medios de comunicación que cubrían el evento minutos antes de que el concierto empezara.

Hyerim en medio de los dos masculinos, comenzaba a sentirse incómoda ante los reflectores a pesar de estar acostumbrada, sin embargo, sintió que esa noche la atención que recibían de los medios de comunicación era particularmente excesiva.

Entonces, con una mano intentó cubrirse de los destellos de las cámaras, permitiendo que su campo de visión se aclarara antes que la de los dos masculinos que la acompañaban.

Cuando de pronto, fue capaz de divisar una luz roja apuntando hacia ellos desde uno de los edificios abandonados que colindaban con el espacio donde suscitaba el evento.

Muchas veces se habló de los atentados que sufrían las personas de la misma clase política que ella y Jungkook, pero nunca pensó que algo tan horrible estuviese por ocurrirle en un momento único para ella y todos los niños de las lunas.

Lo cierto, es que eran figuras expuestas a atravesar catástrofes así, pero nadie le enseñó a cómo reaccionar, en consecuencia, su rostro palideció y no era capaz de moverse por voluntad propia ya presa del miedo. En cambio, Taehyung al ser ajeno a todo lo que estaba por acontecer se apartó de Hyerim y Jungkook con la intención de saludar a los invitados de su hermana y cada paso que daba, la luz roja no lo abandonaba como una sombra a punto de arrebatarle el destino.

Y a pesar de que en el pasado Taehyung hizo cosas horribles, Hyerim no dejaba de temblar imaginando como su vida está por arruinarse antes de que fuese capaz de reivindicarse.

—¡Taehyung!

Hyerim clamó horrorizada el nombre de su hermano.

Y en ese momento, todo se detuvo.

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