Capitulo 12

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JungKook

Podía decir que estaba totalmente centrado en la conversación que mantenían YoonGi y Bobby, pero mentiría. Mi mente estaba dividida, entre la sala de control y la puerta que comunicaba con el baño. TaeHyung estaba aseándose dentro, quitándose ese minúsculo vestido, antes de que al pobre Bobby se le salieran los ojos de sus cuencas.

—¿Sweety? —YoonGi esperaba mi respuesta con una ceja levantada. Odio cuando empieza a encajar piezas en su cabeza, y ésta mucho más.

—Bueno, todo empezó por el nombre que le pusimos...

—Le pusiste.

—Sí, Bobby, le puse, el nombre que le puse a TaeHyung antes de saber quién era.

—¿Un nombre clave, como el del Fantasma?

—Exacto. Lo primero que me llamó la atención fue su trasero, así que empecé llamarle «culo goloso», ya sabes, sweet ass, sweet... Sweety.

—Así que, que le llames Sweety, que también significa «cariño», no tiene ningún otro significado oculto.

—¡No! Pero qué cosas se te pasan por la cabeza.

—Tengo el resultado de la partida —interrumpió Bobby mientras revisaba su teléfono.

—¿Tan pronto?

—Cuando salieron de la partida, el Cowboy se hizo con el control. Acaba de deshacerse del último. Adoro esto de la información en la red en tiempo real.

—Que yo sepa, nadie va contando que ha ganado una partida de póker ilegal por ahí, y menos lo publica para que se entere la policía.

—Él no, pero otro de los jugadores, sí. Es ese niño bonito que canta pop que estaba en la partida. Acaba de ponerlo en su Twitter.

—Al Cowboy le funcionó mejor su equipo espía.

—Debe de tener un sistema de transmisión más sólido que el nuestro — puntualizó Bobby.

—Eso es normal, lleva operando más tiempo —remarcó YoonGi.

—Tampoco nos fue tan mal, Bobby. Con la cámara y el audio que metió TaeHyung, pudimos salir del paso.

—No llevaba audio, JK, solo vídeo.

—Entonces ¿cómo podías introducir las apuestas en la computadora? Ni siquiera yo soy tan bueno como para calcular el importe de las apuestas con tanta rapidez.

—Es que no introduje ningún dato.

—Pero TaeHyung.... —¡Joder! Lo había estado calculando él directamente, como hacía con las cartas del Black Jack. Pero el póker...

—Les dije que empecé jugando con mi padre y sus amigos. —Su voz nos hizo volvernos a todos. Llevaba una camiseta y unos pantalones cortos de deporte de YoonGi. Aunque me aliviaba que ya no llevara ese pequeño trapo dorado sobre su piel, tampoco me gustaba demasiado que llevara la ropa de YoonGi. Llámame raro, pero YoonGi tenía a JiMin en casa y TaeHyung... TaeHyung era...

—Así que empezaste con el póker y después te pasaste al Black Jack.

—Con el póker es más fácil que te reconozcan. El Black Jack es más anónimo y más rápido.

—Eso es cierto.

—Y ahora, ¿cuál es el plan?

—Hemos estado sopesando nuestras posibilidades, y hay una que me gustaría comentar contigo.

—¿Conmigo? —¡Eh! Esa parte me la había perdido. ¿Cuándo mencionó YoonGi que había una opción de contramedida en la que estuviese incluido TaeHyung?

—Eres muy bueno en el póker y me gustaría que participaras en el torneo.

—¡¿Qué?! —Fue como escuchar mi propio eco con la voz de TaeHyung.

—No, no puedo participar. Habrá mucha gente y... alguien me reconocerá y Benny y sus hombres vendrán... y...

—¿Estás loco YoonGi? No voy a exponerlo de esa manera. Lo del barrio rojo no debió ocurrir y a esto no voy a dejar que vaya. Es pasar de estar delante de un lobo a enfrentarse a una manada de ellos.

—Va a estar bien, JK. Distribuiremos las mesas de tal manera que él esté lo más alejado del Cowboy que se pueda. No va a reconocerlo porque él no se enfrentó con TaeHyung, lo hizo contigo. Será un jugador nuevo, alguien que no conoce.

—¿Y las putas cámaras del Cowboy? Hay muchos más ojos de los que no vemos, y uno de ellos puede reconocerlo.

—Han pasado varios años desde que TaeHyung huyó y podemos cambiar su aspecto para que no lo reconozcan, como ha estado haciendo hasta ahora en nuestro casino.

—Pero... pero eso solo era un disfraz para unas horas. El torneo es diferente, son personas que se estudian intensamente y durante mucho tiempo.

—Van a ser solo dos días y estarás en un entorno vigilado. Ningún jugador que pase a la segunda fase abandonará el hotel del casino.

—Yo... no creo... —YooNgI se acercó a TaeHyung y apoyó las manos en su brazos. Sé que ese gesto no era más que una manera de darle énfasis a sus palabras, de demostrarle que estaba allí para garantizar su seguridad, pero no me gustó que lo hiciera. TaeHyung era mi responsabilidad, yo era quien iba a protegerlo, era mi promesa, no la suya.

—Yo estaré contigo, TaeHyung.

—Eso no es buena idea, JK. No queremos que el Cowboy y sus espías los relacionen, así que tendrás que permanecer en un segundo plano.

—¿Qué segundo plano? El torneo se desarrolla en nuestro hotel-casino, la seguridad de los jugadores es cosa mía.

—Recuerda, Kookie, anoche ya marcaste tu territorio sobre un chico. ¿Vas a hacer lo mismo sobre otra en menos de una semana?

—Eso no es nuevo, YoonGi. Cambio de chico como de calzoncillos.

—No podemos correr riesgos. Además, podrían acusarte de favoritismos con uno de los participantes. —Sí, eso sí podría pasar. Y con gente que viene de ambientes tan... difusos, esa era una peculiaridad que nuestro torneo no necesitaba endosarse. Ilegal, sí, pero totalmente limpio, al menos por nuestra parte. Así que apreté los dientes y asentí, pero no iba a quedarme lejos de TaeHyung.

—¿Qué decides, TaeHyung? Espera, quizás necesites algo que endulce tu decisión.

—¿Endulce? ¿Qué... qué van a...?

—¿Hacer? No somos como la gente de la que huyes, pequeño. No extorsionamos ni nos aprovechamos de aquellos que no quieren ser explotados. Me refería a que nosotros cubriremos tus gastos de inscripción, puedes considerarlo un préstamo, pero el premio será tuyo, totalmente.

—¿Y si no gano?

—Creo que en esta sala todos tenemos una fe ciega en ti. Creemos en tus aptitudes, yo particularmente creo que vas a destrozarlos. Pero si no lo haces, no tendrás que devolver nada. Considéralo una inversión de riesgo. Ganas, nos la devuelves, pierdes, JK no se comprará un coche nuevo el año que viene.

—¡Eh! ¿Por qué yo?

—Porque vas a ser tú quien le preste el dinero.

—Cabrón.

—Yo también te quiero, JK. —¿Enfadado porque mi hermano me hubiese sableado? No. Cubriría ese dinero sin dudarlo. Pero no iba a dejarle que creyera que podía mangonearme como a un adolescente. Más joven, sí. Pero cuatro años no le daban ese poder sobre mí, me importa poco nuestra parte coreana ¿Mi hyung? Las pelotas.

Min's Family (KT) 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora