Son lux - Dream State (Brigher night).
Hay días buenos y días malos, se dice que la vida es un ciclo cuyo final aún no ha sido descubierto. Cada cosa, cada instante. Pareciera ser parte de algo más grande, casi infinito. Cómo diciendo que el destino existe y tiene algo preparado para ti.
Devon llegó a casa con Rocky, Dallas y los gemelos. Flint estaba abajo en su cuarto haciendo su tarea de la universidad. Subió al escuchar a su padre gritar que traía la cena. Pero en ella, Devon comentó que tendría que irse. Furioso, Flint dejó de comer y bajó de nuevo a su cuarto.
Entrada la noche, y con todas sus cosas listas, Devon estaba a punto de partir. Pero algo no le dejaba... Tenía que concluir una historia, tenía que decirlo todo. Voltea hacia la puerta del sótano y una luz se veía dentro de el. - Está despierto. - Dijo en voz baja tratando de no molestar a nadie. Decide bajar y despedirse como se debe.
Al hacerlo mira al chico contemplando la pared, pareciera que trataba de encontrar una respuesta. - Disculpa... Flint. ¿Podemos hablar?
- ¿Yo? ¿Con el villano de esta película de terror? ¡Claro! Ya estás aquí. - Contesta el chico, su voz denota enojo y tristeza en cada palabra que de el sale. - Lo se, llegué aquí con mentiras. Y lo siento si llegaste a pensar que me quedaría aquí por siempre. No tengo más que hacer, ustedes están limpios y son la familia más bella que jamás pude conocer. - Devon voltea hacia otro lado, su voz empieza a quebrarse y una lágrima cae hacia las sábanas. - pudiste... pudiste haber sido parte de ella. Puedes todavía quedarte aquí y estar conmigo. Dormir a mi lado las veces que quieras, verme como pensé que te gustaba... Descuida, estoy soñando demasiado, solo pensé que algo lindo estaba saliendo de aquí. Y estaba dispuesto a darlo todo. Eres el primer chico que me hace sentir así. No se si vayas a ser el único, pero nunca le vi problema.
Devon sonríe. - Es que soy demasiado lindo como para que puedas evitarlo. - Flint se acerca el, le toma de los hombros. Pareciera que se se resiste a llorar. - Te puedes quedar. Puedes ser parte de esta familia Devon. Se que ser mesero no suena bien a corto plazo. Pero a largo plazo podemos irnos y hacer de nuestra vida algo mejor. Estudiaré y trabajaré. Tendremos una linda casa. Adoptaremos un cachorro. - Flint reposa su frente en Devon. - Me gusta ser mesero, me gustaría seguir aquí y tener mi vida en paz. Créeme que disfruté tanto estos 6 meses aquí, aprendiendo de todos ustedes, incluso siendo niñera de los gemelos. Pero tengo miedo que mi padre intente hacerles algo. Ustedes merecen seguir siendo felices, tu lo mereces. - Flint le contesta de corazón. - Yo solo quiero ser feliz si tú estás aquí. Si te vas podré entenderlo, la vida es difícil. Pero si te quedas pelearé, seré fuerte y te voy a proteger así me cueste la vida. Quiero llenar un álbum de fotos contigo. Conocer lugares lejanos tomado de tu mano, crecer y madurar juntos. Darme cuenta que la vida es un sueño y que a tu lado será el sueño más hermoso. - Devon toma las mejillas de Flint con sus dedos. - Si me quedo... ¿Me prometes enseñarme lo que es el amor? - Flint se acerca cada instante más a Devon. Ambos sonríen y lloran. El amor se puede ver, casi puede ser tocado. Solo falta que ambos lo sepan. - Es justo esto... y te lo demostraré cada día de mi vida. - ambos se besan por primera vez. Lentamente, como si aprendieran poco a poco lo que es aquello que sienten.
Flint se desnuda por completo, Devon ya le ha visto cientos de veces. Pero eso dicta solo el principio de un momento mágico. Devon toma valor para tocarle por primera ocasión. Sus dedos temblaban de emoción y nervios por hacer algo mal. Los tímidos besos toman cada vez más pasión, y con ello cada paso que dan a la cama los lleva un poco más a unirse. Flint retira la camisa de su amado. Y toca el torso y pecho de este lentamente.
La noche parecía tan clara como si de plena mañana se tratase. Y ahí en el sótano de su casa presas de un amor poco entendible ambos descansan después de amarse. Un amor tan puro no puede esconderse, pero tampoco se encuentra de un día para otro y ambos lo notaron. Para amar hay que estar seguros.
Por la mañana Devon despierta, no tiene sentido irse si tendría que cumplir con los caprichos de su padre. En ese pequeño hogar tiene más de lo que pidió de su padre alguna vez. El señor Dallas estaba en lo correcto. Pero tenía que ser mejor cada día, quería serlo para Flint, por si las cosas se ponen feas.
- ¿No te irás? - Dijo Rocky mirando al chico bebiendo algo de jugo. - No señor, aquí me quedaré. Solo que... Quiero que me siga entrenando. Hay alguien por quién dar la vida. Y lo haré sin duda. - Rocky le contesta al chico. - Pero... ¿Te das cuenta que pasará el día de mañana? - Devon contesta preparando sus vendas en sus manos. - Lo se, yo no daré el primer golpe, voy a defender lo que amo. Y amo esta vida, amo este sitio... Y más que nada y a nadie amo a Flint señor Rocky.
- Entonces, pongamos manos a la obra. Pero está vez te mostraré el lugar más rudo donde yo entreno. Solo espero que estés listo para algo aún más intensivo. - Devon contesta asustado. - ¿Más intensivo? Eso es físicamente posible? - Rocky ríe. Tal vez no, pero es lo interesante, así que prepárate bien Devon, hoy veremos de qué estás hecho.
Ambos se van, aún con Devon asustado por el nuevo entrenamiento. Dos horas han pasado y Dallas despierta y prepara a sus niños para ir al mercado. Flint despierta gritando buscando a Devon. Y corre a preguntarle a Dallas. - Padre. ¿Usted ha visto a Devon? No lo encuentro por ningún sitio. - Dallas contesta. - Creo que si se fue anoche. - Pero Flint lo niega. - No padre. El se quedó anoche. Sus cosas aún están aquí. Algo sucedió. Debemos hacer algo.
Dallas trata de calmar al chico. - Vamos hijo tal vez quiere estar con su familia. - Pero Flint no reacciona. - O quizá se lo llevaron contra su voluntad. Y no les perdonaré eso.
Dallas se va con los gemelos y Flint se preocupa cada vez más por Devon. Baja hacia su cuarto y saca de su cama un baúl con 6 candados. De ahí saca unos guantes, un casco, un chaleco antibalas una barra y la cabeza de un marro. - Iré a salvarte Devon. Te sacaré de ahí. Solo debo saber dónde viven, pero se quién puede saber esa información. Daría la vida por ti. Y te lo voy a demostrar. - Atornilla la cabeza del marro a la barra y se coloca el casco y el chaleco. Y de último se pone los guantes, dónde el derecho tiene un cierto tipo de cadena que va hacia la barra de la enorme herramienta para que esta no caiga lejos de el y pueda tomarla cuando le sea posible.
Lentamente se cierra la puerta mirando hacia adentro de la casa lleno de desición por un amor.
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La Luz Al Final Del Infierno
RomanceUna vez más estamos aquí. Un ángel y un demonio luchando por un amor que ninguno de los dos entiende.