Mi amor, traidor

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Riley.

La semana ha pasado considerablemente lenta. Ha sido totalmente agotador aguantar a Samanta.

Me enteré de que Gabriel la sacó y desde ahí no me ha dejado de hostigar.

Debería ponerle una demanda por hostigamiento, pero no lo haré. Dejaré que todo siga su curso, hasta al menos un mes más.

Cuando la encuentre volando bajo.

Zas.

Daré el primer golpe.

El tema de la prueba de paternidad está lista, me informaron hace una hora que podía ir a buscarla.

Hoy acabará esa duda. Sabré la verdad...

Y si el resultado es que no soy su padre. Me encargaré de arruinarlos por ese ámbito también.

Luisa.

Una semana conociéndolo. Se ha pasado rápido el tiempo a su lado.

Obviamente, no nos vemos todos los días, pero sí hablamos siempre. Me ha contado tantas anécdotas de cuando era pequeño, que he deseado haberlo conocido mucho antes.

¿Cómo habría sido todo si no me hubiese casado con Riley?

¿Cómo habrá sido estar casada con Kurt?

Él me contó que tenía una esposa, pero falleció.

Es viudo...

No me dijo la razón de su muerte, y yo tampoco pregunté. No quería ser inoportuna preguntando algo así. Me alegro que se haya abierto conmigo. Por ahora parece ser un buen hombre.

Kurt me saca casi diez años de diferencia.

Y siendo sincera su edad no me molesta.

Me gusta que sea mayor, hay algo en eso que me hace verlo aún más atractivo de lo que es. Es alto, tiene unas manos de infarto, lindo perfil, y es muy bueno en la cama, es perfecto para mí.

y...

Dios.

Meneo la cabeza para sacar los pensamientos que me distraen.  Estoy nerviosa, por eso evito pensar en lo que está pasando.

Cuando por fin me concentro en lo que está pasando ahora, me doy cuenta de que el doctor me ha estado hablando.

—¿Discúlpeme, doctor, que me estaba diciendo?—Pregunto perdida.

El doctor suspira, y me da unas indicaciones para revisarme.

No quiero admitirlo, me he sentido diferente en estos últimos días, por eso vine. Y lo hice sola por miedo tal vez...

Estoy rara, y no quiero hacerle falsas ilusiones a los demás sin nada que compruebe lo que sospecho.

No quiero compañía ahora mismo.

Necesito pensar.

Obviamente, aún no conozco al cien porciento a Kurt. Me falta demasiado.

Y a él le falta conocerme  más a mí.

Eso me asusta...

Tengo miedo.

No quiero que sea un extraño cuando mi deseo se cumpla. Quiero estar segura de que es el hombre correcto, que es la persona con la que quiero estar.

Por primera vez. No me siento preparada.

Me gusta Kurt.

Pero quiero conocerlo más.

Quiero conocerlo y saber que es un buen hombre, saber que es un hombre comprometido y responsable. Necesito saber que daría todo por lo que ama.