El rey Carnero ha muerto tras una batalla contra los Búfalos, Rocallosa se encuentra sin un regente que proteja la nación de los Ovinos, quienes son famosos por sus poderosos cuernos y cráneos. El príncipe Cordero es demasiado joven para ser coronad...
Hola, hola, les traigo un capitulo nuevo, hay un dibujo al final T_T Solo quiero decir que he llorado como siempre en capítulos tristes.
Por cierto, tengo TikTok jajaja pueden encontrarme como GwenGC publico contenido de Rey Cordero y así por si les interesa.
MANIP VIEJITA Creo que la hice hace unos años y nunca la publique porque en ese momento estaba en Hiatus, pude haberla arreglado un poco pero me dio pereza y la deje tal cual.
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Capítulo 55
Los Búfalos alzaron banderas blancas rindiéndose, huyeron como llegaron, rápido y sin mediar palabra con ningún rey. La batalla había finalizado luego de que la grieta separara la tierra y les impidiera continuar, además, con la descarga de poder del rey Cordero, los ejércitos tardaron demasiado en recuperarse; el zumbido en sus oídos y el aturdimiento no se fueron hasta tiempo después y pudieron apreciar el desastre a sus alrededores.
El ejercito Ovino quedó maravillado con el poder de su rey, sólo el nuevo rey plateado era capaz de tal poder y se sintieron orgullosos de servirle, aunque no comprendieron el porqué de sus acciones al separar la tierra ya que eso impidió que ellos fueran tras los Búfalos. No fue hasta que dieron con su ubicación que supieron de su estado delicado y montaron un campamento a su alrededor para atenderlo.
Cada ejercito ahora recolectaba los cuerpos de los guerreros fallecidos, la parte más complicada fue sacar a los que habían caído en la grieta, la mayoría que cayó fue hacía una muerte segura. Uno a uno los cuerpos de los guerreros Ovinos iban siendo colocados en filas y eran cubiertos en mimbre, los llenaban de nieve para conservar mejor los cuerpos para darles un entierro digno en Rocallosa.
Por otro lado, los Taurinos incineraban los cuerpos apilados con llamas de dragones sin complicarse, el traslado sería más tedioso y los cuerpos se descompondrían creando enfermedades que nadie estaba dispuesto a tener.
Los médicos Ovinos abrieron sus ojos de par en par sorprendidos por lo que veían, las heridas y hematomas que cubrían el cuerpo del rey William sanaban, muy lento, pero lo hacía. El Cordero estaba profundamente dormido ajeno a todo lo que sucedía a su alrededor.
— Su majestad, sana por sí mismo —dijo uno de los médicos Ovinos a otro— Es una gran bendición poder ser testigo de su divinidad.
Los dos médicos se arrodillaron poniendo sus frentes en el suelo venerando al rey Cordero, era tal como las escrituras describían a Luxor en el pasado, lleno de gracia y gran poder.
El brillo en William le envolvía cada vez más, como serpientes enredándose en su cuerpo, el polvillo mágico recorría su piel curándole poco a poco, Val'ar le sanaba junto a él abrazándolo sin que nadie pudiera verlo como lo hacían los Kudús con su tercer ojo.
Thomas fue el único dentro de la carpa que no se arrodillo pues los primos también hicieron lo mismo tocando sus frentes con las yemas de sus dedos recitando oraciones para su pronta recuperación.
