Liturgia.

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Joan Osburne - One of us.

Rocky por la mañana recibe una llamada. - Rocky, ven a casa. Rápido. Un amigo irá a por ti. Te necesito aquí ahora. Ven, ayudame con esto. - Rocky más asustado que nunca contesta - Claro, dónde voy o ¿qué haré? - Y recibe como respuesta. - Tu solo preocúpate por qué lleguen por ti, espero que llegues pronto.
Llega a casa y mira a Dallas abrazado de Reggie en un cuarto de colores neón. - Respira muy agitado. No ha querido comer bien desde hace días. Ha intentado escapar de casa y el nunca había hecho eso. ¿Que le sucede? - Rocky lo sabía. Quizá Dallas también pero trataba de no decirlo.

Rocky hizo lo que pudo, pero ya se había dado cuenta que el mejor amigo de Dallas se estaba despidiendo.
Dallas lo abrazó mientras el perro tiernamente movía la cola, aún en sus últimos momentos pudo sentir el amor de su mejor amigo. - Lo que sea que suceda amigo, aquí estoy, mi Reggie. Te amo, un amigo como tú jamás se olvida. Y yo siempre te tendré en mente. 12 años estuviste conmigo. Corriste, nadaste, jugaste y descansaste a mi lado. Me demostraste que la lealtad viene del amor. Son un lazo rojo y uno blanco que siempre van juntos. Eres mi Reggie, mi cachorro genial. Mi amigo especial, mi gran compañero, gracias por todo... Reggie, descansa amigo. - El perro lamía el rostro de Dallas quién lloraba al ver qué su perro dió sus últimas fuerzas para demostrarle que lo amaba.

Rocky acompañó a Dallas al patio trasero de su casa. En una esquina, al lado del árbol favorito de Reggie colocaron sus restos en el hoyo que ambos cavaron. Dallas estaba destrozado. Pero le pidió a Rocky que dijera algo para animarlo. - Cuando alguien que tú amas se va, se puede sentir en el alma. El viejo Reggie era no solo el mejor amigo de Dallas, sino quién más conocía de el y le aceptaba tal como era. Dios ha decidido que Reggie se marche, no sin antes demostrarle a Dallas que cada día de su vida era para hacerlo sentir especial. Sin saber hablar demostraba su amor y comprensión. Nos despedimos de ti viejo Reggie. A ti que sin duda supiste amar a quien más necesitaba ser amado.

Rocky acompañó a Dallas en su cuarto. El mes de octubre no podía sentirse más triste. - ¿Tu crees en Dios Rocky? - El chico voltea y lo mira. - Si, algunos chicos creen que creer en un ser supremo es basura. Pero mírame, estoy vivo. Pedía con todas mis fuerzas salir de ahí. Y aquí estoy. Tengo a mi abuela, te tengo a ti. Y soy feliz cómo nunca lo había sido. No se cómo sea, o que tan bello sea su rostro. O a quien creerle cuando habla de una deidad suprema. Quizá es solo un hombre normal que vive en este mundo. Un hombre al que sus hijos solo le llaman para pedirle algo sin siquiera preguntarle cómo está. - Dallas le toma de la mano. - ¿Crees que cuide de mi Reggie? - Su respuesta le hizo nublar los ojos. - ¿Como tú? Lo dudo, Creo que Reggie estará tan triste por no volver a estar contigo para abrazarte cuando estés mal como lo estuvo todo este tiempo, pero se que lo único que le faltará a Reggie para ser feliz es verte feliz a ti también. Yo también quisiera verte feliz. - Dallas abraza a Rocky y rompe en llanto cuál niño. - Se fue mi amigo Rocky, se ha ido. - Este Besa su frente y se queda con el hasta que el llanto lo cansa al punto del sueño. - Te amo Dallas. - Dijo besando nuevamente su frente antes de despedirse.

Fue caminando a casa. Y al llegar su abuela lo recibió contenta. - Hola cariño. ¿Todo bien? - Los ojos de Rocky denotaban tristeza, y con ello la abuela se acercó al niño. - El viejo Reggie falleció abuela. - Tomando a su nieto de la mano, la abuela lo besa y le dice desde el corazón. - Perder a un amigo es difícil hijo. Pero Dallas te tiene a ti todavía. Solo deja que el tiempo cure el corazón del muchacho, se ve que para el es difícil querer. Pero está aprendiendo, y eso fue gracias a su amigo. - Rocky pregunta. - ¿Crees que deba llamar a Dallas? - Pero su abuela se sienta al lado del chico y le dice. - No hijo, solo deja que descanse, asimilarlo será difícil. Pero es un proceso que el tiene que pasar, además. Debe descansar un poco. Tal vez con unas horas de sueño se sienta más fuerte.

Dallas despertó a media noche, el hambre le había quitado el sueño. Vió en su teléfono un mensaje de Rocky. *Si lo necesitas no dudes en llamarme. Te amo. * Dejó su teléfono en la cama, fue a la cocina y escuchó en la oficina a su padre hablar con miembros del grupo acerca de una compra que estaban realizando de varios vehículos europeos sin conocimiento de la rama primaria. Eso le importaba muy poco en ese momento, el solo tenía en mente a Reggie... y a Rocky. Por qué te fuiste Reggie? No lo entiendo, somos los mejores amigos. - Se acostó nuevamente y en su espalda sintió el vibrar de su teléfono. No era nada más que el teléfono de Dallas, con un vídeo de su día de picnic antes de que sus primos le descubrieran y notara que Rocky lo veía cada instante como si Dallas fuera la cosa a la que el chiquillo enclenque más admiraba. - Entonces es por Rocky ¿Verdad? Decidiste decirme adiós por qué es mi momento de amar con todas mis fuerzas tal como tú lo hiciste conmigo... Pero ¿por qué no una chica Reggie? En fin. No es difícil enamorarse del chico, mi padre quiere que lo deje morir ante McCain. Y cada día que pasa mi padre cree que lo tengo más enamorado. Pero debo admitirlo, en el abismo del amor. Quizá Rocky cayó primero, pero me acabo de dar cuenta que yo también lo hice, justo después de el. Y caí más fuerte... te amo Flint Stone. Ya debo dormir, estoy diciendo locuras. Pero solo una última antes de volver al mundo de los sueños. Dios. ¿Estás ahí? Soy Rainier Dallas, el chico que creyó que lo habías olvidado. ¿Cómo estás?...

La Luz Al Final Del InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora