Luisa.
—Gabriel.—Se me escapa su nombre.
—Hola hermosa.—Dice con una sonrisa que da miedo.
—¿Qué mierda estás haciendo acá?—Dice Riley.
—Ya sabes... cosas del oficio.—Se encoge de hombros.
—Estas en esta mierda, hijo de pu...
—¿Hijo de puta?—Lo interrumpe y se ríe.—Para puta tu ex mujer.—Se burla.
Siento como un frío me recorre desde los pies a la cabeza.
Los chicos podrán ignorar eso, pero yo no. No puedo...
Me siento abrumada. Todo lo que está pasando, todo lo que pasó. Siento que jamás olvidaré esto. Lo que me hicieron... lo que hice...
—Luisa, retrocede.—ordena Kurt.
Pero yo estoy paralizada. No sé en qué momento Gabriel ha sacado una pistola y me apunta. No me muevo. No puedo hacerlo, siento que si me muevo apretará el gatillo. Y si no lo hago, también lo hará.
—Que fácil sería matarte Riley.—Comenta sin apartar la mirada de mí.—Pero sería muy simple, después de todo lo que nos has hecho... la muerte para ti, sería un regalo.
—Baja la puta pistola, tiene una niña en brazos maldito loco.
Siento como una mano me agarra, y yo no puedo hacer nada más que aferrarme a mi hija, intento protegerla con mis brazos.
—Me conformo con que la veas morir y te culpes por ello.—Aprieta el gatillo, pero no recibo el impacto, el dolor nunca llega.
Se escucha una secuencia de disparos en seguida y cierro los ojos con fuerza.
Cuando no hay más ruido abro los ojos y veo que mi hija esté bien. No tiene sangre. No siento nada...
Siento como un cuerpo cae, y ahí es donde recién miro hacia al frente.
Los chicos solo se quedan en silencio. Kurt se acerca a mí y toma a mi hija. Mientras que Riley se mantiene al margen.
—Louis...—Se me quiebra la voz.—No. No. No...
Caigo al suelo a su lado.
—Luisa... T-te quiero...
—No hables. No te atrevas a despedirte, No lo hagas...—Susurro.—¡Llamen a una ambulancia se está desangrando!
Le grito a los chicos, pero ellos no hacen nada.
—¿¡QUE ESPERAN!?—grito desesperada.
—Luisa... no podemos, tiene una herida de bala y se va a involucrar la policía.—Habla Kurt intentando calmarme.
—¡ME IMPORTA UNA MIERDA, LLAMEN A LA JODIDA AMBULANCIA QUE SE ESTÁ MURIENDO¡—Lloro mientras me aferro a mi mejor amigo
—Luisa... está bien.—Louis se esfuerza por hablar.
—No, no está bien, es mi culpa si yo no...
—No es tu culpa, yo decidí venir...—Intenta esbozar una sonrisa, pero no puede.—Y-yo tenía que salvarte...
—No me hagas esto, no puedo perderte a ti. Tú no...
—Daría mi vida mil veces por ti si fuera necesario. Sabes que te amo, Luisa. Sabes que siempre lo haré.—Su voz apenas es entendible.
—Yo también te amo. Siempre lo haré... por eso, por el amor que me tienes, vive, tienes que ver a tu sobrina crecer. Nos quedan muchas travesuras por vivir juntos, los tres...
—Y lo h-haremos, pero quizá en otra vida...—Comenta intentando parecer fuerte.
El es fuerte... va a salir de esto. Yo sé que lo hará. Es mi mejor amigo, mi otra mitad, es indispensable, no sería la mujer que soy ahora sin el.
—Luisa... tengo frío.—Su mano aprieta la mía.—No me dejes solo t-todavía.
—Riley. Haz algo, pide ayuda, él aún puede salvarse.—Lo miro y él niega.—¡SE ESTÁ MURIENDO HAGAN ALGO!
Ellos se mantienen al margen.
Jamás los perdonaré.
—P-prométeme... que—Se queda en silencio por unos segundos.—Que le contarás sobre mí. Le dirás q-que la amo...
Habla y sé que se refiere a mi hija.
No estoy lista para esto. Para despedirme de él. No puedo.
—Cada risa tendrá tu nombre Louis. En cada buen momento estarás tú. Cada travesura será por ti... para ti. Lo prometo.—Beso su mano mientras él cierra los ojos.
No puedo verlo morir... él no puede morir aún él tiene que jugar con mi hija, tiene que...
—Luisa hay que irnos.
—No lo dejaré solo... el me necesita.—Me niego a moverme.
—Luisa, él ya se ha ido.—se acerca Riley y toca mi hombro.
Miro a Louis y sus ojos ya no tienen vida, su mano se soltó de la mía y cada aliento de risa se ha ido.
Nota: En estado liquido y esto aún no termina...
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Mi amor, traidor
RomanceElla realmente desea ser madre. Pero él no lo desea tanto como ella. Ella no lo quiere presionar demasiado, pero sus deseos de tener una familia numerosa son inmensos... Un día ella por cosas de la vida va a su oficina para darle una ultima oportuni...