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Luisa.

Me dolió verlo derramar lágrimas, sé que no era por lo del agobio, creo conocerlo para saber si miente o no. Me siento mal por él, y me gustaría ayudarlo.

Sin embargo, salí con un gran peso de encima. Eso necesitaba. Decírselo a alguien. Y aunque se lo hubiese dicho a Louis primero, no lo hice porque ha estado ocupado en su trabajo. O eso me ha dicho él.

La verdad es que nos hemos visto muy poco en estos días. No quiero que nos distanciemos, es mi mejor amigo y no lo quiero perder. Por eso, mientras camino hacia Kurt, le envió un mensaje para que nos juntemos. Recalco en el mensaje de que es URGENTE.

Kurt me esperó mientras hablaba con Riley. No hizo mayores preguntas, solo se limitó hasta conducir hasta aquí. Es raro eso de él, cuando está conmigo siempre habla mucho, y desde que salimos de casa, no ha abierto la boca ni una sola vez.

Dios.

Odio que esté tan callado.

—¿Estás bien?

—Sí, todo bien.—Responde con una sonrisa forzada.

No le creo nada.

¿Por qué no quiere hablar conmigo?

—¿Seguro?—presiono nuevamente.

Él, solo me asiente.

—¿Qué me querías decir hace un rato?—Inquiero y el solo guarda silencio.

—Kurt, la falta de comunicación ha arruinado tantas cosas en mi vida, no quiero que arruine esto también.—Suspiro.

Él me mira con los ojos brillosos. En sus ojos veo que me quiere decir mil cosas, sus ojos reflejan tantas emociones que me confunde.

—¿Podemos hablarlo en otro lugar? No me gusta estar mucho tiempo rodeado de policías.—Asiento y él agarra mi mano y nos guía a la salida.

¿Qué le pasa?

—Bien, ya salimos de ahí.—me suelto de su mano una vez estamos fuera— ¿Qué pasa?

—Salgamos a comer... no, ya sé, compremos comida china o la que desees y hacemos un pícnic. Encontré un lugar hermoso que seguramente te encantará.—Habla cambiando el tema por completo.

—No me cambies el tema, has estado demasiado raro y me gustaría saber si es por mi culpa o si decidiste que ya no quieres esto, dímelo. Sea lo que sea, lo aceptaré, lo prometo.—Trago saliva nerviosa por su respuesta.

¿Y si no quiere estar conmigo?

Seré madre soltera.

No me molestaba antes la idea. Pero ahora sí.

Aunque sé, que siendo madre soltera me las arreglaré. Jamás dejaré que algo le falte.

Excepto un padre... tengo miedo de no poder darle un padre a mi bebé. 

Si Kurt no quiere nada conmigo, tendré que hacer el rol de padre y madre. Muchas mujeres lo hacen...

—No, Luisa, tranquila... te prometo que lo que más quiero es estar contigo, pero...—Suspira— tengo hambre, vamos a comer y hablamos al final del día. ¿Está bien?—pregunta y deposita un beso en mi frente.

Entrecierro los ojos analizándolo.

—No harás que se me olvide que me querías decir algo.—protesto.

—Puedes recordarlo cada cinco segundos, mujer, vamos... solo quiero que pasemos un buen momento.—Comenta mientras se mueve.

Ni cuenta me doy cuando él ya me está abriendo la puerta del auto. Mientras me subo pienso que tendré que cancelar mis planes con Louis.

—Prométeme que no tiene que ver con que te irás para siempre y me abandonarás.—Añado.

De solo pensar eso me dan ganas de llorar. Malditas hormonas del embarazo.

Mi amor, traidorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora