Capítulo 72

413 45 90
                                    

(Imagen de referencia de Mylene, usen su imaginación para ponerle cuernitos pequeños de Oveja)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(Imagen de referencia de Mylene, usen su imaginación para ponerle cuernitos pequeños de Oveja)

(Imagen de referencia de Mylene, usen su imaginación para ponerle cuernitos pequeños de Oveja)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hola, Hola. Estamos viendo quizás el antepenultimo o el penultimo capitulo de Rey Cordero. Es posible que el final lo divida en dos porque se viene algo suculento y para no hacer el capitulo largo quizás sea lo mejor. 

Desde ya les quiero dar las gracias a todos los lectores que han llegado ha estas alturas de la historia que claramente continuará en una segunda parte. 

En el grupo "El rebaño del rey Cordero" en FB estuve dando spoilers de la segunda parte, si pueden unanse xD 

Este capítulo es muy importante para la segunda parte, pongan especial atención a las escenas finales de este capitulo. 

¡Mil gracias por la espera!


:::::::



Capítulo 72

El silencio del salón era palpable e incómodo, los sirvientes iban y venían sirviendo el té sin hacer ningún ruido, era como si no estuviesen ahí y la vajilla de porcelana se moviera sola. Incluso cuando el té humeante llenó sus tazas no emitió ningún sonido al caer, o tal vez los dos estaban tan nerviosos como para notar esos detalles y trataban de refugiarse en una burbuja creada de vergüenza.

El Cordero prefirió perderse en el humo que soltaba té de hierbas y las galletas de avena, que por primera vez no se le antojaron debido a la situación que debía enfrentar de una vez por todas. Mylene tenía los ojos hinchados de tanto llorar y lo suficientemente apenada como para levantar el rostro y verlo.

Los sirvientes terminaron de servirles y se retiraron del salón dejándolos a solas.

Bueno, casi.

Benjamín estaba como chaperón hasta el otro extremo del salón leyendo un libro que en realidad no estaba leyendo, pero hojeaba y pasaba su dedo entre las líneas simulando que lo hacía mientras que sus ojos se desviaban hacia William y luego a Mylene.

Rey CorderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora