CAPÍTULO 57

197 36 1
                                    


JungKook

La gente intentaba pararme antes de llegar al vestuario, pero yo tenía un objetivo. En cuanto recibí la señal de que él estaba aquí, salí de la jaula casi sin mirar atrás. Casi. No pude resistir la tentación de mirar por última vez y ver a los sanitarios subiendo a un gritón Rocky a la camilla. Había un tipo que peleaba entre la gente para alcanzar la camilla, seguramente sería el padre del chico, porque el parecido era notable y YoonGi me había dicho que el hombre también era parte del plan. No sentía lástima por él. Su hijo era un puto demente y le había permitido todo. Tenía que haberle metido en cintura desde un principio.

—¡JK, te quiero! —En otro momento, hace una eternidad, me habría girado hacia la voz femenina, habría inspeccionado la mercancía y habría sonreído. Si tenía ganas de fiesta, habría mandado a Fredo o a otro a buscarla, pero hoy no iba a ser. Ni hoy, ni nunca. El auténtico premio estaba esperando a salvo de toda esta gente en mi vestuario. Sí, puede que no en su mejor momento, pero era un millón de veces mejor que todas ellas. Guapo, inteligente y luchador. ¿Había algo mejor? Puede, pero yo no iba a buscarlo. ¡Ah!, se me olvidaba ese trasero incomparable. Mmm.

Apreté el paso y llegué hasta la última barrera que me separaba de mi Sweety. Abrí la puerta y allí estaba. Sentado sobre la camilla, esperando a que llegara. No le di tiempo a bajarse, llegué hasta él y lo estrujé contra mi cuerpo. No pensé en que estaba sudado y cubierto de sangre. Lo único que tenía en mente era que lo necesitaba. Mis manos se sentían torpes con las protecciones, pero me las ingenié para acercar su rostro al mío y devorar su boca.

—¿Estás bien?

—Nada que no solucione una buena ducha y una de esas pastillas que tú tomas para el dolor.

—Mmm, compartiendo drogas. Que pareja más unida.

—Ya sabes lo que dicen, amar es compartir. —Volví a besarlo y después me quedé un rato acariciando su espalda, sintiendo sus brazos que me reconfortaban. ¿Podía el dolor disminuir con su toque? Doy fe de que sí. Escuché un clic a mi espalda, después unos pasos y alguien que se puso en mi campo de visión. Era Sam.

—¿Lo tenéis?

—Bobby tiene su rastro. El idiota salió corriendo de la ciudad.

—Bien. Cuando menos se lo espere, caerá en el saco. —TaeHyung levantó su cara hacia mí de nuevo y pude ver la duda en su rostro.

—¿Qué vamos a hacer con él?

—¿Vamos?

—Esto también es problema mío. Se mete con nosotros, lo pateamos. — Sonreí y lo abracé un poquito más fuerte.

—Tenía pensado que sus acreedores le maltrataran un poquito. Pero después...

—¿Después qué?

—Hay cosas que no puedo revelar, pero te puedo asegurar que va a lamentar lo que hizo cada puñetero día de su vida.

—Eso me vale. Y ahora, ve a ducharte y ponte algo menos sexy.

—¿Menos sexy?

—Mmm, toda esa piel sudada, esos músculos duros para poder tocar... ¡Agh! Haz lo que te digo. Necesito llevarte a casa y darte unos poquitos mimos para que te recuperes rápido.

—No estoy tan lastimado.

—Oh, pequeño Kookie. Para lo que quiero hacer contigo, necesitarás estar en plena forma.

—Travieso. —Besé su pelo y me encaminé a la ducha, no sin antes recibir un cachetazo en el trasero por parte de mi lujurioso novio. Sí, puede que hoy solo fueran arrumacos y una peli en nuestra cama, pero mañana.... ¿Cómo podía haber vivido tanto tiempo sin esto?

Min's Family (KT) 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora