Capítulo 06

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Era la primera noche que salía con sus compañeros de trabajo y la primera que salía en meses sin los niños. Por un momento había olvidado que existía la vida social fuera del trabajo y ser madre. Su rutina había continuado entre los niños, trabajo, comer y dormir. Y esto: unas copas con unos conocidos, era justo lo que necesitaba para romper ese ciclo.

-¡Mia bella! -Exclamó Rafael al verla entrar en el bar. Sarah estaba sentada a su lado, bebiendo de una copa con un líquido oscuro.

-Rafa, Sarah.

-Casi no te reconozco -dijo Sarah en forma de saludo, refiriéndose a su maquillaje y tal vez a su vestido de cóctel, también.

Rafael soltó una carcajada.

-Te ves hermosa, bella. Ahora dime, ¿qué quieres beber? -Preguntó al ponerse de pie con su vaso vacío. Estaba claro que habían empezado sin ella.

-Lo que sea, pero que sea fuerte. -Necesitaba algo que la hiciera olvidar del trabajo o, más preciso, lo incómodo que se había convertido después de aquella noche que Constance le gritó. Apenas había pasado una semana desde esa noche y aún no podía siquiera mirarla a los ojos.

No. No. Esta noche no es de trabajo. No se trata de Constance -Se repitió mentalmente, soltando un largo suspiro.

-Vaya, sí que necesitas algo fuerte -dijo Sarah, arqueando una ceja. Aquel gesto era tan... Constance, que supo que se le haría difícil no pensar en la mujer por el resto de la noche.

-¿Cuándo no? -Preguntó intentando hacerlo con un gesto divertido, pero no tan bien como esperaba porque Sarah no hizo más que entrecerrar los ojos, observándola detenidamente.

-Pues me sorprende que no me hayas llamado aún. Pensé que lo harías en menos de 24 horas de estar sin mí.

-Vaya, sí que tienes los aires bien subiditos -comentó Rafael al llegar y escucharla-. Aquí tiene, mademoiselle. -Colocó sobre la mesa un vaso con un líquido claro y una lata de Coca-Cola.

-Gracias. -Agarró el vaso y tomó un sorbo sin siquiera preguntar qué era la bebida, y casi la escupe, no por lo fuerte que era, sino por lo divertida que se le hizo la expresión estupefacta del hombre-. Y no lo he hecho porque no he tenido alguna emergencia... -Su mirada se desenfocó al recordar el moretón en el rostro de Constance.

¿Acaso Sarah ha visto o notado algo? Dudaba que fuera la primera vez, aunque preferiría pensarlo de aquella forma. ¿Sarah le diría algo? Odiaba la situación en la que se encontraba... si mencionaba algo a Sarah y ella no estaba al tanto... entonces está segura de que su jefa la mataría y tal vez a Sarah también. La mujer enfrente de ella la miraba con curiosidad, como si estuviera intentando descifrar qué era lo que estaba pensando. Así que Ella decidió hacer todo lo posible por deshacerse de sus preocupaciones. Al menos por esa noche.

-Te acabas de tomar un ron de 40% de alcohol como si fuera agua. Te traje la soda para... sabes qué, olvídalo. -Negó con la cabeza, tomando un sorbo de su propia bebida que sí parecía tener bastante Coca-Cola.

-Mis padres son irlandeses. Beben mucho whisky y el ron no está mal.

-Ah... pensé que habías sido una alocada durante tus años de universitaria -dijo Sarah, tomando otro sorbo de su propia bebida.

-¿Esa no fuiste tú? -comentó Rafael.

Sarah lo miró con indignación.

-Espera... ¿Ustedes se conocen de antes? ¿Antes de Ciao?

-Mera coincidencia. Fuimos a la misma universidad. ¿Cuántos años crees que tengo que piensas que fui a la universidad al mismo tiempo que este vejestorio?

Extrañas por NaturalezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora