Na Hyeseong vertiendo el vino sobre las copas mantenía atento a Jungkook, mientras éste relataba el altercado que tuvo con Hyerim.
—¿Quieres decir que Hye te arrebató la candidatura? Y por eso te has comportado como un cabrón con ella.
Jungkook no tenía más familia que Hyerim y los Kim, su madre murió prematuramente y su padre hace poco dejó el mundo, así que consideraba a Na Hyeseong como la madre que nunca pudo tener. Desde pequeño no conocía otra figura materna que no fuese Hyeseong, siempre pendiente y escuchándolo cuando se sentía perdido, qué hoy no era la excepción, por eso corrió hasta ella con la ilusión de escuchar palabras esperanzadoras.
—El deber de Hye es ser tu compañera, y el tuyo es amarla, es ella tu otra mitad y tú la suya, por esa razón han estado juntos desde que son niños, no puedes odiarla solo porque las personas simpatizan más con ella.
—Siempre me lo has recordado, tanto que me lo he creído. Pero tienes razón, no hay nadie en el mundo que esté hecho a mi medida como lo está Hye, ella me conoce mejor que yo mismo y eso es una debilidad muy peligrosa.
—Diría que ambos son peligrosos para el otro. Porque Hye aprendió a quererte después de ese pequeño incidente de hace quince años. Y a veces la costumbre es más fuerte que el amor más puro, así que ruega porque Hye no encuentre el amor verdadero o de lo contrario, estarás acabado.
—¿Qué debería hacer?
—Dejar que ella nos gobierne, es hora de que le devuelvas su invaluable apoyo que te ha entregado por todos estos años que han estado casados. A cambio, te concederé el treinta por ciento de mis acciones en Kim Empire, de esa manera podrás ser parte de nosotros como siempre lo has querido.
Aquello era una oferta tentadora, porque significaba obtener un escaño en la élite empresarial, era verdaderamente entrar al mundo de los Kim, era poder, reconocimiento y gloria.
—Piénsalo. Es eso, o perder a Hye. Porque has colmado la paciencia de Seokjin y él está dispuesto a quitarte del medio sin remordimiento alguno.
En términos de poder, Taehyung no era el perro grande de la casa, por encima de él y de su madre existía una fuerza más poderosa, Kim Seokjin, quien fuera el único de los hijos de Kim Jaesang en heredar el cuarenta por ciento de las acciones en Kim Empire, el otro treinta por ciento era controlado por Na Hyeseong la cual estaba dispuesta a entregarle a Jungkook su parte social, el otro veinte por ciento lo compartían Hyerim y Taehyung en partes iguales y el diez por ciento restante socios externos.
Jungkook al escuchar aquel enigmático nombre se tensó en su lugar.
—Es bueno recordarte que no eres santo de la devoción de Seokjin.
—Lo dices como si fuese a volver pronto.
—Uno nunca sabe. Actualmente la familia atraviesa una fuerte crisis, es normal que necesitemos de un líder que nos guíe, yo tengo ya unos años encima y bien sabes que Hyerim y Taehyung tienen la conciencia perturbada desde aquel terrible día, o tal vez podrías ser tú a través de Hye. Si ella se lanza a la política tendría que renunciar a todos sus derechos corporativos por un tiempo, y quien mejor para custodiar los intereses de mi hija mientras emprende un nuevo rumbo.
Jungkook no pudo evitar sentirse extasiado por todas las promesas y posibles escenarios que Na Hyeseong le ponía sobre la mesa. Era un sueño que podía tocar en cualquier momento si lo decidía rápido.
—Supongo que tendré que asumir la presión de ser padre cuanto antes.
—No.—advirtió Hyeseong.—Hye no puede ser madre aún. No hasta que yo lo decida.
—¿Por qué no? ¿Acaso eres la responsable de que sea difícil para nosotros?
—No puedo darte detalles, no es el momento.
[••••]
Hyerim y Jimin caminaban en completo silencio por los andadores de la zona, la chica era quien más se encontraba nerviosa y a medida que sus pasos se hacían torpes, miraba de reojo a Jimin, quien no quitaba la vista de enfrente pretendiendo que no le afectaba la cercanía de Hyerim.
—Por qué ha hecho todo esto. No es la primera vez ¿Podría ser casualidad?
Hye fue la primera en romper el gélido silencio durante una caminata que los llevaría a rumbos desconocidos.
—No creo en las casualidades, solo me estoy comportando de manera adecuada. Pero si estás incómoda, entonces me retiro.
—¡No!—Hyerim reaccionó por instinto. Porque ciertamente Jimin no le inspiraba ni la mínima desconfianza y eso ya era un problema.
A pesar de sólo haberse cruzado dos veces en sus vidas, Hyerim lo sentía muy cercano, y Jimin por muy hosco que se comportara, la escuchaba con atención y la charla entre ellos fluía. No lo sentía como un desconocido en lo absoluto.
—¿Usted vive por esta zona?—se atrevió a preguntar, entonces, Jimin metió sus manos en los bolsillos de sus vaqueros y se atrevió a mentir.
—Recién llegue a Corea por negocios y planeo adquirir una propiedad. Esta zona me parece adecuada.
—Es demasiada tranquila y acogedora. Tal vez, podría contactar a una de mis agencias mobiliarias de confianza y ayudarlo con este pendiente. Sé que no hay forma de compensar su amabilidad, pero creo que ésta podría ser la mejor.
Era increíble que después de tantos años, Hyerim no haya perdido esa esencia y su vocación por ayudar a los demás, entonces, por qué no le tendió la mano hace quince años, la respuesta era sencilla, Taehyung es su hermano y él... un simple desconocido.
Pero no era momento de lamentarse, porque ahora más que nunca tenía los objetivos bien definidos y entre ellos, acercarse a Hyerim. Así que no podía desperdiciar una oportunidad así de única en la vida como entrar en el mundo de los Kim a través de Hyerim.
—¿Podría hacer eso por mi?
—Déjemelo a mi. Le aseguro que encontraremos una casa que se adapte a sus comodidades y necesidades.
Por el momento, ocuparse en otras cosas podría aliviar la mente de Hyerim, apartarse de todo aquello que le angustiaba porque la presencia de este hombre no le era indiferente.
—Se dedica a algo en particular.—Hyerim quería mantener la conversación a flote sin parecer entrometida y Jimin buscaba establecer una buena relación con su futura vecina.
—La industria naviera.
—Wow, nunca había conocido a ningún naviero. Solo escuché de mi padre un par de veces que los más exitosos siempre eran los griegos.
—Parte de mis orígenes son griegos y tú padre no se equivocó, porque en su mayoría nuestro éxito son gracias a las condiciones, el Mediterráneo es un lugar exquisito para la industria.
—He visto varias fotografías y el Mediterráneo parece un lugar muy cálido.
—¿Nunca ha viajado a nuestras tierras?
—No.—Hyerim dijo apenada.
A pesar de que Hyerim provenía de un mundo totalmente diferente al suyo, parecía que la chica se perdió de varías etapas de su vida o por alguna razón le daba esa impresión. Porque fuera de los reflectores, era como otra Hyerim que no conocía; ausente, melancólica e insegura. Si, definitivamente quedaban pocos fragmentos de la Hyerim del pasado y era doloroso pensar que fue aquello que lo provocó.
En ese momento, Jimin quería abrazarla y decirle que todo estaba bien, que nunca más se apartaría de ella, porque exactamente, qué es lo que la familia Kim le hizo a esta chica hace quince años, de imaginarlo, la ira lo acechó una vez más.
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Somebody else
FanfictionHyerim y Jungkook eran la pareja perfecta, unidos por un lazo que ambos construyeron desde que eran unos niños y creían que ese amor era para toda la vida, pero la llegada de un hombre puso en duda todo aquello que se juraron alguna vez.