Veintitrés

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—¿Una campaña de desprestigio?—pregunta Namjoon descolocado.

—Si, es hora de que comiences a tomarte en serio esto y busques cualquier cosa, cualquiera que pueda manchar la inmaculada reputación de nuestro presidente.—Jimin aseveró mientras se ponía su saco para marcharse de la oficina.

—¿Pasó algo en particular que no me has contado?

—Oh sí, Jungkook me ha tocado los testículos. Anoche se atrevió a agredir a Hyerim, que de verdad no sé de donde saqué el valor para contenerme y no deshacerme de él de una buena vez.

—O quizá Dios fue muy grande para que no sucediera. No pensé que fuese esa clase de hombres.

—Seokjin, el hermano mayor de Hyerim estuvo a punto de romperle el cuello sino fuera por Na Hyeseong quien intervino. Demos gracias al cielo de que Taehyung no se haya enterado o ya te sabes el resto.

—Bueno, los Kim son personas muy temperamentales como el difundo Kim Jaesang, me sorprende que Hyerim sea la única que sabe manejar sus emociones, su autocontrol es impresionante. La admiro por eso.

—Hyerim es una auténtica líder, sólo que aún no lo descubre. Sería interesante verla muy pronto en esa faceta.

—Insinúas que es un hecho el que Hyerim será lanzada como candidata.

—Si Hyerim se convierte en la presidenta. La carrera política de Jungkook estaría realmente enterrada, por eso nosotros vamos a darle un pequeño empujoncito. Nos lo va agradecer.

Namjoon lo mira perplejo.

—Cuál es tu primer movimiento.

Jimin pareció pensárselo un poco.

—Que los rumores de sus infidelidades sigan filtrándose a la prensa. Mientras encontramos algo que verdaderamente valga la pena de contarle a los medios de comunicación. Desde luego será un inconveniente para los Kim, hasta donde sé el matrimonio de Hyerim y Jungkook fue orquestado por ellos, así que tener un yerno adúltero será un golpe duro para la reputación de la familia.

—Por cierto, me muero por saber qué pasó anoche con la llegada de Olimpia, ella no me ha querido contar aún nada.

Jimin carcajeó escandalosamente.

—Se han tragado cada una de mis mentiras. Así que mientras yo me encargo de Jungkook, ella se encargará de Taehyung. El hombre que le arrebató toda su vida.

Quien iba a decir que el pasatiempo favorito de Taehyung es cosechar enemigos.

[••••]

Hyerim se encontraba exhausta después de caminar de un lado a otro por todo el centro comercial, y después estaban los niños que no se cansaban de realizar compras y más compras, entre juguetes para Hyunki y bolsos y artículos de lujo para Bada.

Por suerte, Hoseok los acompañaba fielmente a todos lados sin chistar.

—Después de este día subiré tu sueldo.—manifiesta Hyerim agotada mientras se sentaba en una de las bancas del centro comercial tomando la botella de agua que Hoseok le abrió.

Hoseok sonríe.

—Es suficiente con el tratamiento que ha pagado de mi madre. De verdad no sé como agradecerlo.

—Al contrario, creo que soy yo la que está en deuda contigo. En especial estos últimos días que me has cubierto las espaldas.—Hyerim le guiñó el ojo.

Pero ciertamente a Hoseok lo considera su sombra y mano derecha, porque el chico en más de una vez le ha demostrado lo leal que puede llegar a ser con ella.

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