CAPITULO 39

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Bobby

Sí, lo sé, pirateé el maldito teléfono de Fredo por dos razones. La más importante no era para hacer un trabajo redondo, de esos que deja muy contentos a los jefes. No, lo hice para impresionar a Pasha. Él podía incrustar pequeños chips sintéticos en lugares imposibles y hacer que la recepción sea perfecta. Pero yo puedo conseguir el control de cualquier dispositivo electrónico que se considere inteligente. ¿Un iPhone? Chupado. Pirateé su software, cloné el número e hice todo lo que un hacker podría hacerle a un teléfono. Ahora podía no solo seguirle la pista con las coordenadas GPS, podía tener una copia de sus mensajes e incluso escuchar sus llamadas en tiempo real, grabarlas o ambas cosas. Y mejor todavía, podía utilizar su cámara y su micrófono para convertir su terminal en el perfecto espía. Pero eso no se lo dije a Pasha, solo le dije que ahora podía localizarle igual que sus rastreadores. La cuestión era impresionar a mi futuro suegro, no acojonarle. Ups, suegro, un desliz. De momento necesitaba centrarme en conseguir una cita con su hija. Que él tuviese raíces hindúes podía dificultarme la tarea. Pero, ¡eh!, soy un tipo listo, por eso no le iba a hablar a ninguno de mis jefes de mi descubrimiento. Sí, todos tenían a alguien en sus vidas, pero algo me decía que el puesto de Leo iba a quedar libre pronto. Y un Min disponible... era un riesgo que no iba a correr.

Cuando el trabajo estuvo hecho y los dispositivos comprobados, saqué la furgoneta de allí como si tuviese multas de aparcamiento por pagar. Esto de la unidad móvil estaba siendo demasiado frecuente, así que ya podía ir pensando en dejar el vehículo lo más equipado posible. Estaba en la oficina del Crystals cuando JK llegó.

—¿Todo bien?

—Marcamos su reloj, la llave electrónica de su coche y un botón de su cazadora de cuero. El teléfono también es un micrófono y cámara espía, además podemos oír sus conversaciones y mensajes.

—Eres una maldita máquina, Bobby.

—Lo sé, un día de estos pediré un aumento de sueldo.

—De momento, ¿qué te parecen un par de pases VIP para la próxima Comic Con?

—Joder, tío. Eres mi Santa Claus particular. ¿Te he dicho que te quiero?

—Llegas tarde, tengo novio.

—Ya lo he notado. Hablando de tu novio, hoy está en la terminal del casino.

—Entonces iré a saludar.



JungKook

Mi chico era el más guapo de toda la sala de control, aunque tampoco había que hacer mucho esfuerzo, porque era el único doncel de un grupo de seis. ¡Oh, mierda! Cinco frikis informáticos alrededor de un chico guapo y listo. Bueno, cuatro, porque Bobby sabía que no debía babear cerca del chico del jefe. Respecto a los demás... ya iba siendo hora de mostrarles con quién podrían tener problemas si intentaban ligar con TaeHyung.

Caminé hasta el puesto de TaeHyung y me incliné para que nuestras cabezas estuviesen a la misma altura.

—Buenos días, Sweety.

—Ah, hola. Hoy no habíamos quedado para almorzar, ¿verdad?

—Anótalo como sorpresa. Pero antes... —Sé que es posesivo, sé que es dominante, pero tomé su cabeza en mi mano y lo obligué a soportar mi beso de posesión. Bueno, obligar no, porque mi Sweety aceptó de buen grado el que yo le comiera la boca delante de aquellos listillos, pero tampoco iba a dejar que se negara. Puedo ser realmente persuasivo si quiero.

Min's Family (KT) 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora