Hael - Who Made you a monster.
Por la mañana un fuerte dolor en el rostro despertó a Dallas. Asustado al imaginar que el chico lo intentaría matar intentó retirarse pero para el fue en vano. "Aaaaargh!" Gritó fuertemente del dolor que sentía. - Listo, te he acomodado la nariz mejor de lo que la tenías antes. Mírate ahora, pareces modelo. - Dallas voltea al espejo de su lado derecho y sonríe. - Quedó muy bien chico. ¿Cómo aprendiste a hacer eso? - El otro chico lo mira, para después voltear y tomar unas cosas de la mesita. - Años de práctica. No es la primera vez que acomodo una nariz. - Para después decir entre dientes... - Ni la décima. - Dallas sonríe al ver a Rocky siendo bromista. - Dime ya niño. Las heridas en tu cuerpo. ¿Son a causa de tu entrenamiento? - Rocky solo agachó la cabeza. Dejó de sonreír. - La vida a veces es dura. - Dallas lo tomó del hombro tratando de inspirar confianza. - Vamos niño, solo estamos tu y yo. - Desde que yo fui un niño, recibí un entrenamiento por mi padre, era tan arduo y exhaustivo que todavía recuerdo que apenas tocaba la cama a las 10 de la noche y todo oscurecía para mí. También recuerdo recibir los golpes para despertar, si no estaba alerta todo el tiempo mi padre me amonestaba, el daño físico era parte de mi día a día. Hasta que a los 12 años logré que mi cuerpo por voluntad propia pudiera defenderse de ataques de mi padre, sin siquiera pensarlo... Cómo si tú cuerpo y tu mente trabajaran en equipo pero cada uno por su lado. Una alineación que no puedo explicar, solo puedo sentir. Antes de darme cuenta que un objeto viene mi cuerpo ya lo sabe, a pesar del dolor de una herida. De la ira qué puede representar un golpe, no la sientes. Te sientes en paz, pero si pierdes esa paz todo cambia. No podría decirte nada más. Recuerdo de niño lo mucho que añoraba un abrazo y cuando peleaba con papá y en ocasiones lograba acercarme suficiente podía abrazarlo pero debía estar listo para volver a pelear si se daba cuenta. Pude haber muerto desde hace años, pero tal vez esa no era la misión que mi padre tenía para mí. Al morir mi madre, el entrenamiento se intensificó. Al grado en el que ahora dormía a las 11 y a pesar de mi agotamiento mi cuerpo ya seguía defendiéndose a pesar de que mi mente ya me daba por perdido. ¿Sabes lo que se siente? Cuando tu cabeza te dice que ya no puedes más, que ya es difícil seguir levantándose y todo te duele... - Dallas recordó lo que sintió un día antes en su batalla contra el chiquillo. - ... Créeme, lo sé. - Le sonrió mostrando empatía. - Mi mente dice eso, pero es como si mi cuerpo al recibir dolor me dijera "Me voy a levantar o recibiré un golpe mas y no lo voy a tolerar". Los golpes dejan de doler igual cuando llegas a ese punto. - Dallas se lanza a darle un golpecito en el brazo a Rockie, este lo intercepta. - Un golpe de amigos, es solo eso. No te quería dañar ni nada de eso Rocky. - De la nada Dallas siente un daño horrible en el estómago, que le sofoca al instante, con esfuerzo logra mirar hacia abajo y ve el puño de Rocky en su abdomen. - Golpe de amigos, que raro es eso. - dice Rocky sonriendo. - Bueno, probemos otra cosa. - Dijo Dallas con el poco aire que le restaba. Abrazó a Rocky sin tanta fuerza por miedo a que lo tome como una atadura y quiera sacarse rompiendo algún hueso. - Wow, gracias. Hace mucho necesitaba un abrazo Dallas. Gracias por ser mi amigo. - El grandulón no entendía la importancia de esas palabras para un chico como Rocky, que toda su vida vivió entre violencia, pero Dallas era un chico que tampoco lo entendía. Amor era una palabra que para el era muy pequeña y no tenía un significado conciso. Dallas también vivió en un mundo donde el dolor y la falta de apego eran pieza clave de su día a día. - Eres como un cachorro, cualquier muestra de afecto y te vuelves frágil. - Le dijo tratando de verse más malo y más duro de lo que en realidad era, como siempre ha sido. - Voy a confiar en ti Dallas, voy a creer que tengo un amigo. ¿Pero como ser buenos amigos? - Encogió sus hombros y recordó. - Vaya, me recordó a mi abuelo. Una amistad es lealtad, y como dijo Shakespeare, la lealtad tiene un corazón tranquilo. - Rocky se sorprendió y contestó alegremente. - Pues seré tu más leal amigo Dallas. Solo no me pidas hacer algo en contra de mis principios.
Dallas sonrió y se despidió de su amigo. Entró a su vehículo y de la nada recuerda al chico y a su frase de que será el mas leal amigo. - Ese fiel cachorro me traerá bonanza.
Rocky por su parte soñaba despierto con su amigo un día de picnic, por primera vez en mucho tiempo logró imaginar algo, distraerse y sentirse feliz.
Al llegar a su casa, Dallas llegó con su padre. Pidió perdón por llegar apenas y obtuvo su reprimenda, pero en ello el padre le dijo. - Como es posible que un chiquillo te haya vencido. Eres una deshonra para toda la familia secundaria, se supone que no debería haber nadie mejor que tu y que tú mismo te enfrentarias al guardaespaldas McCain. - el niño, con el labio roto pidió perdón a su padre besando su zapato. - Le suplico piedad padre, además. Creo que el sí podría darle pelea a McCain, patea como purasangre y golpea con una brutalidad sin igual. Podríamos usarlo para llegar a la casa principal aún si solo sobrevive 5 minutos sería suficiente para llegar con el líder de la familia principal. La lealtad es hacer lo que sea necesario padre, y yo haré lo que sea por qué soy leal a usted. - Le dijo con la cabeza agachada y una sonrisa en su rostro expresando confianza. - Hijo mío, entonces haz lo que sea necesario por qué ese chico este de nuestro lado y detenga a McCain. Tu sabes que desde que me arrancó el brazo izquierdo quiero verle sufrir, así que si lo logras al menos esos 5 minutos que bien me prometes te trataré de considerar para liderar el negocio de los Tailandeses. Lo que sea necesario, lo he dicho Rainier. Ve y descansa, mañana inicias con tu plan.
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La Luz Al Final Del Infierno
RomanceUna vez más estamos aquí. Un ángel y un demonio luchando por un amor que ninguno de los dos entiende.