CAPITULO 22

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TaeHyung

Benny. El cabrón de Benny estaba sentado en mi cama, con esa sonrisa engreída y arrogante en la cara. La puerta la cerró a nuestras espaldas uno de sus hombres y supe que nuestra huida era imposible. La mano de JK sostenía firme la mía, dándome una falsa sensación de seguridad. ¿Se atrevería Benny a secuestrarme delante de un Min? ¿JK lucharía? Estaba seguro de ambas cosas, al menos más de la primera. Revisé el cuarto con la mirada buscando algo que pudiera ayudarnos. Eran cinco hombres, contando a Benny; uno en la puerta, Benny en la cama, dos en los flancos y otro pisando la espalda de alguien maniatado en el suelo; un camarero, a juzgar por el uniforme del restaurante y el carrito de comida descartado en uno de los laterales.

—TaeHyung, TaeHyung. Te dije que no hicieras estupideces y aun así tu padre y tú escaparon.

—Tú le mataste, Benny.

—Les avisé a ambos de que yo no jugaba.

—No voy a ir contigo, Benny.

—Discrepo, vas a hacerlo y no vas a presentar resistencia, ninguno de los dos lo va a hacer. —Entonces JK habló por primera vez. Su voz calmada, clara, pero a la vez oscura e intimidatoria.

—No sabes con quién te estás metiendo.

—Oh, creo que sí, Jeiki. El pequeño Min. Una lástima que le hayas cogido cariño a mi jugador, porque no vas a volver a ponerle una mano encima. Es mío.

—Ni lo sueñes. Ahora me pertenece y yo cuido de lo que es mío.

—Va a venir conmigo y tú no vas a poder impedirlo.

—No volverá contigo.

—¿Seguro? Salva, ¿podrías mostrarle a la chica la razón por la que hará todo lo que le pida? —Uno de los hombres se acercó a mí e intentó cogerme del brazo. JK se lo impidió. Pero antes de que empezara la pelea, Benny intervino con su voz hastiada.

—Solo va a acercarlo a la ventana, JK, para que vea quién ha venido con nosotros de visita a Las Vegas. —JK asintió cuando pareció entender que podría haber alguien allí que sí me interesara ver. Caminamos lentamente hacia la ventana, JK manteniéndose entre el tal Salva y yo. Cuando miré por el cristal vi la calle allí abajo. A esta distancia no podría reconocer a nadie.

—Aquí, TaeHyung, tu madre quiere saludarte. —Miré desconfiado hacia el teléfono que me tendía Benny, lo cogí y escuché una voz masculina que amenazaba a alguien para que hablara.

—¿TaeHyung, estás ahí? —Podían haber pasado años, podría haber creado una nueva vida, pero no olvidaría la voz de mi madre.

—¿Mamá? —Escuché sus lágrimas mientras agradecía a Dios que estuviese viva, al tiempo que alejaban el teléfono de ella. Cuando miré hacia la calle, vi que había una mujer a la que sujetaban mientras la arrastraban fuera de un coche. Hacían señas hacia arriba y su pequeño rostro intentaba ver algo que no podría distinguir a esta altura: a mí detrás de un cristal.

—Mi teléfono, si no te importa. —Tiré el teléfono a Benny. Tenía a mi madre y ambos sabíamos lo que ocurriría si no iba con ellos. No podía permitirme perder a otro, incluso sabiendo lo que me esperaba si aceptaba. Al menos, ella seguiría viva, aunque tampoco aquello iba a ser vida. Me giré hacia JK, para intentar decirle que lo sentía, que debía hacerlo, pero, sobre todo, darle las gracias. Gracias por haberse preocupado por mí, por haber intentado mantenerme a salvo, por haberme dado mis mejores momentos. Al recordarlos, me sentiría feliz de haberlos vivido. Y pedirle perdón, porque iba a rendirme.

Pero al mirarlo, vi que su atención estaba allí abajo, en el lugar donde estaba mi madre. ¿Entendía realmente dónde me encontraba? ¿Comprendería mi rendición? Solo tenía una escapatoria. «No te resistas JungKook, no pelees». Era lo único que repetía en mi mente, como intentando transmitírselo a él. No podía ver cómo lo lastimaban, no quería que él también sufriera por mi culpa.

Min's Family (KT) 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora