Capítulo 18

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-¡Oh! Por fin -exclamó Ella al ver a su hermana caminando en su dirección.

-No puedo creer que me hayas hecho venir hasta aquí en uniforme. Primera vez que pongo pie en este edificio y me haces venir en crocs, Ella -dijo entre dientes.

-¿Te hice? -Preguntó con un tono divertido.

Elena dejó la bolsa de comida sobre el escritorio y se dobló, apoyándose en los antebrazos, apartando varios papeles.

-Pensé que nos reuniríamos afuera, sabes, como siempre.

-No he podido moverme de aquí. Ha sido un día muy atareado, por suerte Oliver ya recogió a los niños.

-¿No has comido en todo el día? -Preguntó con una expresión de desaprobación.

Ella se sacudió de hombros.

-La verdad es que se me ha pasado el tiempo.

-Elena.

Las hermanas Quinns quedaron heladas al escuchar aquella voz. Y con una simple mirada de su hermana, Ella supo que quedaría en deuda con ella por hacerla subir hasta la oficina en aquella vestimenta.

-¡Constance! Qué tal -dijo y el nerviosismo presente en su voz hizo que Constance arqueara una de sus perfectas cejas-. Solo pasando a traerle comida a Ella -se explicó a pesar de que Constance no había siquiera pronunciado otra palabra aparte de su nombre-. Tiene que comer.

Elena tragó en seco al ver cómo la mirada de la mujer la recorrió de pies a cabeza lentamente, pausando momentáneamente sobre los crocs.

-¡Gracias por la comida! -exclamó Ella de repente, haciendo que su hermana y jefa la miraran sorprendidas.

-Supongo que esa es mi señal para irme -dijo Elena, sonriéndole de lado a Constance para luego mirar a su hermana y señalarla con el dedo índice-. Debes cuidarte más.

Ella asintió en silencio y siguió con la mirada a su hermana hasta que entró en el ascensor.

-Ven, Eliana.

Ella se alisó la blusa por costumbre y agarró la bolsa con la comida antes de entrar en la oficina de su jefa y cerrar la puerta detrás de ella, aunque la mayoría de las personas se habían ido a casa o estaban por hacerlo.

-Es de Nick's Bistro. ¿Quieres comer ahora?

-Tienes un horario con recesos y una hora para almorzar. ¿No has comido nada?

-Tú tampoco has comido. Y mi turno terminó oficialmente hace... -Se miró el reloj en su muñeca- ...dos minutos.

Constance sabía que no podían seguir usando esa excusa para comportarse de aquel modo. No estaba muy segura qué eran exactamente, pero desde que se quedaron a beber el whisky en la oficina, ambas han seguido usando la excusa del horario laboral para comportarse de esa forma. Una forma más... afable. Es como si sus diferencias en el trabajo se esfumaran con el pasar de los segundos; Constance dejaba de ser la jefa, Ella dejaba de ser su subordinada. A veces se llegaba a sentir como un fin de semana en el medio de la semana laboral.

Y Constance sabía que, tarde o temprano, esa burbuja se rompería.

-Sigo siendo tu jefa -le recordó.

Ella dejó de sacar la comida de la bolsa y alzó la cabeza para mirarla a los ojos.

-Lo sé -dijo con simpleza, volviendo la mirada a lo que hacía-. También sé que Nick's es uno de tus favoritos y que has estado tan ocupada como yo y no has comido nada.

-Eliana esto... -Se echó hacia adelante, apoyando los codos sobre el escritorio.

-¿Quieres hablar de esto?

Extrañas por NaturalezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora