Para alguien que trabaja en un hospital, Elena estaba que se subía por las paredes por no poder irse a casa o al menos salir de la habitación. Odiaba ser la paciente. Con el permiso de su doctora y la ayuda de Lucas, pudo salir de la habitación y caminar un poco por los pasillos. Eso ayudó bastante con su humor.
—Te ves mejor.
Elena sonrió al ver que Constance no se había movido del sofá, sosteniendo a Liam en sus brazos.
—Sí. Ya sentía que me estaba volviendo loca acostada entre estas cuatro paredes. ¿Cómo se portó?
—No ha despertado.
—Ojalá sea así cuando estemos en casa... —pensó en voz alta, subiéndose a la cama y cerrando los ojos—. ¿Ella no ha regresado? —preguntó. Su hermana había salido por algo de comer antes de que ella fuera a caminar.
—No.
Elena giró la cabeza al escuchar la respuesta distraída. Constance no se había despegado de Liam desde que lo tomó en brazos, después de que lograra que Ella lo soltara. Ella había estado por las nubes al confirmar que había acertado con el sexo del bebé, y su felicidad hizo llorar a Elena, aunque culpó a las hormonas.
—¿No quieres otro?
Constance apartó la mirada del bebé que había comenzado a abrir los ojos azules como los de su madre.
—¿Hmm? ¿Otro qué?
Elena sonrió. Estaba segura de que nunca había visto a Constance tan absorta con algo que no fuera su trabajo.
—Bebé.
Constance parpadeó lentamente, mirándola, y, por un instante, Elena pensó que no la había escuchado.
—No. Ya tengo todo lo que necesito —respondió y se rio ante la expresión de sorpresa de la nueva madre—. ¿No necesito un bebé si tengo a mi alcance esta adoración? —dijo, rozando la mejilla de Liam con el dedo índice.
—No olvidaré eso cuando necesite una niñera —bromeó Elena.
—No está en mis planes tener más hijos. Aunque las cosas no siempre salen según lo planeado. Fue una sorpresa total cuando me di cuenta de que estaba embarazada de Maura —pausó al caer en cuenta de que nunca había hablado del tema. Claire había pensado que Arthur y ella lo habían planeado, y Constance nunca la corrigió. Elena la miraba con atención, incorporándose un poco para girar el cuerpo en su dirección—. Éramos muy jóvenes... yo tomaba los anticonceptivos según las indicaciones e ingenuamente pensamos que sería suficiente para prevenirlo... ya ves que no. Me tomó cuatro meses darme cuenta de que estaba embarazada.
—Es más común de lo que crees, eso de no darse cuenta —dijo Elena y sonrió al recordar el momento en que su hermana la buscó en un estado de pánico, pensando en todo lo peor de sus náuseas matutinas menos en la posibilidad de estar embarazada—. Lo mismo le pasó a Ella, solo que con los mellizos fue imposible no darse cuenta, aparte de que sus náuseas fueron horribles.
Constance quería preguntar más, pero Ella entró de repente.
—Me vas a amar —le dijo a su hermana y le mostró un vaso que Elena reconoció al instante—. Tu doctora lo aprobó. No es tanta cafeína, así que es seguro.
—Te amo. Te adoro. ¿Te he dicho que eres la mejor hermana del mundo? —dijo Elena al instante que sintió el calor del vaso de café.
—No vendría mal escucharlo más a menudo. —Le hizo un guiño y se giró hacia Constance, entregándole un vaso a ella también.
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Extrañas por Naturaleza
FanfictionPrecuela de Tú mi Naturaleza y Yo tu Humanidad (Tú y Yo): La historia de cómo Constance y Ella se conocieron. Extrañas por Naturaleza sigue la vida de Ella Quinn (un personaje original) y Constance Isles. La historia está dividida en tres actos. El...