El rey Carnero ha muerto tras una batalla contra los Búfalos, Rocallosa se encuentra sin un regente que proteja la nación de los Ovinos, quienes son famosos por sus poderosos cuernos y cráneos. El príncipe Cordero es demasiado joven para ser coronad...
Vaya, capitulo 30... como hemos avanzado y aun hay mucho que contar con esta historia. Les agradezco a todos mis lectores por seguirme hasta este momento xD Gracias también a quienes comentan y dan sus opiniones con todo lo que sucede en el fic, besotes.
Es un capitulo largo asi que tomen su tiempo, leean y disfruten.
Les dejo a William por aqui xD
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Capítulo 30
La lluvia había parado y las nubes se dispersaban dejando ver un cielo que se pintó de purpura debido a lo acontecido en la isla. El silencio reinó en todo el lugar en ruinas, en cualquier parte que se mirara se encontraban miembros de los Búfalos que pagaron con sus vidas el error de su rey.
William se encontraba de rodillas en medio del caos, no se pudo mover desde que terminó de desatar su ira contra los aldeanos que tuvieron el descaro de habitar en tierra de Ovinos, tal había sido su rabia que no quiso esperar un día más para librarse de ellos y pagar en parte por la muerte de su padre y miles de soldados que ocho años atrás dieron sus vidas por proteger la isla.
No obstante, la tristeza le invadía ahora, su objetivo de llevar la paz a todas las naciones se vio frustrado e incluso empezaba a dudar de sí mismo.
Tembló de dolor, había acabado con toda su energía al usar su magia sin control alguno y pagaba las consecuencias de sobrepasar su límite. Respirar le era difícil, las heridas de su abdomen apenas pudieron cerrarse con la poca magia que le quedaba, pero lo peor de todo era las magulladuras en todo su cuerpo, sentía como si le hubiesen apedreado.
A lo lejos Thomas y Alexander le veían pensando que en cualquier momento él volvería a descontrolarse, al transcurrir mucho tiempo sin que se moviera procedieron a ir con cuidado hasta dónde estaba. El soldado Carnero pudo ir con agilidad entre los escombros, Thomas por el contrario iba con dificultar aun con ese cuerpo pequeño de Cordero e inútil dadas las circunstancias, tropezaba cada dos pasos y en una de sus caídas se topó con una cabeza de una hembra Búfalo, la agarró de los cortos cuernos levantándole para verla mejor.
Uno de los ojos se salió de la cuenca dejándola vacía y el otro estaba a medio salir. Tenía el rostro desgarrado hasta los huesos y fue eso lo que le interesó, tal vez le sirviera para conservarla y ponerla junto al resto de huesos que ayudaban como estudio de especies. Aunque sin el resto del cuerpo no era muy valiosa y para averiguar cuáles eran sus otros miembros con certeza sería muy complicado.
Tiró la cabeza al suelo y continuó con su camino.
— Majestad ¿Se encuentra bien? —Alexander no recibió respuesta, su rey tenía la mirada perdida y no le vio siquiera parpadear. Cualquiera se asustaría de estar tan cerca— No reacciona en absoluto —informó al rey Thomas una vez que él pudo llegar.
