Somebody else

Nueve

PJM

—"¿Es esa la primera dama y Kang Seulwoo?"

Esta mañana había decidido desayunar en santa paz, cuando las apabullantes voces de los comensales interrumpieron la hora de mis primeros alimentos del día.

Alcé la mirada buscando el origen de tan estruendosas reacciones, encontrándome con la llegada de la mujer que ponía todo mi mundo de cabeza.

Kim Hyerim

Ahora entendía la euforia de los comensales y personas tratando de llegar a ella para recibir un saludo, pero todo indicaba que vino aquí en calidad de mujer ordinaria y no como la figura pública a la que estamos acostumbrados a ver en pantalla.

Los escoltas de Hyerim la siguieron hasta una de las mesas donde era esperada por un tipo muy conocido del medio, y con quien protagonizaba una serie de escándalos que el año pasado abatió con orgullo, pero hoy se saludaban como grandes amigos y compartían una que otra sonrisa cómplice.

Aparentemente la repentina llegada de Hyerim movió todas las piezas de mi tablero, porque después de quince años la tenía muy cerca de mí y temo por que yo termine de cometer alguna imprudencia que evidencie mi verdadera identidad.

Y ahora entendía las razones por las que Jungkook se siente todo el tiempo amenazado por si esta mujer un día decide mirar a otro lado.

Porque Hyerim es la personificación de todo lo que yo he anhelado, porque siempre ha sido ella a quien mi corazón irremediablemente espera, pero el dolor de su silencio me pesa más en el alma que cualquier otro sentimiento.

Intentado reorganizar mis prioridades, me levanté de la mesa para dirigirme al sanitario sin llamar la atención, así que mientras caminaba bajé mis gafas de sol, cuando de pronto un pequeño altercado entre una pareja de jóvenes ocurría en los pasillos.

La chica parecía reclamarle sobre alguna infidelidad al mismo tiempo en que golpeaba el pecho del masculino con frustración, en cambio él...no parecía muy afectado.

¿Acaso es una tendencia entre las parejas de hoy ser infieles? O es que últimamente esa palabra no ha dejado de estar presente en mis pensamientos.

Curioso por ver el rumbo de su disputa, me detuve esperando a que al menos notaran mi presencia y se abrieran paso para que pudiese acceder a los sanitarios.

Sin embargo, mis ojos se abrieron sorprendido cuando el masculino levantó la mano dispuesto a abofetear a la chiquilla, desde luego no podía permitir que la violencia se perpetrara frente a mis ojos, pero no era el único en ese momento que también lo pensaba.

—¿Qué crees que estás haciendo?

A mi lado, pasó una figura femenina repiqueteando el suelo de mármol con sus tacones y envolviendo mis fosas nasales con un aroma tan exquisito que a partir de hoy no olvidaré.

Una mujer de al menos metro sesenta, arropada por un vestido midi, tacones a juego con su cartera de mano que la hacían lucir sofisticada, pulcra e imponente, o tal vez me daba esa impresión por el hecho de que sea la femenina más poderosa dentro del mundo de la política. Porque ella era la primera dama en todas sus letras, que me niego a creer que de todos los hombres en el mundo, Jungkook sea el único que pueda decir con seguridad que esta mujer lleva su alianza nupcial en el dedo anular, y finalmente con dignidad se acercó a la pareja creando confusión en ambos.

La otra chiquilla consternada se cubrió los labios y después pronunció con voz inestable.

—¡La primera dama!

Y era la misma mujer a la que no he dejado de ver desde que llegó al restaurante.

—Si la golpeas, haré un escándalo y llamaré a la policía.—advirtió Hyerim.