—Qué opinas.—dice Bada mostrándole a su abuela todas las compras que ella y su hermano hicieron en el centro comercial.
Entonces, Na Hyeseong arrugó un poco la nariz extrañada por la cantidad absurda de dinero invertido ahí.
—¿Santa Claus se adelantó?—preguntó la mujer viendo como Hoseok entraba y salía de la casa con bolsas y más bolsas de compras.
—Hyerim Claus.—Bada corrigió.
—Quiero creer que mi hija está en sus cabales.
—Descuida abuela, puedo prestarte alguno de mis tacones ¿Qué tal unos Manolo Blahnik?
Por supuesto que Na Hyeseong se negó rotundamente, pues desde hace algún tiempo dejó de utilizar esa línea de lujo para calzarse, exactamente desde el incidente de Hyerim y Taehyung, pues todo aquello le traía amargos recuerdos.
—Bueno andando, tienen que prepararse, tenemos visitas esta noche.—anunció la dama mientras le retiraba la chaqueta al pequeño Hyunki.
—¿Quien?—preguntó Bada.
—Olimpia y Miles.—dijo sin mucho problema, en cambio, la mandíbula de Bada cayó al suelo de inmediato solo de escuchar esos nombres. No quería ser más pesimista, pero...¿Era necesario?
La chiquilla no tuvo de otra que arrastrar los pies hasta su pieza para tomar un baño de agua caliente y prepararse para recibir a las visitas, preguntándose, cómo habrá de tomárselo su padre y tía en cuanto lleguen a casa.
[••••]
—He visto a los niños.—dijo Jinah en tono melancólico mientras Jimin se estacionaba en casa de los Kim.
—Empezarás a verlos seguido.—contestó y se giró para encontrarse con el rostro apagado de su acompañante. Mirando sin emoción a la nada.
—Para mis hijos solo soy una desconocida. Ellos hace rato se han refugiado en Hyerim, dejándome claro que solo confían en ella, y me cuesta reconocerlo pero esa chica de verdad ha hecho un gran trabajo con los niños.
—Es normal. A pesar de que Seokjin tenga la custodia legal de los niños, Hyerim los ha criado gran parte de sus vidas, y por lo que he llegado a saber, ella aparece en los registros escolares de los niños como su tutora después de su padre.
—No la odio, pero si la envidio por estar presente en los momentos más importantes de mis propios hijos. Aunque, le estaré siempre agradecida por no dejarlos solos.
Jimin podía entender lo injusta que a veces lograba sentirse Jinah, una mujer que detuvo su vida hace siete años y a la que la justicia le debía mucho.
—Andando. Tienes unos hijos que recuperar.
Jimin le dio valor a la mujer que no paró de llorar desde el encuentro que tuvo con sus hijos en el centro comercial, pero ahora las máscaras se encargarían de ocultar todo ese dolor. Por un tiempo.
La pseudo familia Park llegó al terreno de los Kim, porque finalmente todos estarían reunidos a petición de Na Hyeseong.
Jinah se pone nerviosa de nueva cuenta al estar a unos cuantos metros cerca de sus hijos y del hombre al que alguna vez amó y amará, pero lo hizo aún más cuando notó varios autos de lujo estacionados sobre la glorieta que adorna la entrada a la residencia de los Kim, porque la familia estaba reunida.
Jimin también reparó a todo el convoy presidencial que custodiaba a la familia Jeon - Kim y al escudo nacional dorado que se dejaba apreciar en la puerta de la residencia, significando una sola cosa: el perro grande estaba en casa, y Jimin sonrió con malicia porque después de mucho tiempo por fin estaría cara a cara con Jeon Jungkook.
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Somebody else
FanfictionHyerim y Jungkook eran la pareja perfecta, unidos por un lazo que ambos construyeron desde que eran unos niños y creían que ese amor era para toda la vida, pero la llegada de un hombre puso en duda todo aquello que se juraron alguna vez.