El rey Carnero ha muerto tras una batalla contra los Búfalos, Rocallosa se encuentra sin un regente que proteja la nación de los Ovinos, quienes son famosos por sus poderosos cuernos y cráneos. El príncipe Cordero es demasiado joven para ser coronad...
Debia este capitulo especial con los gemelos Nicklaus, perdon por la espera.
Este día estaré subiendo también el capitulo 4 de Rey Taurino.
Mil gracias por el apoyo que me han dado con la segunda parte. Se vendrán cosas interesantes y suculentas jajaja.
Espero disfruten este capitulo especial. Vienen más bebés en camino. Les debo manips de los gemelos pero he estado escribiendo para rey Taurino y eso me absorbe tiempo como para hacer manips o ilustraciones.
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Capítulo Especial II
Una pila de libros yacía en el escritorio de roble pulido, todos tenían una cobertura de cuero de diferente color. Sus hojas amarillentas guardaban enseñanzas de magia, hechizos y conexiones espirituales con la naturaleza.
Aprender a controlar sus poderes fue complejo, pero con el tiempo William se dio cuenta lo estúpido que era al principio con su magia. Sólo expulsar poder sin saber cómo sucedió no era para nada tener un dominio de su cuerpo y espíritu. Con las enseñanzas del rey Kudú entendió por qué muchas veces su mismo poder salía perjudicado.
Tras tener un mejor entendimiento de sus energías aprendió a conectar con los elementos de la naturaleza.
Un día estudiaba sobre herbolaria cuando la puerta de su estudio fue abierta tras unos cuantos toques. Sus pequeños hijos aparecieron corriendo a todo lo que sus piernitas daban, llorando.
— ¡Mamá! —gritaron a la vez abrazándose a sus piernas.
— Oh, mis hermosos príncipes ¿Qué les ha pasado? —preguntó ahora viendo a su prima Caroline quién se quedó en el lumbral de la puerta.
— Estaban jugando con Miros y Andy. Les ha dado una rabieta porque todos querían el mismo juguete —se encogió de hombros y arrugó el entrecejo— Había suficientes juguetes, pero los cuatro querían el mismo, y han terminado llorando todos.
Los gemelos se abrazaban de su madre limpiándose las mejillas. Aún eran muy pequeños para quejarse y explicar lo que pasaba, era probable que ya no supieran porque lloraban, pero el sentimiento lo tenían.
William los consoló dándoles besos en sus mejillas haciendo que ellos se sintieran mejor.
— ¡Mamá! —Nick estaba trepando por su rodilla queriendo que lo sentara en sus piernas y Laus también saltaba queriendo ser cargado.
William cerró el libro de magia que leía en ese momento y cargó a sus hijos.
— Estaré con los pequeños un rato. Gracias por traerlos.
— Es un placer, majestad —Caroline cerró la puerta retirándose.
William acarició la pancita de sus gemelos hablándoles para tener su atención. Ellos ya estaban tomando el libro de magia queriendo jugar con éste.
