Antes que nada quiero agradecerles a todas las lindas personas que me dejaron comentario durante estos días. También unas disculpas si me he tardado pero ya sabían que estaba en examenes más otros problemillas que no me dejaban la mente en paz para escribir.
Espero tener un capitulo nuevo este finde, y espero hacer una manip. ;D disfruten el capitulo.
Capítulo 14
Le costaba respirar, en su pecho había una sensación de angustia y nervios tras darse cuenta que cometió un error al llevar a William a su nación. Pensaba una buena forma de poder sacarle de ahí y no saber nada más de él. Ver el lado oscuro de William le ayudó a darse cuenta que en realidad no quería ningún tipo de relación con él o Rocallosa, entre más lejos le tuviera mejor sería su situación, al menos eso suponía el rey Georg.
A penas sentía sus piernas cuando volvió a caminar lejos de la torre donde encerró al rey William en aquella jaula gigante de oro, estando apartado de todos nadie se enteraría ni imaginaría que estuviese la criatura más siniestra que habitaba la tierra.
Fue directo al salón de armas, algo se le ocurriría con su magia sin que la magia negra de William perturbara sus habilidades. Todo era tranquilo entonces, incluso tomó asiento cuando sorpresivamente escuchó el sonido de los cuernos alertando sobre el avistamiento de bestias voladoras invadiendo los cielos nocturnos.
Tuvo que haberlo previsto.
La palabra "dragones" fue repetida simultaneas veces infundiendo temor a todos los Antílopes Kudú dentro del palacio y a su alrededor. Ellos tenían medidas de seguridad y simulacros si alguna vez se topaban con circunstancias como esa, cada soldado sabía cuál era su posición para proteger el palacio mientras evacuaban a los nobles a un lugar seguro de las feroces llamas de un dragón. Sin embargo, alrededor del palacio los Kudús salían de sus casas corriendo por sus vidas buscando los ríos y lagos más cercanos.
Si deseaban derribar a un dragón tendría que recurrir a una de sus armas más potentes, era una especie de catapulta que lanza bolas cargadas de magia que explotaban cuando chocaran contra las gruesas escamas de los dragones dañándoles, no del todo, pero con unas cuantas sería suficiente para que la bestia cayera. Al explotar emitían un destello de color purpura posteriormente lucía como lluvia de estrellas.
— ¿Cuántos dragones son? —preguntó un guerrero puliendo una bola mientras la cargaba de su magia elevándola a sus largos cuernos retorcidos al igual que otros lo hacían preparándose para atacar.
Al principio se rumoraba que eran cinco dragones los que fueron vistos, sería un arduo trabajo deshacerse de ellos, pero podrían lograrlo antes de que se acercasen más al palacio. No recibió respuesta de sus compañeros, levantó el rostro viendo como éstos estaban perplejos y con la boca abierta viendo que en el cielo nocturno los dragones eran tantos que parecían una nube que cubrió la luna creciente. Jamás en sus vidas vieron tantos dragones juntos y no estaban preparados para esa manada.
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Rey Cordero
FantasyEl rey Carnero ha muerto tras una batalla contra los Búfalos, Rocallosa se encuentra sin un regente que proteja la nación de los Ovinos, quienes son famosos por sus poderosos cuernos y cráneos. El príncipe Cordero es demasiado joven para ser coronad...