Capítulo 41

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Hola, es muy temprano este día par publicar aunque creo que no les molestaría empezar bien el domingo. Tómense su tiempo para leer porque viene un poco largo. Gracias por los comentarios anteriores y por unirse a la lectura :D

Anuncio, publiqué muy seguido el capítulo 39 y 40, para que no vayan a saltarselo por error. 😀

Por cierto, he muerto con lo de William escuchando "labios compartidos" en una caracola mágica jajaja. 

En este capítulo veremos el dilema de William y Thomas, este romance es tan complicado T_T Lloro al escribir estos capítulos. Por cierto, hay mucho drama asi que pongan la canción de la rosa de Guadalupe cuando lo vean necesario xD

 Por cierto, hay mucho drama asi que pongan la canción de la rosa de Guadalupe cuando lo vean necesario xD

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Reciclaré esta manip porque no tenía para hoy aunque encaja para el capi xD

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Capítulo 41

Bella y llena de gracia, así era Mylene, de ojos grandes color miel y cabello castaño ondulado, sus labios carnosos esbozaban una sonrisa nerviosa al encontrarse con William después de tantos años. A pesar de ser tímida ella se veía impactada por la nueva apariencia de su prometido, era una criatura diferente a cómo le recordaba, él desprendía pequeños destellos de magia de su cuerpo sobre todo de su cabello plateado cuando éste se ondeaba. Cualquiera que no quedase hechizado por la belleza del rey era ciego.

Ambos se miraron con mucha curiosidad, Mylene tenía otros atributos que carecía la última vez que William la vio, curvas que remarcaban su figura y pechos que la hacían toda una Oveja a la espera de su Carnero, pero para ello debían seguir esperando a que William se convirtiese en uno.

Unieron sus frentes saludándose, a su lado ella era más baja y de complexión pequeña. Braus y Nerys estaban tras ella acompañándola frente al resto de familia antes de dar comienzo a la fiesta.

— Me complace demasiado volver a verte —dijo William separándose. Ella tomó aire intentando decir algo, pero no pudo, sus mejillas se ruborizaron— Luces hermosa, Mylene —delineó una sonrisa encantando a su prima.

— No más que usted, mi rey —bajó su rostro tímida.

— Ningún macho puede compararse con la gracia y belleza de una hembra.

— Que encantador —dijo Nerys sonriendo muy triunfante volviendo a ver a algunos de los primos que se hallaban allí también presenciando el reencuentro.

Parecía que había aprendido de halagos con Thomas luego de que fuese él quien le regalara mil palabras de amor con tal de cortejarle y robar su corazón. Los Taurinos eran los maestros de la seducción, es así como el Cordero cayó rendido a ese Toro que le endulzaba el oído, le tocaba como nunca nadie lo hizo y producía sensaciones en su cuerpo que le hacían perder la cordura.

Sacudió la cabeza con disimulo tratando de alejar los pensamientos de Thomas, se sonrojó también, pero fue por tener pensamientos sucios con él y no por las tantas miradas puestas en ellos. Tomó la mano de Mylene y caminaron juntos dando comienzo a la fiesta en el salón azul.

Rey CorderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora