Soap & Skin - Me and the devil.
Llega un joven de alrededor de 26 años a una tumba, la más hermosa del lugar. Mary Lee Tanaka decía el nombre de tan hermoso aposento. Y el joven ahí era nadie más que Flint Stone. Los años no habían pasado en vano y el chiquillo al que conocíamos después de 10 años se veía totalmente distinto.
Vestido de traje, lleno de tatuajes que cubrían sus viejas cicatrices, el pelo corto y un rostro serio. El niño sonriente que sentía compasión incluso al golpear con todas sus fuerzas se había quedado en el pasado. - Debí haber visto tu sonrisa una última vez, debí haberte dicho que te amo una última vez. Debí sentir el calor de tu abrazo, si tan solo hubiera podido estar cerca de ti en aquel momento en lugar de pelear por un amor qué no valió la pena. - Abuela, te he extrañado todos estos años. No sé quién te ha puesto todo esto. Pero le estaré agradecido la vida entera. - Dejó un ramo de rosas encima de su hermosa tumba color beige y blanco. - Una lágrima salió de sus ojos, triste y arrepentido aún por no poder verla sonreír una última vez. Pero aún lleva su recuerdo en el alma y su nombre en el cuerpo.
Flint se fue y dejó su escuela para entrar a una militarizada, donde vieron sus tremendas capacidades de acción y fue promovido con un excelente nivel académico. Después de ello entró a la academia de investigación de la universidad. De la cual también salió con honores. Obtuvo una plaza en el FBI, escuadrón donde obtuvo el rango 2 estrellas. Siendo el segundo en la lista, donde su jefe, Reginald Washington estaba al mando.
Todo había cambiado para el y siguió su vida como lo haría cualquier otro, encontró paz en su vida y un motivo para seguir adelante a pesar de sentir que lo había perdido todo.
En su oficina habían oficiales de policia de la ciudad, y algunos otros agentes. Todos ellos con la única misión de "desbancar a la mafia de los vehículos".
- Jefe, tal vez deberíamos vernos hoy en la noche. Esto me tiene loco. - Dijo el agente Birch Mendoza a Flint, quién serio respondió. Me parece bien, será en tu casa entonces y ¿Continuaremos en lo que estábamos? - El oficial contesta con una tenue sonrisa y una voz baja. - Suena bien nene, pero por favor. No salgas del papel, me excito más. - Mendoza era un oficial de policía de la ciudad, esperando un ascenso y poder lograr su sueño de ser detective algún día. Se conocieron desde que Flint regresó hace casi un mes. Si, le tomó casi un mes tomar valor para ir a ver la tumba de su abuela. ¿El motivo? No se sentía suficiente.
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La Luz Al Final Del Infierno
RomanceUna vez más estamos aquí. Un ángel y un demonio luchando por un amor que ninguno de los dos entiende.