El rey Carnero ha muerto tras una batalla contra los Búfalos, Rocallosa se encuentra sin un regente que proteja la nación de los Ovinos, quienes son famosos por sus poderosos cuernos y cráneos. El príncipe Cordero es demasiado joven para ser coronad...
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Capítulo 7
Los Ovinos se aglomeraron a las afueras del palacio desde muy temprano, muchos inclusive acamparon con tal de tener un buen puesto a la mañana siguiente, nadie quería perderse la coronación del nuevo rey, sobre todo por lo que se decía de él, que era la nueva esperanza de Rocallosa como Luxor lo fue una vez.
Abrieron el portón del palacio dejando entrar a la muchedumbre que acapararon la plaza esperando ver al rey, aún faltaba poco para dar comienzo a su coronación en el interior del palacio.
Oleg salió de su tan cómoda y pacifica isla haciendo presencia en la coronación, sería él quien pusiera la corona en William y le concediera también el báculo del rey. Cayó en sorpresa su llegada a todos, le hacían ya muerto por décadas sin aparecer. El anciano Carnero instruyó muy bien a William durante esos años, no solamente le contó todos los secretos tras la historia del rey Luxor sino también sobre la mejor manera de llevar una nación sobre los hombros.
Y lo que más recalcó Oleg era que nunca se dejaba de aprender en la vida por más antiguo que fueses. Cuando dejas de aprender mueres en vida.
La nobleza estaba acomodados en el salón del trono, frente a ellos se encontraba Oleg quien alguna vez fue rey y sucedió su cargo a su hijo Jörg, ahora sería un honor coronar también a su nieto.
William asomó su cabeza entre las cortinas que le ocultaban de la vista de todos los espectadores, él no sabía cómo explicar lo que estaba sintiendo en ese preciso momento, no era nerviosismo, pero su cuerpo temblaba inquieto porque sabía que estaba a punto de ser el rey oficial de Rocallosa. Era una gran responsabilidad.
Apenas había podido dormir con tranquilidad cuando ya era de día y debía empezar a prepararse, Natalie tuvo mucho trabajo junto a otras Ovejas vistiéndole. Vestía una larga túnica azul y blanca con bordes dorados y un sobre todo de color turquí, además un extenso manto de ceda azul caía en sus antebrazos.
El Cordero se llevó una mano al pecho respirando profundamente, aun pensaba que era un sueño que ese día estuviese pasando, podía escuchar como su abuelo daba inicio a la ceremonia con una rápida introducción a la cual no puso atención.
Natalie empezaba a fastidiarle, arreglaba su vestimenta cada vez que él se movía un poco para evitar cualquier arruga antes de salir y ser coronado. Entendía que era su trabajo, pero estaba poniéndole ansioso.
— Basta —dijo muy bajo y ella se apartó.
— Majestad —su tío abuelo Victor salió de entre las cortinas azules— Es momento de salir.
Siguió a Victor esperando a una nueva señal para caminar directo al trono, Natalie no pudo contenerse las ganas que acomodar su manto y su cabello para que se mantuviesen en su lugar, ella era la más nerviosa de los sirvientes que estaban rodeando a William ese día.
