Capítulo 40

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¡Otra vez sorpresa! Dos capítulos muy seguidos, merezco una estrellita en la frente por mi buen comportamiento :D Aproveché mi tiempo libre e inspiración. Este es el capítulo 40 y no me lo creo ha sido un viaje largo hasta aquí. 

Faltan pocos capítulos para la batalla donde todo se definirá. Hay muchos secretos que desvelar, muchas pasión en nuestra parejita y un futuro que definir tanto para las naciones como para nuestros enamorados.

Me gustaría escuchar teorías luego de este capítulo. Gracias por leer y dejar sus comentarios bell@s.

Les dejo esta bella manip de los dos Thomas que enamoraron nuestros corazones, están junto al dragón albino o "luna" como le dice el príncipe. Es manip si tiene que ver con el capítulo de hoy, Thomas adora a su hijo.

 Es manip si tiene que ver con el capítulo de hoy, Thomas adora a su hijo

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Disfruten del capítulo.


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Capítulo 40

Sucio, sudado y con el cabello enmarañado, así llegó al palacio el rey William luego de entrenar en las afueras junto con Andreas por horas. A pesar de terminar con lodo en su calzado, sus pantalones de entreno y el resto de indumentaria no se quejó por estar desalineado. Escucharon uno que otro comentario de sus tíos cuando los vieron bajarse de sus Pegasos, un rey siempre debía lucir impecable sin excepciones. Dijeron que debían asearse los dos pues preparaban un banquete para la noche.

Ambos se dirigieron a las aguas termales del palacio de Rocallosa, según la tía Nerys era una despedida para antes de ir a la guerra y darles muchos ánimos.

— Natalie ¿Qué sabes sobre el banquete de esta noche? —preguntó William mientras su sirvienta le lavaba el cabello manteniéndose a la orilla de las aguas.

— Escuché que la señora Nerys ordenó hacer un banquete para la noche y también bocadillos para la tarde. Dijeron que la señorita Mylene viene en camino.

La noticia hizo que ambos primos se voltearan a ver desconcertados. Mylene ni siquiera había ido a su coronación y ahora sin más llegarían sin previo aviso.

— Que atrevimiento. No me consultaron nada en absoluto.

— ¿Qué hay de la tradición de comprometidos? —Andreas nadó cerca para conversar más discretamente— Quizás no les importa ahora que el compromiso está en oscilaciones...

— Vaya, vaya, ¿Qué escuchan mis oídos? —Benjamín llegó con intenciones de unirse a las aguas termales— Pensé que el compromiso no estaba en tela de juicio según dijo la tía Nerys.

— ¿Qué haces aquí? Sólo vienes a molestar —dijo Andreas apoyándose en la orilla viendo como Benjamín se despojaba de su túnica y se sumergía limpiando su piel.

— Sólo vine a embellecerme como ustedes lo hacen, no todo lo que hago es una maldad. Aunque... tengo información que les puede interesar —recibió una mirada cansada del rey, Benjamín empezaría con sus cizañas, pero tenía curiosidad de saber, siempre había cierta verdad en sus palabras.

Rey CorderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora