Metanoia

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Iamx - Surrender.

Caminando lentamente con el arma en su boca a la salida del hogar de los que conocía como los Boston andaba Dallas, quería hacerlo pero tenía tanto miedo de lograr su cometido. Por su mente pasaba que su padre tenía razón, era tan cobarde... su padre quien acababa de ver morir. La sangre de este había bañado el cuerpo del muchacho que al parecer ya no tenía más motivos para vivir. Su mente estaba más que nublada, su corazón estaba roto. Y el alma sentía que se la había escapado en un suspiro al momento de darse cuenta que ya no pudo hacer más por su amado pero temido padre. El único ejemplo que tuvo en la vida, una vida llena de dolor y sufrimiento.

Todo en su vida había perdido su rumbo. Rocky alcanza a Dallas grita con fuerza su nombre al ver qué aún no ha dejado el arma. Se ve tan vacío por dentro, todo a su alrededor ha dejado de ser lo que el creía. - Dallas! Deja esa arma por favor. - Al escuchar la voz de su amado, el hombre se detiene en seco sin voltear a verle. El, Rocky. La persona que el más ama en el mundo fue afectado desde su niñez por las decisiones de su padre. Y el lo sabe, lo escuchó todo. En su mente cada palabra de ese hombre. Que recuerda desde aquella primera vez en la que junto a su padre intentó irrumpir en la casa de los Boston. Ese hombre que más que estar un paso adelante pareciera que el ya había recorrido todo el camino, y vuelto solo para defender lo que el creía. Tenía la razón sobre todo, pero era demasiado el tener que ver morir a su padre de esa forma. - Vete Rocky, vuelve a alejarte de esta familia. Llévate al pequeño Flint y no miren atrás. Déjame terminar con esto, solo quiero terminar con todo este dolor que recorre todo mi ser. - Rocky toca el hombro de Dallas en un intento por tomarlo y abrazarle. - Ven conmigo Dallas. Te necesito. Yo no sé cuidar a un niño. Tu lo sabes, tengo que aprender de ti. - Dallas se arrodilla en el suelo. - Estoy harto Rocky... ¡Harto! Cada oportunidad que tengo cometo un error, cada decisión que he tomado en mi puta vida no tiene sentido ahora. Reviso dentro de mí y no siento nada, mi corazón sigue latiendo. Mis pulmones siguen respirando. Cada herida duele. Llevo años encerrado en mi mente con ideas absurdas de una vida en la que todo podría mejorar, no solo a tu lado sino el de mi padre y mi hijo. Pero cada vez es una caída más, un nuevo dolor y tener que levantarme. ¿Es por qué no valgo nada Rocky? - Dallas voltea hacia Rocky. - Es muy tarde ya para mirar atrás. Dejemos atrás todo lo que fuimos. Solo seremos nosotros 3. ¿Te parece? - Dallas intenta levantarse pero todo dentro de el le impide seguir. Rocky lo levanta. - No puedo escapar de mi pasado Rocky. Vendrá por mi tarde o temprano. - Rocky besa la mejilla de Dallas y esto le trae de vuelta una sonrisa. - Estaremos listos, estaremos juntos. Pero no vamos a pelear. Nuestro motivo para salir adelante será una familia. Nuestra familia. Te lo juro que cuando despiertes ahí estaré. Cada mañana de nuestras vidas, voltearé a dónde estés tú y veré al ser más hermoso que he visto toda mi vida. Y se que todo habría valido la pena. - Dallas vuelve a llorar, pero está vez una dulce sensación, es la que le hace romper en llanto. - Entonces, ¿Cada vez que yo no puedo más tu haz estado ahí para sanar mis heridas? - Rocky contesta alegre, sonriendo de esa forma sincera que Dallas atesora en su corazón. Casi que cerrando sus ojos y arrugando la nariz. - Desde hace 10 años, creo que ese es mi trabajo. - Dallas besa los labios de Rocky. Se siente mejor ahora, se puede notar. - No quiero dejarte, nunca más. Pero por favor... No vuelvas a golpearme como aquella primera vez en que peleamos. Te acusaré por violencia familiar. - Ambos ríen. - Mis manos nunca volverán a dañarte. Bueno, no por violencia. ¿Soltamos las armas? - Dallas solo la deja caer en el suelo. Rocky la lanza con todas sus fuerzas.

Apenas dan unos pasos contentos Rocky escucha un fuerte estruendo. Y Dallas cae al suelo sin más ni más. Era uno de los guardaespaldas de los Boston que había golpeado con un objeto contundente la nuca de Dallas. Rocky lleno de ira, deja ir todo su dolor hacia el cuerpo de ese joven .

Cada golpe que da lleno de ira al guardaespaldas expone el dolor de creer que Dallas ya no podría vivir. Patea en última instancia el cráneo del chico. Y este fallece frente a él. Sin importarle ni un poco regresa a dónde el amor de su vida se encontraba, inerte e inexpresivo. - Vamos Dallas, levántate, anda. Vamos. Ya aprendiste la lección, no me quitaré de tu lado hasta que te levantes y me demuestres de que estás hecho. Mi amor, tenemos que estar juntos. Te amo Dallas. Te amaré por siempre cabrón. Solo levántate. Levántate! - Enoc ve a su primo en el suelo y a Rocky tomándole de la mano destrozado. Llama a personal médico rápidamente para ver el estado de su primo.

Entre quienes están tratan de subirlo a una camilla. El cuerpo se siente algo frío, pero al parecer sigue respirando muy bajamente. - Tienen que hacer algo para ayudarle. Dallas los necesita esta última vez. Solo esta y no volveremos, nos iremos para siempre. Voy a cumplir su sueño, tendremos una pizzería y veremos ahí crecer a nuestro hijo. Solo les pido su apoyo, al menos esta única vez.

Se lo llevan de urgencia sin saber que le depara el destino. Todos ruegan por una última oportunidad para el chico. Al menos una. Pero las condiciones en las que llega no son las mejores, y tal vez ese momento ha llegado, el momento de rendirse...

La Luz Al Final Del InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora