Capítulo 27

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(Príncipe William K

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(Príncipe William K. Batalla contra los Búfalos 8 años atras)

Hola a todos, este día les traído un capitulo de lo sucedido en la batalla contra los Búfalo 8 años atrás cuando William aun era un príncipe y su padre era el rey Carnero. También conoceremos un lado de nuestro Cordero que nos dejará mucho en qué pensar, solo les digo que algunos rumores que se dicen de él si son ciertos. 

En el siguiente capitulo diré algo más, comenten sus dudas y les responderé. Mientras tanto disfruten de la corta lectura, espero terminar el siguiente capitulo para mañana o pasado. 

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Capítulo 27

Hace 8 años.

Mantenerse enfocado en una batalla era vital para derrotar al enemigo y sobrevivir, la delgada línea con la muerte dependía de una distracción. El deber de un guerrero era rendir honor a su nación y luchar por ella aun si se perdía la vida en combate.

El miedo moría, la duda no nacía y la compasión no existía.

Los gritos de guerra y las espadas chocando entre ellas se escuchaban sin cesar desde la primera señal de ataque; los soldados caídos yacían en el suelo siendo pisoteado por los que aún se encontraban de pie blandiendo sus espadas y arremetiendo con sus cuernos retrocediendo al contrincante.

Toda la batalla campal pasaba a través de sus ojos magenta y aun así batallaba junto a los suyos demostrándoles que él también anhelaba lo mismo que todos ellos, que las demás naciones se arrodillaran ante ellos, que vieran lo poderosos que eran y les alabaran ¿No es así?

William solamente quería paz, no quería pelea ni asesinar a nadie más, pero aun así una parte de él disfrutaba de ver sucumbir a los Búfalos, de saber que eran más fuertes a pesar de sus desventajas. Esa sensación de adrenalina y victoria con cada perforación en el cuerpo de sus adversarios, le hacía sonreír sombrío mientras les ejecutaba uno tras otro y cuando él les buscaba ellos huían por lo insano que era su forma de pelea.

¿Por qué se dejaba llevar por esa otra parte de él? No quería volver a cometer el error de los más ancianos, quería una verdadera solución que no fuera estarse matando entre naciones generando más odio y que eso mismo se apoderara de él. Necesitaba ver hacia otra dirección.

Su risa al ver las muertes que provocaba le costaría lágrimas de arrepentimiento cuando estuviera a solas procesando todo lo que estaba haciendo, pero él sólo seguía órdenes del rey como cualquier otro solado, servía a su nación ¿Por qué arrepentirse entonces?

Se avergonzaba del comportamiento que optaba una vez le arrebataba la vida al primer desafortunado y lo demás era frenesí en su cuerpo; apenas parpadeaba, su corazón latía con fuerza golpeando su pecho, la piel se le erizaba y sus orejas estaban alzadas pendiente de cualquier sonido a su alrededor.

Rey CorderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora